La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Solicitar al Poder Ejecutivo Nacional que, a través de la Subsecretaría de Seguridad en los Espectáculos Futbolísticos, dependiente del Ministerio de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos de la Nación o el organismo que corresponda, se sirva informar:

1. Si alguna autoridad gubernamental ha participado en la elaboración u organización del programa de lucha contra la violencia en el fútbol presuntamente impulsado por la Organización No Gubernamental Horizonte para un Nuevo Mundo, del que participarían los integrantes de las "barrabravas", a quienes se les asignaría funciones de seguridad durante el desarrollo de los espectáculos deportivos.

2. En caso afirmativo, informe acerca del contenido y los objetivos y condiciones del mismo, así como los criterios que lo han llevado a considerar conducente tal medida para la erradicación de la violencia en el fútbol.

3. En caso de respuesta negativa al punto 1 y, de haber tomado conocimiento de esta iniciativa o bien de haberse anoticiado por este medio, qué medidas adoptará frente a esta situación: si avalará el proyecto o que políticas implementará el Estado para cumplir con su rol genuino de garante de la seguridad.

4. Si ha tomado conocimiento de la celebración de una reunión en un club de fútbol de la que participaron más de cien integrantes de las "barrabravas" de 27 equipos de las distintas categorías del fútbol argentino, que habría tenido lugar el martes 17 de junio, en el marco de este plan de lucha contra la violencia.

5. Si ha participado en la organización de la presunta prueba piloto del proyecto realizada el 31/05/08 durante el desarrollo del encuentro del Club Atlético Independiente y Racing Club, que tuvo lugar en el estado del club Vélez Sársfield.

6. En caso afirmativo, describa la planificación y el desarrollo de la actividad.

7. En caso de respuesta negativa al punto 5, si ha autorizado la realización del operativo, si ha ejercido algún control al respecto.

8. Si ha tenido noticias acerca de que algunos de los barrabravas que habrían actuado como acomodadores en dicho evento, habrían recolectado las entradas de los espectadores ingresantes al estadio sin devolverle el talón respectivo con la presunta finalidad de reventa.

9. Cualquier otra información que pueda ser de utilidad.

Señor presidente:

La necesidad de solucionar la problemática de la violencia en el fútbol ha sido harto predicada en los últimos años por los discursos periodísticos y políticos.

Desde el Estado abundaron las proclamas en tal sentido, pero no se han puesto en marcha políticas efectivas destinadas a erradicar los hechos de violencia perpetrados en torno al espectáculo deportivo. Para ello es imprescindible que exista una voluntad real de desmantelar la corrupción imperante en el medio futbolístico y acabar con el manto de impunidad del que gozan los "barrabravas".

Indudablemente, tanto el diagnóstico como la implementación de acciones en esta cuestión, no pueden disociarse del abordaje de la problemática de la violencia en general que azota a la sociedad argentina. Pero, lo cierto es que en el ámbito del fútbol pareciera estar claramente focalizado su origen, al haberse institucionalizado el funcionamiento de grupos organizados, con códigos no revelados y silencios autoimpuestos, con los que el público asistente a los espectáculos ha debido resignarse a convivir, o bien se ha visto privado de concurrir al estadio por temor a exponer su integridad física y la de su familia.

Sin perjuicio del valioso aporte que han realizado las organizaciones no gubernamentales en esta materia, la erradicación de la violencia y la corrupción es responsabilidad de la autoridad estatal, responsabilidad que debe ser asumida mediante la aplicación de políticas preventivas y el ejercicio de la acción punitiva (a través de la ley 24.192, el Código Penal de la Nación y demás leyes).

En el escenario que hoy presenta el fenómeno del fútbol, llama poderosamente la atención que sean los propios líderes de las "barrabravas" -aquéllos que han estado involucrados en aprietes para el reparto de entradas, han amenazado jugadores, han ocupado y "copado" las instalaciones de los clubes incluso quedándose a vivir allí, se han beneficiado con porcentajes en los contratos de los jugadores-, los abanderados del plan antiviolencia en los estadios. Mientras tanto, los organismos de seguridad parecen estar ausentes.

