La Cámara de Diputados de la Nación

DECLARA:

Expresar profundo pesar por el fallecimiento de Carlos Trillo, reconocido y destacado guionista de historietas, escritor, ensayista y publicista, quien formara parte importante de la esencia del Comic Nacional e internacional.

Señor presidente:

Carlos Trillo había nacido en Buenos Aires el 1 de mayo de 1943 y murió el pasado 8 de mayo en la Ciudad de Londres, donde se encontraba realizando un viaje familiar con su esposa, la reconocida escritora Ema Wolf.

La noticia de su muerte nos dejo a todos tan perplejos como lo dejaban a él algunas preguntas que le hacía a diario sus seguidores, en un blog, cuando le consultaban por su proceso creativo al hacer una historieta y el les respondía..."que se yo".

Desde que nos enteramos de su muerte nos estamos preguntando ¿Por qué un hombre con tanto talento se muere así cuando todavía tenía muchos personajes por brindar y tanto más por enseñar a sus colegas más jóvenes?¿ Por qué se marcha así con tantos planes, esos planes que a él nunca le faltaban? ¿Por qué la muerte inesperada irrumpe así, lo sorprende, nos sorprende y nos deja inmersos en esta perplejidad?

A modo del decir de él, podríamos responder... "que se yo".

Lo que sí sabemos es que el comic del mundo perdió a un grande de verdad. Nada en su carrera fue predecible, ni siquiera su muerte. Este Incansable creador de personajes es una figura fundamental del Noveno Arte Nacional y Mundial de los últimos años. Después de Héctor Germán Oesterheld, (creador de El Eternauta) él es el segundo gran guionista de Argentina.

Pero su muerte no logró arrebatarnos el fabuloso tesoro en producciones que nos dejó. Sus obras son tan infinitas y maravillosas que atentan contra cualquier olvido. Un creador rodeado de innumerables anécdotas, fantasías y sueños, que logró formar generaciones de lectores que han trascendido a sus historietas. Su historia de vida tiene un recorrido tan fantástico y lleno de experiencias, que ha sabido compartir con todos y que con certeza, nos atrapan la atención como nos atrapaban sus historietas.

Este amante del cine italiano, como él se definía, había leído muchas historietas en su infancia lo cual, evidentemente, lo marcó para el resto de sus días. Tengamos en cuenta que Argentina tiene tradición en historietas. En la época de los años 40 y los 50 este tipo de publicaciones ocupaban la mitad del total de la venta de revistas.

En sus comienzos trabajó muchos años en la editorial García Ferré, donde escribió cuentos y guiones para las series de historietas Hijitus , Topo Gigio , La Familia Panconara , Antifaz y Zanzibar Joe. Participó de un Patoruzú Semanal, hizo algúnos guiones para Misterix y escribió historietas en los suplementos de Satiricón. Decía que su trabajo en García Ferré había sido un gran aprendizaje. Pero estos trabajos los hacía como una actividad secundaria. Para él ese fue un período de "doble vida", allí comienza a escribir las primeras cosas para que dibujara Alberto Breccia, empieza El Loco Chávez, participa en Skorpio y en Humor Registrado. Es en 1986, cuando con más de 40 años, deja la publicidad para hacer solamente historietas y recuerda de aquellos tiempos de trabajo que... "años y años trabajé en agencias de publicidad para pagar la cuota de la casa y las milanesas para los chicos".

Pero el destino ya le tenía preparado un encuentro con quien sería su predecesor y junto a quien harían historia, al ser ambos, los dos más grandes guionistas de nuestro país. Allá por 1966 tenía un programa de radio en la que entonces se llamaba Radio Municipal, que era la encargada de las transmisiones del Colón y pasaba mucha música clásica , pero también había conversaciones literarias, y se hacían reportajes. El Primero se lo hizo a Oesterheld.

