La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Solicitar al Poder Ejecutivo que, a través de los organismos que resulten competentes, informe lo que a continuación se solicita con referencia a la situación del parque de aeronaves de las Fuerzas Armadas y el Plan de Acción Progresiva (PAP):

1) Cómo se compone el parque de aeronaves de cada una de las fuerzas, indicando cantidad de aviones, modelos, año de fabricación, año de compra y horas de vuelo de cada una.

2) Cuál es el estado general de cada una de ellas, cuántas se encuentran en condiciones de volar con todo el instrumental en perfectas condiciones y cuántas no vuelan y sólo se utilizan para la obtención de repuestos.

3) Horas anuales de vuelo de cada aeronave durante los últimos 10 años, y participación de las mismas en exhibiciones y ejercitaciones combinadas.

4) Detalle las evaluaciones técnicas realizadas sobre la confiabilidad del instrumental de vuelo de los Mirage III de la Fuerza Aérea Argentina realizadas desde 2002 a la fecha y sobre las demás aeronaves militares de las tres fuerzas.

5) En qué consiste el Plan de Acción Progresiva (PAP), cuál es su presupuesto plurianual, qué compras de material aéreo prevé y cuál es su grado actual de ejecución.

Señor presidente:

La historia de los Mirage en Argentina comienza en 1968, cuando el gobierno compró a la corporación Dassault 10 aeronaves monoplazas Mirage III y 2 biplazas de entrenamiento avanzado, designados EA y DA respectivamente, y continuó entre 1972 y 1983 hasta alcanzar, aparentemente, más de 90 aeronaves provenientes de Francia, Israel y Perú. Dejando de lado los primeros aparatos de origen francés, que eran nuevos, el resto era material usado.

Los Mirage III realizaron misiones de intercepción, caza, escolta, cazabombardeo, despliegues operativos a diversos puntos del país y, obviamente, de formación de nuevos pilotos. También participan en ejercitaciones de la Fuerza Aérea Argentina, conjuntas y combinadas con otras fuerzas, como actúan en la defensa aérea de cobertura en eventos que involucran a líderes internacionales (Cumbre de las Américas, Cumbre Iberoamericana, Unasur, Mercosur, etc.).

Pero además, la presencia de los Mirage III, en otra época, era excluyente en diversos espectáculos aéreos, aniversarios de la Fuerza Aérea, de aeroclubes y otros festejos.

Sin embargo, en el 29º aniversario del bautismo de fuego de nuestra Fuerza Aérea en la guerra de Malvinas, lo novedoso fue que hubo desfile aéreo, pero sin ningún Mirage.

Cobran sentido entonces las versiones que indican que estas aeronaves de origen francés sólo remontan vuelo con meteorología ideal porque el "horizonte artificial" (ADI), un instrumento clave que le permite al piloto conocer la posición relativa del avión en el espacio, si está en giro, en ascenso, descenso o en vuelo invertido, presenta fallas graves y hace inseguro el vuelo en condiciones meteorológicas para las cuales se requiere del instrumental de vuelo, es decir, cuando el piloto pierde la capacidad de orientarse por observación directa como producto de la existencia de nubes, niebla, disminución de la luz u otros factores.

Desde el fallecimiento del piloto Marcos Peretti al precipitarse el Mirage III que piloteaba durante una exhibición desarrollada en Tandil con motivo del 25º aniversario del bautismo de fuego de la Fuerza Aérea, en el 2007, los aviones Mirage están en el ojo de la tormenta. Aparentemente, el primer teniente Marcos Peretti no habría podido sobreponerse a la desorientación con un instrumento defectuoso cuando su Mirage en pleno giro penetró un manto de nubes tras pasar rasante sobre la pista de la base aérea.

Producto del accidente, la entonces Ministra de Defensa, Nilda Garré, había afirmado que dichos aviones "dejarán de operar hasta tanto no se conozcan las causas de este accidente". A partir de allí se sucedieron una serie de informes técnicos que dirigidos al Brigadier General Normando Costantino, al Secretario de Planeamiento Oscar Cuattromo y llegaron hasta el actual ministro Arturo Puricelli, que recomiendan y disponen la desprogramación de los Mirage entre 2012 y 2014.

De acuerdo a especialistas técnicos del escuadrón de Tandil (1) , "las evaluaciones técnicas acerca de la confiabilidad del instrumental de vuelo se hicieron entre 2002 y 2005 arrojaron un número escalofriante de fallas". Durante el primer año, "187 lecturas erróneas de actitud en vuelos bajo condiciones IMC que se elevaron a 297 en el término de dos años".

Aparentemente, la falla común a todos los aviones Mirage es la central giroscópica que lleva las señales para posicionar el "horizonte artificial" (ADI), producto de un cableado eléctrico tan envejecido que provoca micro cortes de energía que son imperceptibles para el piloto, pero que afectan gravemente el funcionamiento de los instrumentos de vuelo.

Hubo proyectos para reemplazar la central giroscópica por equipos más modernos y para intercambiar repuestos provenientes de los Mirage 2000 de la fuerza aérea brasileña, pero ambos fracasaron.

Lo que se encuentra vigente es el Plan de Acción Progresiva (PAP), diseñado por la ministra Garré, "para recuperar y mantener las capacidades necesarias, el cual implica modificar las estructuras orgánicas, actualizar equipamientos y documentación técnica, modernizar infraestructura, incorporar tecnología, capacitar personal y adaptar sistemas logísticos." El PAP se debería implementar a lo largo de cinco años, "al término de los cuales se habrá recuperado el 100% de la capacidad aérea de las tres Fuerzas, y abarca, en orden de prioridad, los siguientes sistemas operativos: 1) Aviones de transporte, 2) Aviones de enlace, de entrenamiento y helicópteros y 3) Aviones caza-bombarderos. Específicamente, en cuanto a la capacidad de transporte aéreo (primera etapa del PAP), el Ministerio ha llevado a cabo en este 2007 los procesos licitatorios correspondientes para la incorporación de una serie de aviones de transporte mediano (ATM)."

Queda claro que el parque aéreo militar argentino es total y absolutamente obsoleto, y seguir insistiendo con el uso de los actuales Mirage es suicida y criminal. Por ello se hace necesario replantearse con seriedad y sin especulaciones, la necesidad de una importante inversión para reequipar a nuestras fuerzas armadas. No hacerlo, significa apostar a su disolución.

Por todo lo expuesto solicito a mis pares me acompañen en la aprobación del presente pedido de informes.