La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

1)Dirigirse al Poder Ejecutivo de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, actualmente encabezado por el Ing. Mauricio Macri, a fin de que a través de los organismos que correspondan se sirva informar a esta Honorable Cámara respecto de cuestiones vinculadas con las reformas edilicias llevadas a cabo en el Teatro Colon, y sobre las sanciones, demandas judiciales y demás medidas adoptadas en contra de sus trabajadores, en punto a los siguientes requerimientos:

a)Se sirva informar cuales fueron los criterios utilizados para llevar adelante la monumental obra de reformas a la que fue sometido el edificio del Teatro Colon.

b)Por qué una obra de refacción que estaba planteada para 14.000 m2 del edificio, se extiendió luego a los 58.000 m2 que comprenden a la totalidad de la superficie del Teatro.

c)Atento a que al día de hoy, más del 30% de la obra se encuentra sin ejecutar, solicitamos se sirvan informar acerca de la marcha de la ejecución de las mismas, plazos previstos y razones de la demora, como así también de la incidencia en sus costos.

d)Cómo se resolverá la situación derivada de la refacción y redistribución del espacio del Teatro, por la cual la superficie destinada para talleres (espacios de producción propia) se vió reducida en un 60%, forzando a que muchos de esos talleres deban realizar sus actividades en locaciones extramuros, con precarias condiciones de seguridad, salubridad e higiene para sus trabajadores, y el consecuente perjuicio y riesgo para los mismos y para sus tareas.

e)Se informe cuales fueron los criterios para disponer el traslado compulsivo, desordenado y descuidado de los bienes muebles integrativos del patrimonio del Teatro, cual fue su destino, cuales fueron sus condiciones de almacenamiento, y cuales son los faltantes registrados, aclarando la razón de los mismos.

f)Se explique bajo qué normativa y en base a qué criterios, se llevó adelante la demanda millonaria de 55 millones de pesos con inhibición de bienes, contra ocho trabajadores del Teatro, cuando la demanda tiene como único fundamento que los mismos hayan ejercido el derecho de huelga, consagrado por el art. 14 bis de la Constitución Nacional.

g)Se informe bajo que normativa los trabajadores sufren descuentos que van desde un 50% hasta un 100% de su salario, aclarando si tal medida ha sido adoptada en represalia al derecho de huelga ejercido por aquellos.

h) Se informe en base a qué criterios y con que fundamentos se iniciaron sumarios a 25 trabajadores del Teatro.

i) Se informe cuales fueron los criterios culturales y económico-financieros que se tuvieron en cuenta para proceder al aumento del valor de las entradas, que oscilaron entre el 200% y el 730 % respecto de los vigentes al mes de Mayo del 2010.

j) Se informe cuales fueron las razones por las cuales las entradas de más bajo costo fueron las que sufrieron el incremento más desmesurado, y, por el contrario, las de mayor costo fueron las que sufrieron los menores aumentos, indicando si se tuvieron en cuenta los efectos que dicha decisión traería aparejada en relación con el público afectado y su posibilidad de acceso a los espectáculos del Teatro.

2) Exhortar al Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires a fin de que solucione las graves irregularidades denunciadas tanto en materia edilicia, mobiliaria y espacial del Teatro Colón, como así también las condiciones de trabajo y seguridad de sus dependientes, y de que deponga la actitud persecutoria y de hostilidad asumida contra ellos, que ha llevado a la realización de injustificables sumarios, suspensiones y despidos indiscriminados, demandas judiciales millonarias, y congelamientos salariales denunciados, en el ámbito del emblemático Teatro, y en flagrante violación a la normativa vigente.

Señor presidente:

El tema que lamentablemente nos ocupa no es nuevo: Con fecha 9 de Diciembre de 2010 y 3 de Febrero de 2011, presenté sendos proyectos de resolución (Expte. 8547-D-2010 y 8716-D-2010, respectivamente), en los que proponía a esta H. Cámara que expresara su más enérgico repudio, tanto por las amenazas de represalias, sumarios y suspensiones que el Gobierno de la CABA, encabezado por Mauricio Macri, venía llevando a cabo contra los trabajadores del Teatro Colón como contrapartida de los legítimos reclamos efectuados por estos últimos, cuanto por la inédita y antidemocrática actitud de dicho Gobierno, de entablar una millonaria demanda judicial contra algunos de esos trabajadores, responsabilizándolos absurdamente por las pérdidas que el ejercicio constitucional de su derecho de huelga, traerían presuntamente aparejadas al erario público.

Se expresaba asimismo la honda preocupación que generaban las graves falencias edilicias del Teatro en perjuicio de sus trabajadores, y se exhortaba en ambos casos al gobierno porteño a que depusiera su actitud y a que solucionara la problemática aludida.

Poco tiempo después, y habiendo tomado contacto con los trabajadores del histórico y tradicional Teatro Colón, verdadero orgullo de la CABA, no puedo menos que manifestar que los problemas denunciados no solo no han sido solucionados por la gestión marcrista, sino que los mismos se han extendido y agravado.

Lo dicho me lleva a solicitar una vez más a esta H.Cámara que proceda a levantar su voz a través del presente pedido de informes al Poder Ejecutivo del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires: La situación del emblemático Teatro es desesperante, tanto más la de sus trabajadores.

Indigna y preocupa escuchar el relato de los mismos, quedando al descubierto la situación de total desamparo que atraviesan, huérfanos como están de la protección de las leyes, ya que en el ámbito del Colón hay una violación descarada de las normas tutelares del Estado de Derecho.

Toda esta situación comienza con la ejecución del "Master Plan" de refacción del Teatro; detrás de este plan de remodelación edilicia, subyace un objetivo más profundo que es llevar adelante un nuevo modelo de gestión del funcionamiento del emblemático Teatro.

