La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Declarar de interés de esta Honorable Cámara la realización del 1º Encuentro Argentino de Productores de Camélidos, a realizarse los días 26 y 27 de julio en el Predio Ferial de Palermo, Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Señor presidente:

Con el auspicio de los Productores Argentinos de Llamas Alpacas y Guanacos Asociados (P.A.L.A.G.A), se realizará durante dos días del mes de julio el primer evento que tiene por objeto reunir a los productores pecuarios de camélidos sudamericanos.

La cría de estos animales representa un caso ejemplar de relación armónica entre las comunidades rurales y un recurso endémico de alto valor, generando beneficios que contribuyen a mejorar la situación socioeconómica de las comunidades rurales de la Puna, preservando sus tradiciones y conocimientos, y contribuyendo a la conservación del ecosistema. Existe una sabiduría instalada, base fundamental para el manejo de estas especies, que se encuentra en manos de comunidades rurales de menores recursos económicos del país

Existen cuatro especies de camélidos sudamericanos: la llama (Lama glama) y la alpaca (Lama pacos), ambas domésticas; y las silvestres guanaco (Lama guanicoe) y vicuña (Vicugna vicugna). La población total de camélidos americanos se estima en unos 7,5 millones de cabezas, de las cuales 51 % se encuentra en el Perú, 37 % en Bolivia, 10 % en Argentina y 2 % en Chile.

Aproximadamente unas 65.000 familias criollas e indígenas (aymarás, quechuas, chipayas y uruithus) dependen para sus ingresos y seguridad alimentaria, de la cría y pastoreo de camélidos tales como las alpacas y las llamas. Esas comunidades rurales están política, social y económicamente marginadas y, en consecuencia, carecen de capacidad para atraer inversiones. Una de las pocas opciones que poseen para superar esa marginación es la de agruparse en asociaciones que las vinculen con otros eslabones de la cadena de elaboración, transformación y comercialización de los productos derivados de esta actividad.

Por ello, la conservación de los recursos naturales vivos es fundamental para el bienestar de las comunidades rurales directamente ligadas a ellos. Revertir el proceso de deterioro y ordenar el uso de los recursos naturales con fines productivos para la conservación de la biodiversidad dentro del agro-ecosistema, tendrá pocas posibilidades de éxito si no está asociado a un tipo de retribución directa o indirecta que cubra los costos de conservación que se imponen a las comunidades involucradas. Entre las características más relevantes relativas al alto valor del manejo sustentable de camélidos en su hábitat natural, se destaca que son especies que habitan un ecosistema de particular fragilidad, con un alto valor desde el punto de vista económico y de mercado.

Existen posibilidades de manejo sustentable y aprovechamiento de fibra de las poblaciones de camélidos silvestres, cumpliendo los requisitos establecidos por los organismos internacionales. En tal sentido, tras la décima reunión de la Conferencia de las Partes en la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES PNUMA), que se llevó a cabo en 1997 en Harare, Zimbabwe, se adopta en forma unánime la transferencia al Apéndice II de la CITES de la población de vicuñas de la Provincia de Jujuy en Argentina, así como de las poblaciones en semi-cautividad que se encontraban en diferentes provincias del área de distribución de la especie. A raíz de ello, la Asociación Artesanos y Productores de San Pedro Nolasco de los Molinos, Provincia de Salta, contribuye directamente a la recuperación, conservación y manejo de una especie vulnerable, y se beneficia con la fibra de vicuña esquilada en vivo para producir una artesanía de alta calidad, acorde con el nivel artístico de los artesanos que la conforman y destinada a los más exigentes mercados.

Es preciso destacar que hasta épocas recientes el mercado de fibras de camélidos se basó fundamentalmente en los costos y cantidades de producción, sin importar la sustentabilidad del manejo de la especie, ni la situación socioeconómica de los productores y artesanos.

Por ello, la realización de este primer evento es de fundamental importancia para lograr intercambiar conocimientos, experiencia y estrategias de desarrollo sobre ésta actividad pecuaria, por constituir una alternativa sustentable en los ecosistemas alto-andinos y por mejorar las condiciones de vida de las comunidades rurales del Altiplano.

Por las razones expuestas, señor Presidente, y por la importancia que éste evento significará para el desarrollo económico y social en nuestro norte argentino, solicito el acompañamiento de mis pares para la aprobación del presente proyecto.