La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Expresar su preocupación por el despido de la delegada del AFSCA en La Rioja, María Elena Reynoso, ocurrido el 5 de abril de 2014.

Señor presidente:

La delegada del AFSCA en La Rioja fue removida de su cargo por motivos poco precisos, con lo cual se sospecha que esta decisión se basó en realidad en su participación en la querella en contra del General Milani por la muerte del soldado Ledo y en otros dos procesos por delitos de lesa humanidad.

Utilizar criterios ideológicos para tomar una decisión sobre la continuidad de un funcionario público no parece adecuado cuando los motivos para optar por su remoción deberían ser de idoneidad técnica y/o moral.

El hecho de que se sospeche que su despido esté relacionado con el ejercicio de su profesión (cuando esto no implica incompatibilidades y además fue previamente anunciado al momento de su contratación) o con su postura respecto a un reclamo gremial, es de mínima preocupante.

Es importante dilucidar si efectivamente esto tiene que ver con su accionar como delegada del AFSCA o con otros motivos, pues el AFSCA es un organismo que se dedica especialmente a la protección de la comunicación, íntimamente asociada a la libertad de expresión. Sería entonces particularmente contradictorio que se expulse del organismo a una persona por sus ideas siempre y cuando estas respeten los principios básicos de la democracia. En este sentido, un accionar de este tipo no sería congruente con los ideales de pluralidad y diversidad de información en medios que pregona la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual 26.522.

La ex delegada adjudicó su remoción al descontento del Secretario Legal y Técnico de la Presidencia por su postura con respecto a un reclamo docente y del Gobernador Luis Beder Herrera por ser la abogada de la querella en una serie de juicios por delitos de lesa humanidad. Por otro lado, el Director Nacional de Delegaciones del AFSCA, expresó en la página web del organismo que: "Puede pasar que un funcionario se vea superado por ese trabajo y tenga que dar un paso al costado para que asuma otro que tenga un accionar más eficiente y a la altura de las obligaciones impuestas por la ley". Sin embargo, estas observaciones genéricas no son motivos precisos para desvincular a una persona que, por otra parte, no había recibido observaciones ni de la AFSCA ni de organizaciones de la sociedad civil hasta el momento de su despido.

Es por estos motivos que deseamos expresar nuestra preocupación en tanto no pueden caber dudas sobre si la desvinculación de un funcionario público se encuentra directamente relacionada con una postura en fenómenos particulares contraria al gobierno de turno. Por ello, les solicito a mis colegas que me acompañen con su firma en este proyecto.