La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Dirigirse al Poder Ejecutivo Nacional para que en los términos del art. 100 inciso 11 de la Constitución Nacional, a través del Ministerio de Cultura; Secretaría de Culto; Comisión Nacional de Museos, Monumentos y Lugares Históricos; Dirección Nacional de Arquitectura y demás organismos competentes en la materia, informen a la H. Cámara de Diputados de la Nación acerca de los siguientes puntos vinculados a la preservación y puesta en valor del órgano de tubos "Aristide Cavaillé Coll-Mutin" del Santuario al Basílica de Nuestra Señora de Luján, Provincia de Buenos Aires.

1.- Precisar inicio, grado de avance y proyección en las tareas de preservación y restauración que requiere el órgano de tubos "Cavaillé Coll- Mutin" del Santuario-Basílica de Luján, valioso instrumento centenario que integra el acervo cultural de la feligresía y de la Nación.

2.- Determinar presupuesto de gastos previsto y pliego de condiciones técnicas elaborado de la restauración y puesta en valor física, sonora y musical del órgano de tubos "Cavaillé Coll- Mutin" de la Basílica de Luján.

Señor presidente:

El órgano de tubos "Cavaillé Coll- Mutin" es un instrumento que no tiene parangón en toda Sudamérica. Integra el acervo cultural basilical argentino y sudamericano.

Es una joya absolutamente insustituible, orgullo de cuanto organista nacional o extranjero tuvo oportunidad de ejecutar su música.

El célebre órgano, instalado como producto de la donación que al promisorio templo le efectuara Monseñor José L. Gallardo entre 1908 y 1910, constituye hoy un testimonio único de la organería romántica francesa en estas tierras de América del Sur. Como casi todos los productos derivados de la casa que fundara en Francia el genial e inquieto ingeniero Aristide Cavaillé Coll (1811-1899), el instrumento tubular consta de más de 4.000 tubos, tres manuales (teclados) y pedalera, y en sí mismo se convierte en una obra de arte que requiere y merece la protección que el Estado prevé para los bienes que integran el acervo histórico artístico de la Patria.

El órgano Cavaille Coll-Mutin de la Basílica se halla inoperable desde hace ya muchos años, pero increíblemente la mayoría de sus piezas se encuentran en estado original. Otros órganos, en países incluso con mayores recursos económicos, no han tenido la fortuna de conservar sus piezas como este instrumento.

En otro orden de cosas, la Basílica contó y cuenta, con un magnífico acompañamiento musical que ilustró sonoramente, y por décadas, el intenso rito litúrgico que un templo como el que cobija a la Venerada Imagen de Nuestra Señora de Luján siempre tuvo. Máxime cuando al frente de las labores musicales, la Iglesia Católica contó en el Santuario con la invalorable colaboración de un maestro organista de la talla de Giovanni Battista Milanese, gran músico italiano formado en Venecia, y que estuviera al frente de la música por un lapso de treinta años. Feligreses de todo el país e incluso del exterior no dejan de visitar el magnífico templo, encomendarse, agradecer y pedir a la muy milagrosa Virgen de Luján sin expresar su admiración por esa pieza organística excepcional, verdadera obra de arte artesanal y una reliquia para propios y extraños, y con indiscutible relevancia internacional.

El presente proyecto también halla su fundamento en las disposiciones normativas vigentes, según el espíritu y la letra constitucional, a cuyo articulado se suman los tratados internacionales con idéntica jerarquía.

Nuestra Ley Fundamental ordena a las autoridades "a la preservación del patrimonio natural y cultural" (Art. 41, párrafo 2°); y "corresponde al Congreso....dictar leyes que protejan.... El patrimonio artístico y los espacios culturales y audiovisuales" (Art. 75, inc. 19); por la competencia de la ley 12.665 y el Decreto PE N° 283/98 y normativa complementaria y auxiliar. El Decreto PEN Nº 283/1998 declaró a la Basílica Monumento Histórico Nacional.

