El Senado y Cámara de Diputados...

ARTICULO 1.- Crear el Programa de Educación para la Democracia con el objetivo de contribuir a la consolidación y fortalecimiento de la vida democrática en nuestro país mediante la estrategia de formación de formadores.

ARTICULO 2.- El programa, de duración semestral, estará dirigido a docentes de los niveles primario y secundario de escuelas públicas de todo el país, seleccionados a razón de uno por nivel y por jurisdicción en cada apertura de la actividad. Se realizarán dos actividades por año de manera consecutiva.

ARTICULO 3.- Los postulantes podrán participar del proceso de selección a partir de la presentación de una o más experiencias de actividades y labores académicas sobre valores democráticos, participación ciudadana y poder político que hubieren desarrollado con sus alumnos en los ámbitos institucionales en los que se desempeñan en calidad de docentes.

ARTICULO 4.- El Programa de Educación para la Democracia tendrá como objetivos específicos capacitar docentes en:

a) La promoción de la cultura democrática en la escuela a través de la incorporación de prácticas y valores democráticos como la legalidad, el diálogo, la igualdad, la transparencia, la participación, los derechos ciudadanos y humanos, la solidaridad y la responsabilidad ciudadana, entre otros.

b) El funcionamiento de las organizaciones estudiantiles y el desarrollo de valores democráticos desde el ámbito escolar.

c) El desarrollo y la apertura de diversas formas de participación escolar.

d) La educación, la formación, la sensibilización, la información, las prácticas y las actividades dirigidas a promover y proteger la democracia y el Estado de derecho.

ARTICULO 5.- El programa de formación contendrá un componente inicial a distancia y un componente presencial de tres jornadas consecutivas de actividad académica a desarrollar en la Cámara de Diputados. El componente a distancia dará un énfasis mayor a los contenidos teóricos. El componente presencial favorecerá la formación práctica con visitas y observación de diferentes actividades de la Cámara como sesiones parlamentarias, trabajo en comisión, visita a despachos de legisladores, entre otras.

ARTICULO 6.- Del componente presencial podrá participar además la máxima autoridad del establecimiento en el cual el docente se desempeña. Los gastos que demande la misma también se integrarán al presupuesto del Programa, no será obligatoria y no condicionará la participación de los docentes seleccionados.

ARTICULO 7.- Un año después de la participación en el Programa los docentes deberán informar por escrito las mejoras que han introducido a las actividades específicas que sobre el tema venían a desarrollado, o las nuevas actividades específicas que hubieren desarrollado.

ARTICULO 8.- El Instituto de Capacitación Parlamentaria será la entidad responsable de la implementación del Programa. En su diseño curricular, implementación y evaluación participará un representante de cada bloque o interbloque parlamentario.

ARTICULO 9.- Los gastos que demande la realización de toda la actividad incluyendo traslados, estadía y viáticos de los docentes serán incluidos dentro del presupuesto anual de gastos de la Cámara de Diputados.

ARTICULO 10. De forma.

Señor presidente:

Los pueblos de América tienen derecho a la democracia y sus gobiernos la obligación de promoverla y defenderla (Carta Democrática. Art. 1)

En el año 2001 todos los Estados miembros de la Organización de Estados Americanos adoptaron la Carta Democrática Interamericana que enfatiza la importancia de promover valores democráticos para establecer una cultura democrática. Específicamente en su artículo 27 se expresa que "Se prestará atención especial al desarrollo de programas y actividades para la educación de la niñez y la juventud como forma de asegurar la permanencia de los valores democráticos, incluidas la libertad y la justicia social"(Art. 27). Ello constituye un reconocimiento de que la educación es un pilar clave en el fortalecimiento de las instituciones democráticas y refleja el compromiso asumido a ponerlo en práctica a partir de la firma de dicho documento.

Esta iniciativa se tradujo posteriormente, en el año 2005, en la adopción del Programa Interamericano sobre Educación en Valores y Prácticas Democráticas a cargo de la Comisión Interamericana de Educación (CIE) con el apoyo de la Oficina de Educación y Cultura (OEC) de la OEA. El Programa incluye tres tipos de iniciativas: Investigación, Desarrollo Profesional e Intercambio de Información.

