La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Que vería con agrado que el Poder Ejecutivo, arbitre las medidas necesarias para que cese las actitudes discriminatorias que, actualmente padecen todos los trabajadores del Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (INIDEP) por parte de sus autoridades, especialmente el personal contratado que por igual tarea perciben salarios inferiores, exhortando a las autoridades competentes para que estos trabajadores pasen de inmediato a planta permanente.

Señor presidente:

Reiteradamente, desde el gobierno nacional se ha declarado la intención de alentar el desarrollo de las actividades científicas y tecnológicas. Más aún, de otorgar prioridad a las mismas dentro de las políticas de Estado, reconociéndolas como claves para lograr un país mejor. A la luz de estos anuncios, sorprende que no puedan resolverse problemas causados por básicas aspiraciones de equidad, como los que hace tiempo alteran el funcionamiento del Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (INIDEP) y que ha derivado en su crítica situación actual.

Dentro del sistema científico y tecnológico de nuestro país, el INIDEP tiene un papel irreemplazable. Creado en 1977 (Ley 21673), es el único organismo oficial encargado de estudiar los aspectos científicos, tecnológicos y económicos que deberían ser indispensables para formular e implementar políticas nacionales en relación con la pesca en el mar. Por la función que las leyes le asignan, pero también porque hace tiempo que sus investigaciones reúnen información, comprueban métodos y tecnologías, y generan en suma el conocimiento que es esencial para tender al uso sustentable de los recursos pesqueros marinos sin provocar negativos impactos ambientales. La institución también participa en comisiones binacionales o multinacionales con pares de otros países que, de hecho o por derecho, tienen injerencia en el manejo de recursos renovables del Atlántico Sur.

La preparación y la capacidad de los científicos del INIDEP son reconocidas y valoradas tanto en el país como internacionalmente, y su desempeño ha sido evaluado de manera positiva en diversas auditorías externas concretas. Sus profesionales cuentan con el significativo apoyo de personal técnico y administrativo sumamente idóneo, entrenado y familiarizado para llevar a cabo tareas muy específicas, propias de cada grupo de trabajo. Con su labor de años tanto en tierra como a bordo de los tres buques de investigación pesquera estatales, cuya administración está a cargo del organismo, el personal ha dado sobradas muestras de voluntad y eficiencia para resolver los problemas técnicos de su competencia. Siempre se ha prestando asesoramiento eficaz y oportuno a las autoridades del área pesquera y, cuando esto ha correspondido, también al sector productivo.

No obstante, las tareas de investigación y aquellas que las sustentan no se han visto permanentemente favorecidas por las mejores condiciones. A lo largo de su existencia, la institución atravesó por muchos períodos, con profundos cambios organizacionales y económicos, muy similares a los experimentados por todo nuestro país. En particular, en vinculación con el cambio operado en las relaciones laborales incluso dentro del ámbito del Estado, hoy la estructura de recursos humanos del INIDEP no goza de una estabilidad generalizada. Por el contrario, incluye un importante porcentaje de investigadores y técnicos integrando una planta transitoria de personas (el 50% del personal) a quienes se ofrecen contratos, algunos desde hace más de 20 años.

El mentado instituto cuenta hoy con:

- 120 Agentes de planta permanente repartidos en 3 agrupamientos: 74 Agrupamientos, Científico Técnico; 37 Agrupamiento General, administrativos; 9 Agrupamiento Profesional, administrativos;

- 113 Agentes contratados agentes repartidos en: Contrato Tipo 1421; 60 Cientifico-Técnico; 22 Agrupamiento General; Contrato. Tipo ARGENINTA, 20 Cientifico Técnico 11 general;

Esta situación se agrava aún más, dado que por cuestiones administrativas y legales del sistema de la Administración Pública Nacional, estos agentes perciben remuneraciones mucho menores que aquellos de la planta permanente que realizan las mismas tareas. Era fácil anticipar que prolongar una asimetría semejante terminaría por alterar el funcionamiento del instituto. Pero esta alteración igual se produjo: el desinterés de las autoridades competentes para resolver esta cuestión central, como otras reclamadas desde hace mucho tiempo, resultó en que el personal ha implementado diversas formas de protesta. Incluyendo paros que impiden, a su pesar, realizar campañas de investigación destinadas a conocer más sobre el mar argentino y el estado de algunos de sus principales recursos vivos.

