La Cámara de Diputados de la Nación

DECLARA:

Su más enérgico repudio a la brutal represión desatada por parte de manifestantes identificados con el gobernador Béder Herrera y la policía provincial contra el pueblo de Famatina que se manifestaba en oposición a la megaminería a cielo abierto, una más las sucesivas y reiteradas acciones de censura, persecución, amedrentamiento y hostigamiento desarrolladas por el Gobierno de la Provincia de La Rioja contra la comunidad de Famatina, los integrantes de las asambleas ciudadanas por la vida, y sus autoridades religiosas y municipales.

Señor presidente:

Nuevamente una protesta contra la minería en Famatina terminó con una brutal represión con piedras por parte de los partidarios del gobernador Béder Herrera, brutalidad y excesos por parte de la policía provincial, más de 15 manifestantes heridos por balas de goma y 5 militantes anti mineros detenidos.

Todo sucedió pasado el mediodía del pasado sábado 11 de mayo, cuando una gran grupo de vecinos se movilizaron para rechazar la presencia del gobernador Luis Beder Herrera en un acto del justicialismo local.

Hasta el propio intendente fue agredido por la policía en el marco de un operativo que involucró un contingente policial integrado por unos 300 efectivos, con escudos y armas largas, que ocupó la localidad de Famatina para custodiar el acto de asunción de las autoridades bederistas, vallando las calles para cerrar el paso de los manifestantes y ocupando hasta el patio de la parroquia local, cuyo párroco, Omar Quinteros, adhiere a la lucha contra la minería.

El pueblo se reunió en la plaza San Martín para mostrar carteles contra la política minera de Beder Herrera bajo la consigna "El Famatina no se toca", mientras tanto, los periodistas denunciaban que para ingresar al pueblo había que mostrar documentación e identificarse, quedando en evidencia, una vez más, la política persecutoria del gobierno provincial desarrollada a través de tareas de inteligencia sobre los manifestantes anti mineros denunciada en reiteradas oportunidades.

Los incidentes comenzaron cuando un grupo prominero agredió a los vecinos que estaban en la plaza, a partir de lo cual la policía disparó balas de goma y hubo cinco detenciones, entre ellos dos voceras de las asambleas antiminería, Carina Díaz Moreno y Marcela Crabbe, que ya fueron liberadas, no sin antes pagar una multa de $ 280 porque la policía consideró que incurrieron en una contravención, razón por la cual "les pintaron los dedos".

La represión ya fue repudiada por organizaciones no gubernamentales y ambientalistas, gremios y partidos políticos.

Sucesos como el descripto revelan la conflictividad que produce este tipo de proyectos megamineros, sobre todo, cuando pretenden ser desarrollados ignorando y reprimiendo la opinión y expresión de la comunidad.

Lo que resulta incuestionable, y que el kirchnerismo no asume, es que gente común, un cura valiente, 2 intendentes, 2 diputados nacionales de la oposición y miles de anónimos riojanos, le pusieron un límite a la locura de un "capanga" de cabotaje que pretende censurar, acallar, atropellar, amedrentar, intimar, espiar, llevar por adelante, encarcelar, perseguir y difamar a todo aquel que se atreva a pensar distinto.

La comunidad riojana que se opone a la minería a cielo abierto ha demostrado, a lo largo de toda su larga lucha, sentido común, dignidad, libertad y solidaridad, en defensa de la vida y el medio ambiente.

Lo del Gobernador Béder Herrera no son agresiones casuales, aisladas o circunstanciales. Se trata de un verdadero sistema antidemocrático con un objetivo claro y evidente: acallar las voces en contra de la política minera oficial.

Ese silencio ansiado y muchas veces conseguido, por quienes en nombre de la democracia utilizan las herramientas del Estado para beneficio personal o con el fin de garantizar la instalación o permanencia de empresas multinacionales mineras, debe ser contrarrestado por la sonoridad del repudio de esta Honorable Cámara de Diputados de la Nación. De lo contrario, esta cámara seguiría avalando la censura, el espionaje, la extorsión, el chantaje, los golpes, las amenazas y los atropellos a los que día a día los ciudadanos de La Rioja se ven expuestos cuando se manifiestan a favor del ambiente y en contra de la megamineria.

Las reglas básicas de la convivencia democrática están construidas sobre la base del respeto a la diferencia, y es obligación de los diferentes órganos del Estado, bregar por su consolidación, permanencia, y desarrollo. Si por el contrario, quienes ejercen responsabilidades en dichos órganos, atentan, menoscaban, o impiden el reconocimiento de la diferencia, es nuestro deber como representantes del pueblo de la nación, defender los principios básicos que nos dimos como organización social.

Es por ello, que este proyecto tiene como objeto repudiar enérgicamente el accionar del Gobernador y los funcionarios del gobierno de la Provincia de La Rioja, defendiendo así las reglas básicas de la convivencia democrática.

Por todo lo expuesto, solicitamos la aprobación del proyecto de declaración.