Por su parte el Consejo de Europa adoptó en 2010 la Carta sobre la educación para la ciudadanía democrática y la educación en derechos humanos en el marco de la Recomendación CM/Rec (2010) 7 del Comité de Ministros. Allí se define a esta formación como "La educación para la ciudadanía democrática" y se refiere a la educación, la formación, la sensibilización, la información, las prácticas y las actividades que, además de aportar a los alumnos conocimientos, competencias y comprensión y de desarrollar sus actitudes y su comportamiento, aspiran a darles los medios para ejercer y defender sus derechos y responsabilidades democráticas en la sociedad, para apreciar la diversidad y para jugar un papel activo en la vida democrática, con el fin de promover y proteger la democracia y el estado de derecho". La misma no tiene carácter vinculante pero aspira a constituirse en una referencia importante para los educadores que quieran transitar este aspecto de la educación

Es decir que el ámbito escolar es un espacio privilegiado para el fortalecimiento de la vida democrática y una garantía de su continuidad y fortalecimiento futuro. No se trata solamente de que los alumnos reciban clases teóricas sobre educación cívica, sino que vivan en ambientes escolares plurales, participativos y equitativos. La educación debe prepararlos para el ejercicio futuro de sus derechos y deberes ciudadanos. Una estrategia programática de tal naturaleza no puede resultar ajena a la necesidad de mejorar el ambiente de los centros educativos, de fomentar la participación social en el ámbito escolar y de propiciar un clima óptimo para un mejor aprendizaje. De este modo, deberán promoverse innovaciones orientadas a favorecer el desarrollo de los niños y niñas como sujetos de derechos y de deberes, como personas defensoras de las instituciones democráticas, respetuosas de las diferencias y promotoras de la igualdad de género, y como miembros solidarios y participativos en una sociedad plural.

En última instancia, el objetivo que se pretende es preparar a todos los alumnos para que puedan integrarse de forma activa en la sociedad, ampliar sus conocimientos, adaptarse a los cambios sociales y laborales y disponer de la palabra y de la acción con las que ejercitar sus derechos como personas libres que integran una sociedad democrática y plural. Resulta de interés un modelo de trabajo con estudiantes desarrollado de manera similar en Colombia y México con tres ejes formativos: formación ética, formación ciudadana y formación para la vida, pero en especial la definición de competencias cívicas y éticas, a saber: conocimiento y cuidado de sí mismo, autorregulación y ejercicio responsable de la libertad, respeto y valoración de la diversidad, sentido de pertenencia a la comunidad, a la nación y a la humanidad, manejo y resolución de conflictos, participación social y política, apego a la legalidad y a la justicia y comprensión y aprecio por la democracia. También se puede mencionar la experiencia del parlamento brasileño que viene implementando el programa Missao Pedagógica no Parlamento a través de su Cámara de Diputados

La vida democrática se rige por principios y no por reglas fijas, en tanto pueden ser aplicados a diferentes campos y situaciones con las modificaciones o adaptaciones necesarias. El primero de ellos es que todo orden social es construido, no es natural, por ello son posibles las transformaciones en la sociedad. Y el orden democrático se caracteriza porque las leyes y normas son construidas o transformadas por las mismas personas que las van a cumplir y respetar. Asimismo no existe un solo modelo de democracia, porque la pluralidad misma que la caracteriza hace que cada sociedad construya su propia versión de democracia, pero todas ellas tienen el denominador común de hacer posibles los derechos humanos y cuidar y proteger la vida. En tal sentido, la paz no es sinónimo de ausencia de conflictos ya que la diversidad y la diferencia y no el consenso son constitutivos de la vida democrática. Finalmente, en la democracia lo público es una construcción común de la sociedad civil donde esa democracia toma cuerpo y se concretiza.

El Parlamento no puede ser ajeno a estas iniciativas en tanto institución clave de la democracia. Por ello debe participar aportando su propia contribución a la formación de formadores en este campo de la vida ciudadana, con un actor de relevancia para la enseñanza del respeto y la promoción y fortalecimiento de la vida en democracia.

Por los motivos expuestos solicito a los señores y señoras Diputados me acompañen en la presentación del presente proyecto.