La Cámara de Diputados de la Nación

DECLARA:

Manifestar su beneplácito por la gira a Medio Oriente de Su Santidad, Benedicto XVI, a los países de Jordania, Israel y Palestina con fines de reconciliación en una tierra crucial para el diálogo entre las grandes religiones y la paz en el mundo, realizada durante el mes de mayo del corriente año.

Señor presidente:

El Papa Benedicto XVI inició durante la segunda semana del mes de mayo una gira de ocho días en Medio Oriente. Allí visitó los países de Jordania, Israel y Palestina. La visita, la tercera de un Papa a Tierra Santa, tuvo como principales objetivos hablar de reconciliación en una tierra crucial para el diálogo entre las grandes religiones y la paz en el mundo y también una reconciliación entre El Vaticano e Israel, tras las críticas de la comunidad judía a la rehabilitación del obispo británico Richard Williamson, un negacionista del Holocausto. Sobre dichos objetivos, Joseph Ratzinger propuso abiertamente que la Iglesia Católica juegue un papel importante en el agonizante proceso de paz entre musulmanes y judíos israelíes en la región, que es desde hace décadas el peor polvorín del planeta.

Además del aspecto interreligioso y político, la peregrinación apostólica a Jordania, realizada del 8 al 11 de mayo, y a los territorios palestinos fue interpretada como un mensaje de apoyo a la debilitada minoría cristiana en Tierra Santa. Se trató de una estrategia imprescindible para Benedicto XVI para salvar la existencia misma de las comunidades católicas y cristianas del Oriente Medio, amenazadas como nunca de extinción.

Así fue como los sufridos palestinos -que acaban de atravesar otra dura prueba con el ataque israelí a Gaza que costó 1400 muertos-, tuvieron puestas muchas esperanzas en la visita del Papa, quién dedicó las últimas dos jornadas de su visita a visitar los territorios.

En su visita a Israel, el papa polaco protagonizó dos gestos que impresionaron a la comunidad internacional: visitó el museo del Holocausto e introdujo en un agujero del Muro de los Lamentos una oración en la que pedía perdón a Dios por los sufrimientos padecidos por el pueblo judío.

Benedicto XVI abogó por una "reconciliación genuina y duradera entre cristianos y judíos", instando a las autoridades en la Tierra Santa a "respetar la presencia de los cristianos, apoyarlos, y a apreciar su valor". Asimismo aprovechó su primer discurso en Israel para honrar a las víctimas del Holocausto expresando: "Es justo y conveniente que duramente mi permanencia en Israel honre la memoria de seis millones de judíos víctimas de la Shoah y que rece para que el mundo jamás tenga que ser testigo de un crimen de tal enormidad".

El Pontífice aseguró que el Vaticano es consciente del valor de la herencia espiritual común del cristianismo y el judaísmo y dijo desear un entendimiento cada vez más profundo y un aprecio mutuo entre los seguidores de ambas religiones.

La peregrinación de Benedicto XVI a Medio Oriente es un ejemplo de "testimonio de paz" y defensa del respeto a los derechos de cada pueblo. Es por ello que queremos reconocer dicho viaje.

Sr. Presidente, por todo lo expuesto, solicito a mis pares la aprobación del presente Proyecto de declaración.