Entre sus obras mas notables están :Un tal Daneri(1975) Alvar Mayor(1977-1982) , Cybersix(1992-1997), El Loco Chávez(,26/06/1975 a 10/11/1987) Las puertitas del Sr. López(1979), El Negro Blanco(1987-1994), Clara de noche(1992). El buen dios, Detective´s Studio, Nadie, Foster de las Islas, Kangaroo O'Neil, Peregrino de las estrellas, El, Los viajes de Marco Mono, Laura Holmer, Oro blanco, Los enigmas del P.A.M.I., Extraño Juicio a Roy Ely, El, Polución nocturna, Merdichesky, El planeta del exilio, Misterio de Ulises Boedo, Los, Buscavida, Historias mudas, Leyenda de las Cuatro Sombras, La, Tierra de monstruos, Toh-Or, Nuestro hombre en Banana, Viajero de Gris, Matando el tiempo, Memoria del viejo mundo, El último recreo, Piñón Fijo, Tragaperras, Charlie Moon, Custer, Basura, Husmeante', Peter Kampf, lo sabía', Light & Bold, Flopi, Fúlu, Loco por el jazz, Cosecha Verde (conocido en España como "La Gran Farsa"), Irish Cofee, Big Bang, Iván Piire, Recuerdos de la Luna, Hyter de Flok, Boy vampiro, Un policía con pocas luces, El hombre que deseaba demasiado, Náufragos, El tapero del terror, Grogro, Looking for Hoover, Zandunga, Dragger, Video Noire, Leticia imagina, ¿Nevada fatal sobre Buenos Aires?, Rata cruel (parodia de Disney), Borderline, Spaghetti Brothers, Danny Cold, Doppelkiller, Historia de la vida de Arcabuz, Los misterios de la Luna roja, Recuerdos que matan, La culpa es de esa mujer, Espejismos sutiles, Zachary Holmes, Cicca Dum Dum, Sick Bird, Chicanos.

Como ensayística escribió: El humor gráfico, El humor escrito, Las historietas, Historia de la historieta argentina.

Premios que recibió: Yellow Kid al Mejor Autor Internacional (1978 y 1996) Mejor Guionista del año en el Salón Internacional del Cómic de Barcelona (1984) Premio Alph'Art (1999) Gran Premio del Humor en lengua francesa (2000).

"El Síndrome Guastavino", una novela gráfica oscura y fascinante, sobre la represión ilegal, fue candidata a mejor historieta del 2008 en el prestigioso festival de Anguleme (Francia).

Con Mandrafina, su dupla por más de 30 años, acababan de publicar en Francia el primer volumen de la serie "La guerra de los magos".

Carlos Trillo fue parte de esa generación irrespetuosa que generó la revista Satiricón, donde hacía pareja con Alejandro Dolina y trabajaba con Horacio Altuna, Oswald y Lito Fernández. Después junto a Dolina, Limura, Amengual, Broccoli y Martín Mazzei, el mítico diseñador de LD, Carlos Marcucci, se fueron de Satiricón a Mengano que incorporaba a Osvaldo Soriano, José María Jaunarena, Sanyú y Serguei, Quino, Oski y hasta Breccia. Junto a Alberto Breccia escribió en la revista Mengano,

Trabajó con los más grandes, con Breccia, Altuna, con Mandrafina, Bernet, Risso, Ernesto García Seijas, pero él lo era aún más, cuando se lo escuchaba hablar con admiración de sus colegas en este medio, algo que no muchos pueden hacer. Decía cosa como estas ..."Guionistas hubo y hay a montones pero Oesterheld se lleva el primer premio, Leonardo Wadel, Julio Almada (Julio Anibal Portas), Ray Collins (Eugenio Zappietro), Mark Shane (Edgardo da Mommio),los talentos de Editorial Abril de la década del ´50 (Boris Spivacov, Pedro Orgambide, la inconmensurable Beatriz Ferro). Más los Robin Wood, los Morahin, los Cristobal María Paz, los Álvarez Cao de Columba, los Carlos Albiac y los Emilios Balcarce de Record, los Marcelo Birmajer, los de Santis, los Agrimbau de Fierro. Y los autores de dibujos que escribían y escriben sus propios textos como Mazzone, como Quinterno, como García Ferre, como ese genio que se llamó Héctor Torino y que retrató en historieta una forma de vida barrial que ya no existe. O los actuales Rep con su iluminada cabeza, Sendra, Liniers, Max Aguirre. Guionistas internacionales que me gustan mucho: Los italianos Tizziano Sclavi y Alfredo Castelli.

Los franceses Pierre Christin, que está cada vez mejor, y la banda de Joann Sfar, Trondheim,Christophe Blain, Manu Larcenet, todos autores integrales que están haciendo una revolución en la historieta europea. Otra que es notable y también escribe y dibuja es la israelí Rutu Modan. Y acá, para mí, de Santis es Gardel".

Un gran compañero de trabajo, quien más que él para trabajar en equipo, respetuoso del trabajo del Otro, y si bien él no sabía dibujar admiraba a quienes dibujan sus guiones..."Cuando se hacen dúos hay que tocar de acuerdo porque si no el conjunto desafina. El guionista arranca primero y tiene que tener en cuenta cómo dibuja su compañero de trabajo. Uno tiene que tener ideas que estimulen a su coequiper, que no lo achanchen, que lo obliguen a concentrarse, que saquen partido de su estilo, que lo haga lucir bien".

