La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Expresar su reconocimiento al equipo de investigación VICAM: Vicuñas, Camélidos y Ambiente, y a todas las organizaciones intervinientes en el Proyecto Conservando Vicuñas a través del desarrollo comunal en Santa Catalina, Puna de Jujuy, por haber obtenido el Primer Premio de Monografía Adriana Schiffrin 2012 (Undécima Convocatoria), referido al tema "Innovación por el ambiente", que otorga anualmente la Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN).

Señor presidente:

Mucho nos place que una institución de reconocida trayectoria y profundo aporte a la investigación y diagnóstico de los conflictos ambientales en nuestro país, como lo es la FUNDACIÓN AMBIENTE Y RECURSOS NATURALES, haya otorgado (en el marco de la presentación de su valioso Informe Ambiental Anual) el Primer Premio de Monografía Adriana Schiffrin 2012 a la Dra. Bibiana Vilá y al equipo de trabajo bajo su dirección, VICAM (Vicuñas, Camélidos y Ambiente).

Luego de 10 años de premiar trabajos monográficos ambientales, el Premio Schiffrin se renueva buscando ahora fomentar la innovación aplicada para ideas o proyectos que incluyan las tres variables de la sustentabilidad: social, económica y ambiental.

El trabajo premiado consiste en la obtención de fibra de vicuña para su comercialización en beneficio de la población originaria del lugar, luego de un proceso participativo y consensuado de captura y esquila. Se trata además, de un proyecto muy valioso por su potencial de generación de empleo, el favorecimiento del arraigo y la recuperación cultural, así como por su contribución a la mejora de la distribución de ingresos, los cuales, de continuar altos los precios internacionales de la fibra de vicuña, producirán un alto impacto en el desarrollo económico local.

Según las propias palabras del equipo de investigación, "se presenta en la Puna una situación con dos aspectos de mutua interdependencia y de interesante potencialidad: por un lado, la existencia creciente de poblaciones de vicuñas recuperándose luego de haber sufrido riesgo de extinción, y, por otro, poblaciones locales de fuertes raíces étnicas con una cosmovisión particular sobre la especie. En términos de recursos, esta interdependencia se hace notoria: la vicuña es la especie poseedora de una de las fibras de origen natural más valiosas del mundo y las comunidades locales tienen altos índices de pobreza y marginalidad".

Se asume, además, que "desarrollo local y conservación ambiental no son opuestos y que apuntar a ambos no es una utopía sino un desafío en el marco de la ciencia ambiental, entendiendo al ambiente como una compleja trama de interacciones biofísicas y socioculturales". (1)

En este contexto, y bajo este marco teórico, se desarrolló el proyecto en la comunidad de Santa Catalina, distante 60 km al oeste de La Quiaca, en la zona fronteriza con Bolivia. El equipo de investigación VICAM (principalmente CONICET) trabaja mancomunadamente con la Cooperativa de Productores (en formación), la Comisión Municipal, la Comunidad Aborigen AUCAPIÑA CHAMBI, la Comunidad Indígena de Moritos y la Escuela Polimodal, contando con el aval de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Jujuy. Y lo interesante, además de explorar, a través del chaku (o captura) de vicuñas silvestres, cuáles son las condiciones necesarias para que se cumpla armoniosamente la conjunción de la preservación de la biodiversidad y el desarrollo económico local, es que todas las conclusiones del proyecto de investigación se convirtieron en insumos para la elaboración de un Plan de Manejo de la citada especie, firmado conjuntamente por el equipo de investigación e instituciones de la comunidad y fue presentado a la Secretaría de Ambiente Provincial, para su posterior autorización. La fibra que se obtuvo quedó bajo custodia de la comunidad y debe licitarse o venderse según la normativa provincial.

En igual sentido, pero con una perspectiva más amplia, es intención del Proyecto que todos los resultados e ideas obtenidos a lo largo de su desarrollo, se constituyan también en insumos para la toma de decisiones ambientalmente sustentables, para lo cual se realizan esfuerzos por participar activamente en temas relacionados con legislación y políticas ambientales, como el Convenio Internacional de la Vicuña, o el asesoramiento en proyectos de leyes que involucran camélidos.

Es por ello que estoy convencido de que como legisladores debemos apoyar y alentar este tipo de iniciativas, toda vez que demuestran que es posible armonizar economías regionales con conservación de los propios recursos, ya que de ello se trata la verdadera soberanía, y solicito de mis pares la aprobación del presente proyecto.

(1) FARN, Informe Ambiental Anual, 2013