La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Expresar su beneplácito por el fallo del Tribunal Oral Federal N°1 de Rosario, que dictó prisión perpetua a los represores Oscar Pascual Guerrieri, Jorge Fariña, Daniel Amelong, Walter Pagano y Eduardo Constanzo, en la causa conocida como Guerrieri- Amelog por delitos cometidos en los centros clandestinos conocidos como la Quinta de Funes, la Calamita, Escuela Magnasco, la Intermedia y la Fábrica Militar Domingo Matheu.

Señor presidente:

El terrorismo de Estado, implantado por los militares en el año 1976 hasta el año 1983, significó el período más cruento y atroz en la historia argentina. La tortura, la desaparición forzada de personas, los secuestros, la reiterada violación de derechos humanos, son parte de un pasado reciente que toda la sociedad tiene muy presente y que no se debe repetir nunca más. Por eso hemos esperado con gran expectativa y hemos recibido con enorme alegría la sentencia a prisión perpetua para los represores durante el último y más violento régimen autoritario que asoló a la Argentina. Quienes sistemáticamente hicieron desaparecer personas, torturaron y mataron no merecen otra pena que la de prisión perpetúa. Sin duda es este un día que marcará un hito en nuestra historia.

Para juzgar a los represores se unificaron los delitos cometidos en los Centros Clandestinos de Detención La Calamita, Quinta de Funes, Escuela Magnasco, La Intermedia y la ex Fábrica Militar Domingo Matheu. Es un día que no olvidaremos, en el que se dejó constancia de que no se puede permanecer impune frente a la comisión de delitos aberrantes. El Tribunal Oral Federal Nº 1 leyó la sentencia contra Oscar Pascual Guerrieri, Jorge Fariña, Daniel Amelong, Walter Pagano y Eduardo Constanzo por los crímenes de lesa humanidad cometidos durante la dictadura en centros clandestinos de detención de la ciudad de Rosario y alrededores. La pena deberá ser cumplida en cárceles comunes. Sólo Guerrieri y Constanzo serán sometidos a una evaluación médica para saber si seguirán gozando de prisión domiciliaria.

Los crímenes cometidos - privación ilegitima de la libertad, agravada por mediar violencia y amenaza de aplicación de tormentos agravados por ser las víctimas perseguidos políticos- fueron considerados de lesa humanidad por los magistrados, que por esta razón hicieron lugar a la condena que pedían los querellantes.

Las querellas que pedían cadena perpetua en cárceles comunes a los imputados fueron cinco: Juan Rivero, Ramón Verón y Adela Panelo de Forestello con la representación legal de las abogadas Gabriela Durruty, Daniela Asinari y Jesica Pelegrini; Cecilia Nazabal, Fernando Dussex, Alicia Gutierrez, Eduardo Toniolli, Sebastian Alvarez y Olga Moyano representados por los abogados de Hijos, Ana Oberlin y Nadia Schujman; la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación con el aporte legal de Ana María Figueroa, la abogada Virginia Blando en representación legal de la querellante Adriana Arce y la representante legal del Ministerio Público de la Nación, la fiscal Mabel Colalongo.

Las víctimas que fueron parte de esta causa y que estuvieron ilegalmente detenidas en los Centros Clandestinos de Detención son Jaime Dri, Eduardo Toniolli, Jorge Horacio Novillo, Estela Hillbrand de Del Rosso, Raquel Negro, Carlos Laluff, Marta Maria Benassi, Miguel Angel Tosetti, Oscar Daniel Capella, Ana Maria Gurmendi, Fernando Dussex, Hector Retamar, Maria Aleda Lloveras, Teresa Soria de Esclate, Marta Maria Forestello, Lliliana de Brusone, Susana Miranda, Ariel Morandi, Adriana Arce, Ramon Veron, Juan Rivero, Olga Moyano, Tulio Valenzuela, Hilda Cardozo, Alejandro Luis Novillo, Susana Zita, Carlos Alberto Novillo, Graciela Zita, varios de ellos en carácter de desaparecidos hasta hoy.

Los jueces que integran el Tribunal Federal Nº1 Omar Paulucci, Jorge Venegas Echagüe y Beatriz Caballero de Baravani, se sentaron en una sala colmada, frente a ellos los imputados esperaban escuchar el veredicto. Afuera, una importante concentración esperaba el fallo. Luego de leer las condenas un aplauso estalló en la sala, donde familiares y amigos de las víctimas no podían disimular su emoción.

Sr. Presidente, nos gustaría transcribir el testimonio de algunos querellantes, con el sólo objeto de transmitir lo que significa para las víctimas y organismos defensores de Derechos Humanos esta condena que seguramente ha de sentar precedente: para la abogada querellante Daniela Asinari, "la sentencia alcanza realmente las expectativas que teníamos y estamos felices no solo porque las penas son de prisión perpetua sino porque el tribunal dispuso que se revoque la prisión domiciliaria de Guerrieri y Constanzo a excepción de evaluaciones médicas se determine si corresponde". Ramón Verón, querellante y sobreviviente de la ex Fábrica Militar, aseguró: "Es la condena que esperábamos en virtud de que había 17 homicidios comprobados y más allá de que el tribunal no venía teniendo una buena actitud se puso a la altura de las circunstancias y eso es saludable". Juan Rivero, querellante y sobreviviente del Centro Clandestino de Detención de la ex fábrica Militar sostuvo: "la verdad que fue una emoción muy grande, no pensé que iba a ser así ya que estaba condicionado por tanto tiempo de impunidad, de dolores y de negaciones y en estos momentos, cuando vi que todas las cosas eran favorables no lo podía creer". "Simplemente puedo decir que el futuro depende de todo esto y ahora somos mucho más optimistas", disparó el ex concejal de Rosario. Héctor Medina, integrante de Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas de Rosario dijo: "Esta condena estableció con absoluta claridad que acá hubo un genocidio con objetivos políticos para aplicar un modelo económico que hoy todavía padece nuestro pueblo".

Sr. Presidente, creemos que hay sobradas razones para que esta Cámara manifieste su beneplácito por esta histórica condena. Es por ello que solicitamos la aprobación del presente proyecto.