La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Declarar el repudio de este Honorable Cuerpo por el despido injustificado sufrido por los trabajadores de prensa de la agencia oficial de noticias Télam Angel Jozami de la sección de Economía y Fernanda Arce de la Mesa de Edición por orden del Directorio de la empresa bajo la excusa de que habrían cometido un "error" en una nota del pasado 13 de mayo sobre el vencimiento de las Lebacs, lo que constituye una violación al ejercicio constitucional tanto de trabajar como de expresar libremente sus ideas.

Señor presidente:

Lamentablemente, tenemos que informar a este Cuerpo de un nuevo hecho de despido injustificado de trabajadores de prensa por parte de funcionarios del gobierno nacional. Esta situación a la que tristemente nos tiene acostumbrados el oficialismo desde que asumió el gobierno significa un nuevo retroceso a la libertad de expresión y de trabajo, derechos constitucionalmente amparados.

Despedir dos trabajadores por un supuesto “error” al hacer una nota con referencia al vencimiento de las Lebacs, no tiene ninguna lógica ni fundamento jurídico y menos aún ético, lo vemos como una persecución política encubierta que pone en riesgo el derecho a la información del pueblo argentino.

Decir, según expresaron las autoridades de la agencia Télam a través de un comunicado, que los periodistas Angel Jozami y Fernanda Arce, "actuaron con imprudencia y falta de profesionalismo en medio de la delicada crisis del mercado financiero", es intentar hacer caer en cabeza de dos empleados, las repercusiones de una crisis que tiene como centro la responsabilidad del gobierno nacional en el manejo de la economía nacional.

“No maten al mensajero” es una frase popular acuñada desde hace siglos, un sentimiento parecido fue expresado en la Antígona de Sófocles : “Nadie ama al mensajero que trae malas noticias”. Y es así, en el caso concreto, no es posible responsabilizar a los periodistas de una noticia conmocionante.

Como legisladores de un estado democrático, no podemos aceptar que se sigan poniendo excusas infantiles para justificar despidos, no podemos aceptar que periodistas sean amenazados e incluso que altos funcionarios utilicen su cargo para hacer tribuna contra comunicadores. En caso contrario, si permitimos o toleramos el avasallamiento de las voces disidentes, cada día se debilitará un poco más el estado de derecho, porque sólo la pluralidad, la heterogeneidad y la diversidad son la garantía de una sociedad democrática.

Es por todo lo expuesto que pido a los señores Diputados y Diputadas me acompañen con este proyecto.