La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Expresar su repudio y preocupación por los hechos ocurridos el día 27 de abril de 2014 en la localidad de Posadas, provincia de Misiones, en los que dos jóvenes recibieron apremios ilegales por parte de seis policías de la provincia.

Señor presidente:

Los hechos denominados apremios ilegales por parte de la fuerza de seguridad de la provincia de Misiones se enmarcan en una clara violación de los Derechos Humanos, derechos garantizados por la Constitución argentina y los quebrantamientos a ellos se encuentran penados por nuestro cuerpo legal.

Estos actos de violencia injustificada por parte de la policía provincial merecen ser castigados con todo el peso de la ley, por personificar una conducta repudiable e inaceptable en nuestra sociedad. No se debe perder de vista que los agentes policiales al actuar uniformados actúan con la prerrogativa del poder público, por lo cual, cualquier acto de omisión a estos excesos significan una violación de las garantías constitucionales por parte del Estado.

El día 27 de abril de 2014 a horas de la madrugada dos jóvenes de 19 y 20 años recibieron por parte de seis policías de la provincia de Misiones una brutal golpiza. Las agresiones iniciaron alrededor de las cuatro de la madrugada frente a un club nocturno en la ciudad de Posadas, capital de la provincia, donde los uniformados los detuvieron y estando en el piso, reducido, lo sometieron a una ronda de golpes frente a los chicos que estaban en el lugar.

Luego los jóvenes fueron trasladados a la Comisaría Primera donde quedaron detenidos y continuaron las amenazas y las torturas. Incluso uno de los efectivos le robó la billetera a una de las víctimas con dinero y documentos personales.

En la presentación que realizaron las víctimas ante la fiscal Adriana Herbociani, uno de los jóvenes relato que había asistido al boliche de la capital misionera para buscar a su hermana y estando en el interior observó que el amigo que lo acompañaba estaba esposado en la puerta del local. Por lo cual, se dirigió a los efectivos y consultó los motivos y donde lo llevarían, obteniendo como respuesta que se dirigían a la Comisaría Primera. Cuando el joven quiso retirarse para buscar su auto y acompañarlos fue retenido por otro de los uniformados, y cuando la víctima pidió que el oficial se identifique, recibió un golpe en el rostro como respuesta.

El joven relató en la denuncia que "como acto reflejo le abrazo al policía de apellido Coronel, cuando me rompió la nariz y en ese momento se me abalanzan otros cinco, uno de apellido Rodríguez y empiezan a pegarme entre todos, me dan patadas, rodillazos y me golpean contra el suelo. "En ese momento me di cuenta que me sacaron la billetera y les grité que 'mi billetera no' pero no respondían, sólo me pegaban, entre todos, hasta que me esposaron y me subieron a una camioneta hasta la comisaría donde otro policía de apellido Lesiuk siguió agrediéndome porque le pedí que me vea un médico, al sentir mucho dolor en la zona abdominal".

En su declaración una de las víctimas contó que ninguno de los efectivos que lo agredieron tenía, las identificaciones colocadas a la vista. Además contó que segundos después del ataque, los empleados del boliche limpiaron la sangre desparramada en la vereda para que no queden rastros de la agresión.

El primer joven detenido relata que al momento de su detención le preguntaron si era amigo del hijo de un periodista que había denunciado la venta de estupefacientes en ese local bailable, por lo cual, el dueño del local tomo represalias.

Todo esto consta en la denuncia realizada en la Comisaría Primera ante el oficial subayudante Saúl Matías Solís. Las victimas todavía tienen secuelas de los golpes, como marcas de ellos y de las esposas.

La brutalidad policial que denunciaron estos jóvenes no pueden quedar impunes, la sociedad entera y todos los agentes del Estado provincial y nacional debemos repudiar estos actos. Estas personas en su calidad de agentes policiales no pueden tomar represalias contra jóvenes y menos por los dichos de un periodista. Todas nuestras fuerzas desde la vuelta a la democracia se encuentran en erradicar estas acciones de todos los estamentos de las fuerzas de seguridad del Estado.

Por lo brevemente aquí expuesto, solicito a mis pares su acompañamiento en este Proyecto de Resolución.