Con base en ese decreto la Comisión Nacional de Museos, Monumentos y Lugares Históricos dependiente de la Secretaría de Cultura -Presidencia de la Nación tiene a su cargo la preservación de los objetos basilicales: mobiliario, imágenes, ex votos, tesoros e instrumentos musicales; muy especialmente, el órgano de tubos Cavaillé Coll-Mutin.

Asimismo, la Dirección Nacional de Arquitectura, dependiente del Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios Públicos encara y ejecuta las refacciones y la puesta en valor de la Basílica de Luján.

Si alguien descubriera una pintura de VAN GOGH, un manuscrito de MOZART o un violín de STRADIVARIUS en su casa, muy probablemente tomaría todas las precauciones necesarias para cuidar de tales piezas de valor. Su sensación sería similar a la que experimentan los organistas que tienen la suerte de estudiar, investigar, dedicar sus días a la profesión; cuando ejecutan en órganos históricos, como ese tesoro que se encuentra en la Basílica de Luján, Argentina: "el órgano de tubos construido por la casa CAVAILLÉ COLL-MUTIN.

El órgano CAVAILLÉ COLL- MUTIN de la Basílica se halla inoperable desde hace ya muchos años, pero gracias a la providencia o un milagro de la Virgen, la mayoría de sus piezas se encuentran en estado original. Otros órganos, tal vez en países con mayores recursos económicos, no han tenido la fortuna de este instrumento.

Las tendencias o modas de los organistas y la llamada modernización han destrozado muchos instrumentos; estas infelices modificaciones no son reversibles. El órgano de la Basílica estuvo muy cerca, en varias oportunidades, de estas desgraciadas cirugía. Pero en todos los casos un albur actuó en su favor.

Es divertida la historia que cuenta que durante la Segunda Guerra Mundial el párroco a cargo de la Basílica, de ascendencia francesa, se dirigió una mañana al coro y en la escalera se encontró con gente que estaba subiendo una nueva consola (teclados del órgano). Al preguntar qué era eso, le contestaron que procuraban modernizar el gran órgano. Al mirar que la "moderna consola" era de procedencia alemana, sentenció: "mientras yo esté aquí...nada alemán".

El sacerdote probablemente nunca llegó a enterarse del servicio que hizo al "principio de conservación de la obra de arte", cuando no dejó instalar esa moderna consola que hubiera desmerecido y cambiado totalmente el estilo del órgano. No se trata de rechazar al arte de la organería alemana. Simplemente aquello constituía un despropósito estético, quizá basado en la ignorancia de algunos en aquel momento particular.

Historias como estas hay muchas, algunas con tintes de corrupción: dinero destinado al órgano que nunca llegó allí o intrigas oscuras que no vienen al caso. Sin proponérselo hicieron que este instrumento llegue al siglo XXI en estado original, siendo así uno de los pocos en el mundo dignos de ser citados. Eso lo convierte, por supuesto, en una "rara avis".

Tengo para mí que este órgano, si fuese restaurado con el cuidado que los actuales estandartes de restauración internacional proponen y a partir de allí manteniéndolo como si se tratara de un incunable, será uno de los órganos más importantes del continente Americano. Un instrumento ideal para la Liturgia y los Conciertos.

Las grandes obras de CESAR FRANCK, LOUIS VIERNE, CHARLES-MARIE WIDDOR, MESSIAEN y otros, no podrían encontrar un mejor medio para su ejecución. Argentina podría contar entonces con una sede espléndida para festivales internacionales de música organística, en el no menos espléndido marco de la Basílica.

Muy pocos registros del órgano funcionan en la actualidad, pero el escaso sonido que puede escucharse al probar este magnífico instrumento, es celestial y mágico. Muchas veces ocurre que un mismo constructor no tiene el mismo resultado en todas sus creaciones. El órgano de la Basílica posee un toque de "aquello que no se puede explicar", o digamos que tiene "un ángel propio".

En virtud de las razones expuestas, someto este proyecto a la consideración de mis pares descontando su acompañamiento.