La Cámara de Diputados de la Nación

DECLARA:

Declarar su beneplácito al nombramiento, por parte del Parlamento, del general Michel Suleiman al cargo de Presidente de la República Libanesa y felicita a los distintos actores políticos libaneses, quienes a través del dialogo y el consenso permitieron este acto fundamental para superar la crisis político-institucional, a la que se vio sumergido este país en el transcurso de los últimos seis meses.

Asimismo se hace extensiva las felicitaciones a aquellos países y Organizaciones Internacionales, que colaboraron en las gestiones, en la creencia de que la normalización política constituye una condición imprescindible para la consolidación de la distensión regional en aras de lograr la paz en la región.

Señor presidente:

El día domingo 25 de mayo el pueblo libanés recupero la esperanza de recuperar la paz social y política, requisitos indispensables para el goce de la libertad, la seguridad, y el desarrollo pleno de los capacidades productivas.

Ese día el Parlamento libanés, nombro al General Michel Suleiman al cargo de Presidente de ese país, en lo que constituye un primer paso fundamental para poner fin a la larga crisis política que dejó al Líbano al borde de la guerra civil, desde el fin del mandato del presidente Emile Lahoud, hace seis meses.

Todos hemos sido testigo de los graves enfrentamientos entre las facciones políticas durante, los cuales se han cobrado la vida de parlamentarios y militares en diversos atentados y que alcanzó su punto de máxima tensión hace dos semanas, cuando estallaron en Beirut sangrientos enfrentamientos que dejaron 65 muertos y decenas de heridos.

La elección de Suleiman fue producto del consenso alcanzado entre la coalición gobernante y la oposición, gracias a la mediación de La Liga Arabe, en Doha capital de Qatar. El acuerdo alcanzado se reflejo inmediatamente en el comienzo de la normalización del país al abrir la carretera hacia el aeropuerto internacional de Beirut, reanudando los vuelos interrumpidos y la vuelta a los colegios y universidades tras su cierre por los enfrentamientos, iniciados el pasado día 5.

La regularización de la vida política-institucional de los países, es requisito indispensables para la seguridad de sus pueblos y países vecinos, ya que es en situaciones de crisis, caracterizadas por la ausencia del Estado, y por ende el garante del cumplimiento de la ley, donde los derechos de sus ciudadanos no solo no son respetados ante la impunidad resultante, sino que también constituye caldo de cultivo para el surgimiento y consolidación de posiciones extremistas. Esta situación es aún más preocupante debido al contexto regional, donde situaciones como estas no hacen otra cosa más que agravar la tensión y obstruir las iniciativas de paz en curso.

Por las razones expuestas es que solicito a mis colegas acompañen el presente proyecto.