PROYECTO DE TP


Expediente 3365-D-2015
Sumario: QUINCUAGESIMO ANIVERSARIO DE LA LLEGADA DE LA PRIMERA MISION ARGENTINA AL POLO SUR DENOMINADA "OPERACION 90", REALIZADA EL 10 DE DICIEMBRE DE 1965. SE DISPONE LA ACUÑACION DE UNA MONEDA CONMEMORATIVA.
Fecha: 11/06/2015
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 68
Proyecto
El Senado y Cámara de Diputados...


MONEDA CONMEMORATIVA
DEL QUINCUAGÉSIMO ANIVERSARIO
DE LA LLEGADA DE LA PRIMERA MISIÓN ARGENTINA
AL POLO SUR DENOMINADA "OPERACIÓN 90"
Artículo 1°. El Banco Central de la República Argentina y la Casa de la Moneda dispondrán la acuñación de una Moneda Conmemorativa en recordación del Quincuagésimo Aniversario de la llegada de la Primera Misión Argentina al Polo Sur, denominada "Operación 90", el día 10 de diciembre de 1965.
Artículo 2°. Establézcase que en la acuñación de dicha moneda con la imagen de la llegada al Polo conste la inscripción: "1965-2015".-
Artículo 3°. Comuníquese al Poder Ejecutivo.

FUNDAMENTOS

Proyecto
Señor presidente:


El día 10 de diciembre de 2015, se cumplirá el cincuenta aniversario de la llegada de la Primera Misión Argentina al Polo Sur, denominada "Operación 90", y con el objeto de la afirmación de la capacidad Argentina de alcanzar todos los rincones de lo que considera su territorio soberano en las regiones polares de nuestro planeta, desea se emita una moneda conmemorativa con tal motivo.
El hombre todavía no había pisado la Luna y la guerra de Vietnam llegaba a su punto más tirante cuando un grupo de argentinos decidió poner en marcha la primera expedición del país al Polo Sur. Durante 45 días recorrieron unos 2.900 kilómetros, superando fisuras en el hielo, vientos blancos de 100 kilómetros y jornadas interminables de 38 horas.
La temeraria Operación 90 (por los 90 grados sur de latitud que tiene el Polo) fue comandada por el Coronel de Caballería Jorge Edgar Leal; quien ya había fundado la Base Antártica Esperanza.
La travesía empezó el 6 de diciembre de 1964, cuando 10 voluntarios del Ejército, con 6 tractores oruga Snowcat y 16 trineos de arrastre, partieron desde el Palomar a la Base Belgrano. Uno de los retos era lograr que los vehículos no sucumbieran a las bajas temperaturas. Habían ensayado una aproximación en el año 1957, pero los tractores se quedaron sin respuesta.
Un suboficial viajó a los Estados Unidos y Canadá para seleccionar el remolque adecuado y personalmente lo fue adaptando a las características del terreno", recuerda el por entonces Suboficial Principal Mecánico Ricardo Ceppi.
Ya estaba todo listo. Los preparativos incluyeron el patrullaje de la zona, la distribución de los alimentos en los trineos, pero cayeron bajo el manto de la noche polar y debieron postergar la partida hasta el 26 de octubre de 1965. "Además de los pasos que nos separaban de la base norteamericana Amundsen - Scott, había que subir hasta unos 3 mil metros sobre el nivel del mar. Para soportar el frío nos poníamos varias capas de abrigo y para orientarnos en la nieve, no teníamos cartas, ni GPS, todo se hacía en forma artesanal", recuerda Florencio Pérez.
Dos trineos se desplomaron en una grieta y varios Snowcat fueron dejados en el trayecto como depósito de combustible y guía para hallar el camino de vuelta. "Al superar los 1.900 metros de altura desapareció la nieve y se abrió un paisaje de hielo. Íbamos a 3 km. por hora. Los primeros en desmembrarse fueron los trineos y tuvimos que distribuir el peso de los equipos entre los que estaban sanos", rememora Pérez.
Como en una tragedia cinematográfica, la última etapa fue la más angustiante. La temperatura cayó hasta los 50° bajo cero y los vehículos fueron enlazados con sogas de nylon. Para completar una jornada de 50 kilómetros se demoraba 38 horas. Con las manos entumecidas y el ánimo chamuscado por el frío, el 10 de diciembre plantaron una enseña patria en el vértice sur del continente.
Noruegos, ingleses y otros pocos expedicionarios lo habían logrado antes. "No era un capricho atlético, sino un requisito para reclamar soberanía sobre nuestro territorio. En los estrados internacionales nos decían que no podíamos reivindicar el suelo que nunca habíamos pisado", concluye Ceppi. El viaje de regreso fue mucho más simple. Tardaron 21 días. "Veníamos en bajada, no teníamos tanto peso y habíamos marcado el sendero", remarca Pérez.
Ya en Buenos Aires fueron héroes: los recibieron miles de personas.
En el informe a sus superiores Leal explicó:
Ese último rincón del mundo en donde nos tocó actuar, es en general una blanca y dilatada llanura que se va escalonando en inmensas plataformas de barreras de hielo y nieve, quebradas de tanto en tanto por cordones montañosos y sembradas de traicioneras torvas peligrosas, grietas capaces de tragarse a una columna expedicionaria completa. Ese escenario actúa sobre el cuerpo y el alma y hace que el hombre en patrulla -al tener que desarrollar largas y extenuantes jornadas de marcha, con un deficiente descanso y una alimentación que en la Antártida y en Patrullas siempre es incompleta y viéndose obligado a vivir en un estado de permanente sobresalto o inquietud -llegue a un advertible deterioro psicofísico. Los hombres sometidos a la agresión climática y al permanente riesgo van llegando a su límite emocional y físico, y los efectos de la tensión se conocen, entre otras manifestaciones, por una acusada disminución de peso y un inocultable debilitamiento.
Los expedicionarios que alcanzaron el polo sur fueron:
Coronel Jorge Edgar Leal (jefe del Grupo de Asalto); Capitán Gustavo Adolfo Giró (segundo jefe / jefe de tareas científicas); Suboficial principal Ricardo Bautista Ceppi (Jefe mecánico); Sargento ayudante Julio César Ortíz (mecánico); Sargento ayudante Alfredo Florencio Pérez (mecánico); Sargento primero Jorge Raúl Rodríguez (mecánico); Sargento primero Roberto Humberto Carrión (topógrafo); Sargento primero Adolfo Oscar Moreno (topógrafo); Sargento primero Domingo Zacarías (comunicaciones); Cabo Oscar Ramón Alfonso (patrullero).
Pérez se incorporó en Sobral elegido por votación en remplazo del sargento primero Carlos Guido Bulacio.
La Patrulla 82 estaba integrada por: Teniente Adolfo Eugenio Goetz (jefe de Patrulla 82); Sargento primero Ramón Villar; Cabo primero Marcelo Enoc Álvarez; Cabo primero Leonardo Isabel Guzmán.
Además de Pérez dieron apoyo en Sobral: Teniente Pedro Ángel Acosta (jefe de Grupo); Sargento primero Hugo Orlando Britos.
Asimismo, y con el mismo objetivo, el Correo Argentino emitió un matasellos - marca postal con la leyenda "LA PATRIA A LOS VENCEDORES DEL POLO - OPERACIÓN 90 - 1965-2015" el 9 de marzo de 2015.
Por la relevancia de dicho acontecimiento, solicito a mis pares que acompañen la aprobación del presente proyecto de ley.
Proyecto
Firmantes
Firmante Distrito Bloque
SPINOZZI, RICARDO ADRIAN SANTA FE UNION PRO
PINEDO, FEDERICO CIUDAD de BUENOS AIRES UNION PRO
ZABALZA, JUAN CARLOS SANTA FE PARTIDO SOCIALISTA
SCAGLIA, GISELA SANTA FE UNION PRO
BULLRICH, PATRICIA CIUDAD de BUENOS AIRES UNION PRO
BALDASSI, HECTOR W. CORDOBA UNION PRO
BARLETTA, MARIO DOMINGO SANTA FE UCR
GIACCONE, CLAUDIA ALEJANDRA SANTA FE FRENTE PARA LA VICTORIA - PJ
DOMINGUEZ, JULIAN ANDRES BUENOS AIRES FRENTE PARA LA VICTORIA - PJ
ASSEFF, ALBERTO BUENOS AIRES UNIR
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Comisión
FINANZAS (Primera Competencia)
PRESUPUESTO Y HACIENDA