La Cámara de Diputados de la Nación

DECLARA:

Su más enérgico repudio y condena a la permanente amenaza, inseguridad y persecución de la que están siendo víctimas sectores cristianos en Oriente Medio.

Señor presidente:

Hoy por hoy los creyentes cristianos están siendo víctimas de persecución padeciendo expropiaciones, desalojos y asesinatos.

La justicia y la seguridad de estos seres humanos nos moviliza a apelar a nuestro compromiso demandando que este cuerpo legislativo se haga eco de la situación que viven los cristianos de Oriente Medio.

Ética y moralmente no es adecuado acentuar unas causas y relegar otras al silencio. No bastan los cambios exteriores si no van acompañados y sostenidos por la implicancia personal profunda. Es preciso que nuestro país lleve a cabo acciones es pos de la lucha contra la persecución de las minorías cristianas en países de Oriente Medio como Siria, Egipto, Líbano e Irak. Asimismo apoye a las organizaciones internacionales que actualmente están proporcionando ayuda humanitaria a los desplazados con motivo de esta persecución y promueva en el ámbito de las Naciones Unidas la adopción de una resolución del Consejo de Seguridad encaminada a que se atiendan las necesidades de los cristianos en Oriente Próximo que debería someterse a votación de forma expedita atendiendo la trágica crisis humanitaria que la situación genera.

Hoy las iglesias cristianas sufren persecuciones en más de 150 países de todo el mundo. Esta situación se ha agravado en los últimos años en países de Oriente Medio, donde cada vez más las minorías cristianas son perseguidas por el hecho de profesar su fe. En el caso de Irak y Siria ya se habla de "un crimen contra la civilización y contra la humanidad". Por lo tanto, repudiar y hacerse eco de esta situación de crisis debe motivar a la denuncia de tales persecuciones y asesinatos de cientos de personas por motivos religiosos.

Asimismo hay que destacar que no se trata únicamente de una cuestión religiosa, sino de garantizar una serie de libertades como la libertad de profesar un culto y creencia, la libertad de conciencia y el supremo derecho a la vida.

En este sentido, instamos a este cuerpo legislativo a repudiar la permanente amenaza e inseguridad a la que se ven sometidos los sectores cristianos en Oriente Medio.

Por todo lo expuesto propongo la declaración que someto a consideración a la espera del favorable acompañamiento de las señoras y los señores legisladores con su voto.