La Cámara de Diputados de la Nación

DECLARA:

Su profunda congoja ante los horrorosos homicidios de los que resultaran víctimas una joven mujer Veronica Tuma y sus 2 hijos Ivan y Andriela, perpetrados los días 15 y 16 de mayo de 2007 por el ex-cónyuge Gabriel Hernandez. En ese marco esta Honorable Cámara manifiesta que:

1) La violencia de género es una práctica criminal, una auténtica lacra de nuestra sociedad;

2) Es imperioso dar visibilidad a la violencia contra las mujeres propiciando una conciencia crítica en el ámbito comunitario;

3) Tal como asevera la OMS la violencia de género, pese a que se manifiesta en la esfera privada, reviste carácter público;

4) La gravedad de esta práctica social interpela al Estado en relación con la impostergable implementación de políticas conducentes a prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres.

Señor presidente:

La violencia contra las mujeres es usual, generalizada, sistémica e incluso naturalizada. Es el crimen encubierto más numeroso del mundo y tiene una estrecha relación con la igualdad entre hombres y mujeres, con el reparto del poder entre los sexos y el concepto que los hombres tienen de las mujeres.

Si bien hay un aumento en el reconocimiento de que la violencia de género tiene un impacto devastante no sólo en las vidas de las mujeres, sino también en sus familias y comunidades, el reto más importante sigue siendo lograr que semejante delito se convierta en algo inaceptable para la sociedad y contrario a sus normas, hábitos, usos y costumbres.

Tal como sostiene el Comité de América Latina y el Caribe para la Defensa de los Derechos de las Mujeres, la violencia contra las mujeres es una emergencia de salud pública y derechos humanos a nivel mundial. Causa daños mentales y físicos, expone a las mujeres y niñas a enfermedades y embarazos forzados, aumenta la vulnerabilidad de éstas en todas las esferas de sus vidas y, en los peores casos, termina con la muerte.

Los luctuosos acontecimientos que originan el presente proyecto configuran nada más ni nada menos que un hecho testigo de una horrenda práctica. Un hecho testigo de otros muchos episodios que se producen en todo el territorio nacional y que patentiza una característica que es propia de la violencia de género: tiene como destinatarias directas a las mujeres pero, en un altísimo grado, recae también sobre sus hijos e hijas.

Por todo lo expuesto solicitamos a nuestros/as colegas que nos acompañen con su voto positivo