La Cámara de Diputados de la Nación

DECLARA:

Su beneplácito por la declaración de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) que ubica a la República Argentina en el selecto grupo de once naciones que lograron cumplir tanto la meta de los Objetivos de Desarrollo del Milenio fijados en el año 2000 y de la Cumbre Mundial de la Alimentación del año 1996, que implica bajar a la mitad la prevalencia de la subalimentación y la cantidad de personas que la sufre, determinando como causas de ese lugar de privilegio, los planes sociales implementados, en particular la Asignación Universal por Hijo (AUH), al que consideró un esquema de transferencias que brinda atención al adecuado desarrollo y término del embarazo, la lactancia y los controles post natales, así como el Nuevo Estatuto del Peón Rural sancionado a fines del año 2011 que pone regulaciones a favor de los trabajadores del campo y los esfuerzos orientados a ofrecer una alimentación escolar saludable.

Señor presidente:

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) destacó que los planes sociales de inclusión llevados adelante por la República Argentina en los últimos años lograron "prácticamente erradicar" la extrema pobreza y la desnutrición.

Por ello, los avances en materia de seguridad alimentaria ubicaron a nuestro país en el selecto grupo de once naciones que lograron cumplir tanto la meta de los Objetivos de Desarrollo del Milenio fijados en el año 2000 y de la Cumbre Mundial de la Alimentación del año 1996, que implica bajar a la mitad la prevalencia de la subalimentación y la cantidad de personas que la sufre.

Asimismo, según el "Panorama de la seguridad alimentaria y nutricional en América Latina y el Caribe 2013" elaborado por la FAO, la República Argentina consiguió que sus índices de subalimentación se ubiquen por debajo del 5%, una conquista que comparte con las hermanas Repúblicas de Chile, México y Venezuela. Por lo que basada en esos guarismos, la organización internacional dependiente de las Naciones Unidas señaló que Latinoamérica es la región que mayores avances ha hecho en el mundo en la lucha contra el hambre.

De esta manera, empujado por estos países, la tasa de prevalencia de subalimentación bajó en la región a casi la mitad en los últimos 20 años. Más precisamente, se redujo de un 14,7% en 1990-92 a 7,9% en 2010-2013. A pesar de eso, la FAO aclaró que la distribución no es igual en todas partes: "Un quinto de la población del Caribe aún sufre subalimentación." En este marco, los países más afectados por el hambre son Haití, con un 49,8% de su población subalimentada, Guatemala con un 30,5%, Paraguay con el 22,3%, Nicaragua un 21,7% y Bolivia el 21,3 por ciento.

Al día de hoy se estima que unas 47 millones de personas pasan hambre en la región, lo que significa una caída de 3 millones respecto de 2010. La paradoja es que en América Latina y el Caribe se producen más alimentos de los que se requieren para el consumo de su población, pero como reconoce el informe, "existe un problema de distribución social de los alimentos como consecuencia de problemas en la distribución de los ingresos (desigualdad) y pobreza".

Así también, al referirse a las causas por las cuales Argentina logró un lugar de privilegio entre sus pares en la lucha contra el hambre, la FAO resaltó los planes sociales implementados por el país, en particular la Asignación Universal por Hijo (AUH), al que consideró un "esquema de transferencias que brinda atención al adecuado desarrollo y término del embarazo, la lactancia y los controles post natales". También resaltó el Nuevo Estatuto del Peón Rural sancionado a fines de 2011 que pone regulaciones a favor de los trabajadores del campo y los "esfuerzos orientados a ofrecer una alimentación escolar saludable".

A pesar de ello, Argentina comparte con Paraguay otro espacio destacado en lo que hace al estancamiento en los niveles de desnutrición global en menores de 5 años entre el período 1990-96 y 2005-12. Si bien Argentina allí se encuentra cuarto entre los países con tasa más baja, en los últimos 20 años fue la única nación que subió un punto porcentual la prevalencia de desnutrición crónica infantil.

En síntesis, y evaluando todos los factores antes mencionados, la FAO consideró que "el estado de la seguridad alimentaria y nutricional en la región es positivo y presenta buenas perspectivas para los próximos años". Ese enfoque se desprende del análisis de las cuatro dimensiones de la seguridad alimentaria: disponibilidad, acceso y utilización de los alimentos, así como también estabilidad en su consumo. Según el organismo de las Naciones Unidas, "la región muestra una producción de alimentos en cantidad suficiente para cubrir las necesidades calóricas de la población de América Latina y el Caribe; una reducción de los niveles de pobreza y pobreza extrema en gran parte de los países que fortalece la posibilidad de tener un adecuado acceso a ellos; una evolución en general positiva de los indicadores de desnutrición que permite identificar mejoras en la utilización de los alimentos; y unos precios que no están en un nivel tan alto ni volátil como en años anteriores, lo que da estabilidad al consumo y uso de los alimentos".

Entre los recursos que la FAO considera más efectivos para combatir la pobreza destaca los Programas de Alimentación Escolar (PAE). Allí, según estadísticas de 16 países latinoamericanos relevados por la ONU, los Estados invierten un promedio de 2000 millones de dólares anuales que alcanzan a cubrir a unos 67 millones de alumnos. El primer país en implementar los PAE fue Colombia en 1941, mientras que la Argentina lo hizo en 1984, con el retorno a la democracia. Hacia 2005, la Argentina alimentaba a 1,3 millones de chicos con esos planes.

El informe de la organización de las Naciones Unidas destaca que la implementación de estos programas varía de país a país. En la Argentina, por ejemplo, señalan la importancia de las cooperadoras escolares, a las que describe como organizaciones conformadas por familias de los alumnos que colaboran con el proceso educativo y que "comparten responsabilidades de gestión ya sea recibiendo recursos y fiscalizando su uso".

Nuestro país también recibe una especial consideración al hablar sobre las mejoras en la calidad de la alimentación recibida en las escuelas. Al respecto, la FAO mencionó a la República Argentina como una de las cinco naciones, junto a Chile, Costa Rica, Uruguay y México, que están realizando esfuerzos orientados a ofrecer una diversificada. Esto se mide en relación a los límites impuestos a los recintos escolares y su entorno para limitar la venta o provisión de comida "chatarra".

Por los argumentos vertidos, solicito a mis pares su acompañamiento para la aprobación de la presente iniciativa.