Sus colegas le reconocen haber hecho de este oficio dignidad, laburo y prestigio ya que es quien le supo dar un lugar único a la historieta: "La historieta como utopía, porque allí se puede todo y es mas barata".

De su legado y sus consejos podemos decir mucho porque él transmitía sin mezquindades todo lo que sabía. Un sabio que supo compartir sus conocimientos y sus experiencias sin límites; un ser bondadoso por donde se lo quiera mirar. Incansable buscador que se divertía al hacer sus guiones y que como el decía ..."no tomaba ningún tónico para que le salieran mejor las cosas".

Este maestro de guionistas, que se ubicó 40 años a la vanguardia, decía que "un buen guionista debía ser un gran lector y que contar buenas historias en viñetas requería saber de ritmo, estructura narrativa y, ante todo, saber escribir". El era un gran lector que amaba a los buenos escritores por eso dentro de sus consejos estaban: "que lean mucho, que sean curiosos, que miren, que escuchen, que anoten las huevadas que les vengan a la cabeza, que le den bola a los sueños. Y que escriban bien, en castellano, poniendo bien las comas, relatando con precisión. Para hacer una historieta no solo hay que llenar globitos con alguna gracia porque todo, las descripciones, el clima, tiene que sugerir, señalar, estar bien contado. Uno lee novelas, ensayo, ve películas, se mira un cacho para adentro, le pasan cosas y escucha lo que le cuentan la familia, los amigos, los compañeros, y algo de todo eso se va cocinando adentro para seguir construyendo historias. Lo que te dicen, lo que te hacen, lo que hacés, lo que lamentás, lo que te enoja, lo que te hace reír. Se te disparan las ideas mirando fotos, leyendo novelas, escuchando hablar a tu abuelita".

La Fantasía ocupaba un lugar muy importante para él, y dentro de esa inmensidad de obras que había leído rescataba a un autor, Gianni Rodari, (1920-1980) escritor, maestro y pedagogo italiano que escribió bellos cuentos infantiles y también una Gramática de la Fantasía donde proponía que además de enseñar gramática, historia y matemáticas, en la escuela había que enseñar Fantasía.

Este genial historietista que fue Carlos Trillo tenía la capacidad de desplegar ese mundo increíble de fantasías que todos tenemos adentro, sueños y deseos que nos resultaban tan familiares al leer sus guiones. Es que lo que escribía por momentos se nos hacía algo tan propio y conocido que esa cercanía nos identificaba con sus historietas. Justamente lo que a él le gustaba era escribir historias de costumbres urbanas con las torpezas y pequeñeces de nuestras mezquindades cotidianas; buscando darle vida a los personajes desde la realidad misma. Por ejemplo, el exitoso Loco Chávez siempre estuvo cargado de muchas intimidades ajenas, de gente que sentía y creía que le había pasado lo mismo alguna vez. ¿Pero cuál era entonces el éxito de sus personajes? Todo lo contrario a lo que uno podría pensar ya que para él sus personajes no debían ser ni héroes ni antihéroes si no personajes salidos de lo real, bastante familiares y comunes, a los que les pasan cosas todos los días. Y eso era suficiente para pasar a ser el centro de atención de todos sus lectores, ver y leer como sus personajes resolvían o no lo que otros vivía día a día.

Creo entender que este es el mensaje más importante que nos deja, el que se puede ser un tipo común y corriente al que le pasan cosas como a todos y lograr por ello trascender, por el solo hecho de contarlo, compartirlo. Se puede ser simple y pasar a la historia. Esta finita división entre la realidad y la ficción que él genialmente hacía, nos hacía jugar a todos en un escenario poniéndonos a veces adentro y otras afuera, como espectadores, contando historias tan comunes que cobraban relevancia a penas él comenzaba a escribir sobre ellas, haciéndonos sentir muchas veces, que los que nos pasaba aparecía contado allí en el diario y eso a muchos los convirtió en protagonistas.

Un hombre genial, desopilante, ocurrente que quedará para siempre en el corazón de tantas generaciones. Un creador de personajes que serán eternos como ahora lo será él también.

Señor Presidente, por todo lo anteriormente expuesto, es que solicito a mis pares acompañen la aprobación del presente Proyecto de Declaración.