Según informan los medios de comunicación, se estaría organizando un programa para eliminar la violencia del que participarían los líderes de las "barrabravas" de varios equipos de las distintas categorías del fútbol argentino. Aparentemente, varios de ellos, conocidos por su amplio prontuario policial, con causas judiciales en proceso y reconocidas historias de aprietes y actos delictivos en las tribunas y afueras de los estadios.

El polémico proyecto consistiría en que estos grupos cumplan, además del rol de guías y acomodadores, la función de "preventores" durante el espectáculo deportivo (una especie de seguridad privada), a cambio de que se "blanquee" a los integrantes de cada "barra" para que sean identificados por las autoridades, acogiéndose al lema de "tolerancia cero" para quien cometa un delito (ellos mismos los entregarían). Se dice que el plan incluiría además, una remuneración y la afiliación a una Aseguradora de Riesgo del Trabajo a cambio de la buena conducta.

Ha trascendido que el siguiente paso consistiría en el regreso del público visitante en las categorías del ascenso y la ampliación del cupo del 50% en primera división (medidas que había adoptado la autoridad de prevención y que no tuvieron el éxito esperado) y, según informan algunas fuentes, una de las metas de los líderes de las hinchadas sería recuperar su participación en el negocio de la venta de localidades.

Resulta verdaderamente paradójico que los encargados de procurar la paz en las tribunas, sean aquellos que infunden temor a los espectadores cada fin de semana, que tienen "códigos propios" ajenos a los normas de convivencia que rigen al común de la sociedad, y que en muchos casos han perpetrado los delitos que hoy se encuentran impunes. Y lo que es más absurdo aún, que éstos se proclaman "garantes de la seguridad" bajo el lema de que son más respetados que la policía.

Es por ello, que nos preocupa saber qué grado de conocimiento y participación tiene el Estado Nacional en esta iniciativa, presuntamente impulsada por la ONG Horizonte para un Nuevo Mundo. Si algún organismo gubernamental ha participado en el proyecto, deseamos saber cuáles han sido los motivos para delegar una responsabilidad exclusiva del Estado en manos de los actores descriptos. En caso de que se trate meramente de una propuesta particular, nos preguntamos si el Estado conservará un rol pasivo frente a esta situación o tomará cartas en el asunto.

Cabe aclarar que ya se han alzado voces en oposición a esta llamativa iniciativa desde algunas fundaciones que combaten la violencia. Entre ellas podemos citar a FAVIFA (Familiares de Víctimas de la Violencia en el Fútbol), que a través de su vocero, Juan Manuel Lugones, sostuvo que se trata de "un pacto de impunidad y de garantía del manejo de la caja de cada club. Prosiguió "es dividir las áreas de saqueo en cada entidad deportiva, con la lógica de entender que si hay violencia entre barras de distinto clubes, la trascendencia y el repudio público pone en peligro el negocio de todos", concluyendo que "piden ser blanqueados como barras y como preventores. ¿Cómo van a ser blanqueados si no resisten una consulta al registro de reincidencias?" (Crítica de la Argentina, 20 de junio de 2008).

Por su parte, en defensa de la campaña, la directora de la ONG organizadora, Fabiana Rubeo, manifestó, en referencia a las "barrabravas", que se "derribó un montón de mitos. Ellos son referentes de mucha otra gente y la idea es que este cambio de conducta repercuta en el resto" (Crítica de la Argentina, 19 de junio de 2008). Según ella misma informó, la primera prueba piloto habría tenido lugar el último 31 de mayo en el estadio de Vélez Sársfield, durante el encuentro entre los clubes Independiente y Racing, en el que se desplegó un operativo con 65 preventores privados en la tribuna local.

Nos preguntamos: ¿Cómo alguien puede suponer que estos violentos de comportamientos delictivos pueden ser los "referentes" de mucha gente? ¿O se trata más bien de un acuerdo tácito, o tal vez explícito, entre quienes verían amenazados sus intereses si el negocio del fútbol corriera peligro?

En virtud de la relevancia de esta problemática, solicitamos a nuestros pares acompañen el presente con su voto afirmativo.