Históricamente, el Teatro Colon funcionó con una lógica de Teatro integral; él mismo - sus trabajadores, para ser más precisos- producía los insumos que necesitaba para sus espectáculos, de allí que el edificio tuviera destinados muchos de sus metros cuadrados a los llamados "Talleres" que son espacios de producción propia: Hoy se pretende llevar adelante una nueva lógica de funcionamiento, la cual responde al modelo de la tercerización, para dejar de lado un modo de funcionar que aseguraba la calidad y excelencia de los espectáculos del Teatro Colon. Otras experiencias similares, como la de "La Scalla de Milan", dan cuenta de que este nuevo modelo que se quiere implementar ya ha fracasado. Lo que pasó en 'La Scalla' fue que el modelo de tercerización elevó los costos hasta 5 veces más de los que afrontaban en el modelo de funcionamiento anterior.

Sin perjuicio de que el ejemplo dado corresponde a un contexto histórico-social distinto, el mismo resulta demostrativo del sinsentido de dejar los trabajadores librados a su suerte y, lo que es peor, hostigarlos indiscriminadamente, para luego verse obligado el gobierno comunal, a salir a contratar con costos altamente superiores , que también afrontamos todos los vecinos de la CABA, los mismos servicios y tareas que con nivel de excelencia prestaban sus propios trabajadores: Persecuciones, despidos, desocupación y mayores e innecesarias erogaciones configuran el ideario neoliberal que caracteriza la gestión del actual Jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, y que llevan a la angustiante situación que hoy atraviesan los trabajadores del Teatro, sumariados, demandados y con pérdida de su fuente de trabajo.

Además, la gestión del actual gobierno de la Ciudad de Buenos Aires ha optado por establecer una relación con sus empleados bajo un paradigma de represión indiscriminada, acoso laboral, persecución política e ideológica, y 'demonización' de la cosa pública, en su intento de aparecer como un representante de la "Mano Dura" y de la "tolerancia cero", intentando reducir el actual estado de situación de los trabajadores del Teatro Colón a un conflicto gremial por aumento de salario, lo cual constituye una visión totalmente sesgada, acotada y tergiversada del conflicto, ya que el mismo va más allá de un conflicto nacido por un reclamo limitado al tema salarial.

Lo que realmente se está poniendo en juego es toda una nueva forma de gestionar un espacio público, que se acerca más a una lógica de gestión empresarial, donde el recurso humano es simplemente una pieza de recambio: El conflicto con los trabajadores comienza en Enero del 2009 con la asunción de Pedro Pablo Garcia Caffi - ex integrante del Cuarteto Zupay, que supo ser otrora portavoz de reclamos justicieros y democráticos- como Director del Teatro Colón.

Una de sus primeras tareas fue la de reducción de personal artístico, técnico y administrativo, mediante la disolución de sectores de la planta permanente, y el traslado de contratados a otras dependencias de gobierno. Un año más tarde pasó a disponibilidad a 138 trabajadores más, y comenzó con un plan de jubilación compulsiva.

Es en Agosto del 2010 que el conflicto se agrava, cuando debido al notable atraso salarial que padecían, los trabajadores solicitan una recomposición salarial del 40%, y el mejoramiento de las condiciones de trabajo. Pasados unos 15 días del reclamo, las autoridades seguían sin pronunciarse sobre el mismo; la respuesta de las mismas fue el comienzo de una serie de medidas coercitivas tales como: acoso, discriminación ideológica, maltrato psicológico, descuentos en los salarios entre un 50 y 100 %, entre otras.

Esta situación se siguió desarrollando y agravando a lo largo de los meses, sin lograr que ni el gobierno de Macri, ni las autoridades del Teatro, hicieran alguna propuesta para solucionar el conflicto. Muy por el contrario, se encargaron de estigmatizar y deslegitimar el reclamo, reduciéndolo a un simple conflicto por aumento salarial que llevaba adelante un minúsculo grupo de trabajadores.

Más allá de querer bajar el nivel de conflictividad, tanto el gobierno como las autoridades del Teatro optaron por redoblar su postura de inflexibilidad, al decidir sumariar a 25 trabajadores, y trabar una demanda millonaria (55 millones de pesos) con inhibición de bienes sobre 8 de esos 25 trabajadores sumariados: ESTA ULTIMA ACCION DEL GOBIERNO DE LA CABA ES INEDITA, Y CARECE DE ANTECEDENTES EN LA HISTORIA DE LA CIUDAD DE BUENOS AIRES.

Que un Gobierno surgido democráticamente demande a sus trabajadores como consecuencia del legítimo ejercicio del derecho de huelga consagrado por nuestra Carta Magna, no solo no registra antecedentes, sino que además ratifica hasta límites insospechados, el sesgo clasista y marcadamente ANTIPOPULAR de la gestión macrista.

Es evidente entonces que las autoridades del Teatro Colón - siguiendo precisas instrucciones del Jefe de Gobierno de la Ciudad, que no ha trepidado en despreciar y 'ningunear' a los trabajadores afectados frente a cuanta cámara o micrófono se le pusiera enfrente-, incurrieron en una política persecutoria, la cual se ha llevado a cabo avasallando las normas vigentes, el Estado de Derecho, las sentencias judiciales, y la propia Constitución porteña, además de la Nacional.

La situación por la cual atraviesan el emblemático Teatro Colon y sus dignos trabajadores es de tal gravedad que se hace necesaria la urgente participación de este H. Congreso, que tiene entre uno de sus deberes fundamentales, velar por la defensa del patrimonio social y cultural de nuestro pueblo.

Por tales razones pido la aprobación del siguiente proyecto