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PROYECTO DE TP


Expediente 2386-D-2009
Sumario: RENDIR HOMENAJE AL ESCRITOR Y PENSADOR ARGENTINO RAUL SCALABRINI ORTIZ AL CONMEMORARSE EL 50 ANIVERSARIO DE SU FALLECIMIENTO.
Fecha: 15/05/2009
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 48
Proyecto
La Cámara de Diputados de la Nación
RESUELVE:


Rendir homenaje al escritor y pensador argentino Raúl Scalabrini Ortiz al conmemorarse el 50 aniversario de su fallecimiento, el día el 30 de mayo del corriente año

FUNDAMENTOS

Proyecto
Señor presidente:


Raúl Scalabrini Ortiz nació en la ciudad de Corrientes el 14 de febrero de 1898
Autor de notables obras que influyeron en el pensamiento político del país, de su pluma surgieron fuertes inquietudes sociales que respondían a un verdadero ideario nacional.
Fue su obra "El hombre que está solo y espera", donde sin dudas, Scalabrini llega a plasmar sus mas importantes reflexiones que sacudían la modorra de sus tiempos.
Alertado por la realidad social que vislumbraba a su alrededor, se preguntaba como era posible que en la Argentina, bendecida con tantas riquezas naturales y humanas, tuviera lugar la injusticia social.
Su alma de luchador lo encontró explicando de como el capital inglés se llevaba nuestras riquezas como materias primas y nos vendían sus productos con valor agregado, sin olvidar que el negocio lo terminaban de cerrar con la contratación de seguros, fletes que hacia al capital británico amo y señor de nuestra economía.
Tras el destierro sufrido en 1933 por su participación en la Revolución Radical de Paso de los Libres, Scalabrini regresa de su exilio en 1935 y adhiere a FORJA (Fuerza de Orientación Radical de la Joven Argentina).
Es allí donde por intermedio de sus cuadernos, se lanza a la investigación de la red ferroviaria argentina, diseñada y orientada a la exportación de materias primas y manejada por el capital ingles.
Scalabrini publica en esos años la "Historia de los Ferrocarriles Argentinos" y "Política Británica en el Río de la Plata" donde denuncia que los ingleses realizaron revaluaciones contables dirigidas a inflar los beneficios de los trenes, concedidos como porcentajes fijos sobre el capital, que desarrollaron una inmensa telaraña de redes ferroviarias pero dirigidas todas al puerto de Buenos Aires, impidiendo la comunicación entre otras provincias entre si, que subieron y bajaron las tarifas de los transportes para perjudicar a toda industria nacional que pudiera hacerle sombra a la mercadería traída de Londres, etc.
Poco tiempo después de la Revolución del 4 de junio de1943, Scalabrini conoce personalmente a Juan Domingo Perón, a quien ya le sugiere la nacionalización de los ferrocarriles.
Scalabrini Ortiz dirá del 17 de octubre de 1945
"Pensaba con honda tristeza en esas cosas en esa tarde del 17 de octubre de 1945. El sol caía a plomo cuando las primeras columnas de obreros comenzaron a llegar. Venían con su traje de fajina, porque acudían directamente de sus fábricas y talleres. No era esa muchedumbre un poco envarada que los domingos invade los parques de diversiones con hábito de burgués barato. Frente a mis ojos desfilaban rostros atezados, brazos membrudos, torsos fornidos, con las greñas al aire y las vestiduras escasas cubiertas de pingües, de restos de breas, grasas y aceites. Llegaban cantando y vociferando, unidos en la impetración de un solo nombre: Perón. Era la muchedumbre más heteróclita que la imaginación puede concebir. Los rastros de sus orígenes se traslucían en sus fisonomías. El descendiente de meridionales europeos, iba junto al rubio de trazos nórdicos y el trigueño de pelo duro en que la sangre de un indio lejano sobrevivía aún. El río cuando crece bajo el empuje del sudeste disgrega su enorme masa de agua en finos hilos fluidos que van cubriendo los bajidos y cilancos con meandros improvisados sobre la arena en una acción tan minúscula que es ridícula y desdeñable para el no avezado que ignora que es el anticipo de la inundación. Así avanzaba aquella muchedumbre en hilos de entusiasmos que arribaban por la Avenida de Mayo, por Balcarce, por la Diagonal. Un pujante palpitar sacudía la entraña de la ciudad. Un hálito áspero crecía en densas vaharadas, mientras las multitudes continuaban llegando. Venían de las usinas de Puerto Nuevo, de los talleres de la Chacarita y Villa Crespo, de las manufacturas de San Martín y Vicente López, de las fundiciones y acerías del Riachuelo, de las hilanderías de Barracas. Brotaban de los pantanos de Gerli y Avellaneda o descendían de las Lomas de Zamora. Hermanados en el mismo grito y en la misma fe iban el peón de campo de Cañuelas y el tornero de precisión, el fundidor mecánico de automóviles, la hilandera y el peón. Era el subsuelo de la patria sublevado. Era el cimiento básico de la Nación que asomaba, como asoman las épocas pretéritas de la tierra en la conmoción del terremoto. Era el substrato de nueva idiosincrasia y de nuestras posibilidades colectivas allí presente en su primordialidad sin reatos y sin disimulos. Era el de nadie y el sin nada en una multiplicidad casi infinita de gamas y matices humanos, aglutinados por el mismo estremecimiento y el mismo impulso, sostenidos por una misma verdad que una sola palabra traducía: Perón."
Scalabrini acompaña el proceso de la campaña electoral desde las columnas del diario "Política" y mantiene estrecho contacto con Perón, ya siendo éste presidente. Presenta entonces varios trabajos atinentes a la nacionalización de los ferrocarriles, pero no acepta cargos en el gobierno.
De esa época afirma: "Hay muchos actos y no de los menos trascendentales de la política interna y externa del Gral. Perón que no serían aprobados por el tribunal de ideas matrices que animaron a mi generación.....En el dinamómetro de la política esas transigencias miden los grados de coacción de todo orden con que actúan las fuerzas extranjeras en el amparo de sus intereses y de sus conveniencias".
El golpe del 16 de setiembre de 1955 que despoja al país de sus autoridades constitucionales, encuentra a Scalabrini Ortiz planteando la convicción del ser nacional y de la defensa de un modelo de país para todos. Todo parece volver hacia el pasado y las ideas de Scalabrini se afirman en su vieja lucha. Desde "El Líder", "De Frente" y "El Federalista" se constituye en crítico feroz del ciclo que intenta regresar a la Argentina pre peronista. Cerrados estos periódicos, escribirá desde mediados de 1956 en la revista "Qué".
Tras un apoyo inicial a la gestión de Frondizi, denunciará los contratos petroleros en un artículo titulado "Aplicar al petróleo la experiencia ferroviaria" y deja constancia de su disentimiento con dicho proyecto
Castigado por un cáncer que lo fue debilitando, Scalabrini muere el 30 de mayo de 1959
Será Jauretche quien despedirá con estas palabras a Raúl Scalabrini Ortiz "Tú sabes que somos vencedores... vencedores en esta conciencia definitiva que los argentinos han tomado de lo argentino. Por eso hemos venido, más que a despedirte, a decirte: ¡Gracias, Hermano!"
Por dichas razones, solicito a mis pares me acompañen con el presente proyecto de resolución
Proyecto
Firmantes
Firmante Distrito Bloque
ALVAREZ, JUAN JOSE BUENOS AIRES UNION CELESTE Y BLANCO
Giro a comisiones en Diputados
Comisión
LABOR PARLAMENTARIA (Primera Competencia)