La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Rendir homenaje al inclaudicable defensor de la Constitución y el federalismo Coronel Felipe Varela, al cumplirse un nuevo aniversario de su fallecimiento, ocurrido el 4 de junio de 1870.

Señor presidente:

La lucha del caudillo catamarqueño Felipe Varela, lejos de ser un acontecimiento del pasado, nos enfrenta a la realidad de un pensamiento americanista y federalista que hoy valoramos como visionario. Es por eso que queremos rendirle homenaje, ya que su tesonera convicción debe ser el ejemplo de los esfuerzos que debemos realizar para construir la unión de los pueblos.

El Quijote de los llanos, como fue llamado, había nacido en 1821 en la localidad de Huaycama, en el departamento de Valle Viejo, provincia de Catamarca, y falleció en Ñantoco, en la hermana República de Chile, el 4 de junio de 1870. Fue el líder del último pronunciamiento de los caudillos del interior contra la hegemonía política de la provincia de Buenos Aires y se opuso a la masacre perpetrada por el gobierno nacional en contra de Paraguay en la grotesca Guerra de la Triple Alianza.

Las luchas internas luego de la independencia argentina fueron sostenidas entre los partidarios de la Nación confederada y quienes propugnaban un gobierno unitario centralista. El partido unitario, más reducido, contaba sin embargo con una ventaja: una mayor cohesión de sus ideas.

En efecto, podemos considerar que coexistían distintas líneas de pensamiento federales, devenidas de los disensos existentes sobre temas tales como las rentas de la aduana, la navegación de los ríos y las autonomías provinciales.

El federalismo bonaerense, sabiéndose dueño de los mayores recursos, mantuvo el status quo y el aislamiento del interior. El federalismo litoraleño, en cambio, propugnaba la libre navegación de los ríos interiores, sustentados por su privilegiada situación geográfica. Son las luchas del Chacho Peñaloza, Juan Saá, Juan de Dios Videla, los que encarnaron un programa de un nacionalismo integrador, abierto a los pueblos americanos, lucha que representó el Coronel Varela.

Ni Juan Manuel de Rosas, quien durante 17 años dilató la organización constitucional del país, ni Bartolomé Mitre, quien luego de Pavón intervino las provincias que le eran opuestas, respetaron el ideario federal del interior. Los pueblos del Noroeste y de Cuyo, alejados de los puertos del Atlántico, necesitaban mantener la relación con los vecinos americanos, cercenada luego del desmembramiento del virreinato del Río de la Plata.

El sentido de la Revolución Federalista de 1866 a 1867 es el respeto por el artículo 1° de la Constitución de 1853: "La Nación Argentina adopta para su gobierno la forma republicana, representativa, federal'. Como enfatiza Felipe Varela en su manifiesto del 6 de diciembre de 1866: 'Mi programa es la práctica estricta de la Constitución jurada, y la paz y la unión con el Paraguay y la solidaridad con las demás Repúblicas Americanas".

Desde este tiempo histórico también observamos que no se cumple con nuestra Constitución Nacional. Recordemos que en el artículo 75 inciso 2 señala: "Una ley convenio, sobre la base de acuerdos entre la Nación y las provincias, instituirá regímenes de coparticipación de estas contribuciones, garantizando la automaticidad en la remisión de los fondos"; y la Disposición Transitoria Sexta, aprobada en la reforma constitucional de 1994, estableció que una nueva ley de coparticipación debía ser sancionada antes de la finalización del año 1996.

Consideramos que el mejor homenaje a Felipe Varela es recordar su apasionada defensa de la legalidad constitucional y el federalismo. Como representantes del pueblo de la Nación Argentina no podemos resignar ese principio ordenador de nuestro comportamiento que es la República Federal.

Por todo lo expuesto, solicito la aprobación del presente proyecto.