La suspensión de las campañas de investigación significa la pérdida irrecuperable de información biológica, y el impedimento de un asesoramiento más exacto y adecuado en relación a la evaluación de los recursos pesqueros hacia quienes tienen que administrar la pesca

La renuncia de un Director del INIDEP se ha vuelto un acontecimiento demasiado frecuente. Algunos deben realizar acciones para crear un ámbito laboral normalizado y propicio para la continuidad a investigaciones que son tan relevantes en el discurso de todos. Es urgente que, además del trabajo interno del personal de los distintos agrupamientos del organismo y de sus autoridades en la elaboración de una planificación estratégica, se solucionen impedimentos básicos para su ejecución. También el INIDEP debe ser sostenible. Este debe ser un objetivo central tanto para el Secretario de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos, para su Sub-Secretario de Pesca y Acuicultura, y para la totalidad de los miembros del Consejo Federal Pesquero.

Actualmente se esta inmerso en una realidad laboral desmoralizante y frente a la peor crisis pesquera nacional. En este contexto, se menoscaba la labor de investigación ya que muchas veces las recomendaciones realizadas por los investigadores no son tenidas en cuenta por las autoridades, no se discuten las líneas de investigación que deben regir a la institución a largo plazo y existe una desigualdad salarial insostenible. Internamente hay un excesivo autoritarismo, se realiza un maltrato por parte de las autoridades del INIDEP (Director Nacional de Investigación Dr. Otto Whöler y Directores de Área) hacia los investigadores y una interpretación dudosa de los resultados que ellos presentan.

La discrimación laboral queda ejemplificada además por el manejo arbitrario que realiza el DNI Dr. O Whöler del monto de los contratos: en algunos casos rebajándolos y en otros, manteniéndolos muy por debajo de la retribución que perciben los pares de planta permanente que cumplen igual función. La amenaza de no renovación de los contratos es también una herramienta utilizada como mecanismo de presión y sometimiento del personal. Es decir, se reafirmó el concepto de trabajadores de primera y trabajadores de segunda. Ningún contratado aún con título universitario percibe un salario que alcance la canasta familiar.

Hace más de cuatro años se presentó un anteproyecto de convenio propio para la institución en el cual se contempló por un lado la carrera científica y técnica y por otro la carrera de gestión, a la vez que se jerarquizaban los salarios. Sin embargo fue rechazado y se implementó el Sistema Nacional de Empleo Público (SINEP) que, por su inequidad, profundizó aún más los conflictos.

Este nuevo escalafón, implementado a principios del año 2009, trajo como consecuencia que el personal contratado perciba la mitad del salario que sus pares de planta permanente, algunos con una antigüedad cercana a los 20 años. Por otro lado, existe personal de planta permanente mal encasillado hace más de 20 años y el personal administrativo no cobra salarios acordes a sus tareas de apoyo a la investigación. No se realiza la ampliación de planta, ni los concursos pertinentes. El malestar que produce en el personal esta situación de larga data, mantiene al INIDEP en permanente conflicto. Esta institución, única en el país y que cumple un rol fundamental en la sociedad argentina, está conformada por menos de 350 personas. La solución de los conflictos no es un problema monetario ya que el gobierno otorga abultados subsidios a empresas pesqueras multinacionales y las han exceptuado de pagar Ingresos brutos.

Esta situación que sufren los trabajadores del INIDEP hace que, el mismo no cumpla con su función de asesorar sobre las medidas de manejo más adecuadas a fin de lograr una utilización sustentable de los recursos pesqueros que son patrimonio de toda la sociedad argentina, por ende considero que debemos no solo garantizar los DERECHOS consagrados en el artículo 14 bis de nuestra Carta Magna, a todos los trabajadores, sin distinción, sino que debemos bregar por el normal desarrollo de todas aquellas actividades tendientes a proteger nuestros recursos .

Por todo lo expresado anteriormente, estimo que esta Honorable Cámara debe expresarse en tal sentido y solicito a tal fin el apoyo de mis pares.