La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Expresar su más honda preocupación por el fallo judicial, dictado por la Sala II de la Cámara de Apelaciones en lo Penal de Rosario el día 2 de mayo de 2011, que absolvió a los policías Marcelo Arrúa, Rubén Pérez, Roberto de la Torre, Daniel Braza y Carlos Alberto de Souza, condenados por encubrir el asesinato de Claudio "Pocho" Lepratti, perpetrado el 20 de diciembre de 2001.

Señor presidente:

Diez años después de los asesinatos de diciembre de 2001, la sensación de impunidad se volvió a instalar en la provincia de Santa Fe, tras conocerse un fallo judicial que absuelve a cinco policías condenados por el encubrimiento del asesinato de Claudio "Pocho" Lepratti.

El día 2 de mayo, la Sala II de la Cámara de Apelaciones en lo Penal de Rosario dictó la absolución por el principio de la duda, a cinco policías que en primera instancia habían sido condenados por falsificación de instrumento público y encubrimiento del asesinato de Claudio "Pocho" Lepratti, quien falleciera víctima de la represión policial mientras intentaba poner a resguardo a los niños de un comedor infantil del barrio Las Flores.

Este lamentable fallo beneficia a Marcelo Arrúa, Rubén Pérez, Roberto de la Torre, Daniel Braza y Carlos Alberto de Souza, quienes el 20 de diciembre de 2001 circulaban en el móvil 2270 junto a Esteban Velázquez, responsable directo del asesinato. Los policías absueltos habían sido condenados por la justicia en un fallo de primera instancia por falsedad ideológica de instrumento público y encubrimiento agravado en concurso ideal. Ahora, el tribunal de alzada, que integran los camaristas Juvencio Mestre, Carina Lurati, y Ramón Ríos, decidió absolverlos por el beneficio de la duda.

Arrúa y Pérez, chofer y acompañante respectivamente del móvil en el que iba Velázquez; de la Torre, ex jefe de la subcomisaría 20ª; Braza, ex jefe del Comando Radioeléctrico, y de Souza, ex oficial de guardia de la subcomisaría 20ª, habían sido condenados por el juez de sentencia Julio García, quien les aplicó una pena de dos años y ocho meses de prisión de ejecución condicional e inhabilitación absoluta por el doble de tiempo de la condena, como coautores penalmente responsables de los delitos de falsedad ideológica de instrumento público y encubrimiento agravado en concurso ideal.

El juez García había dado por acreditado que en la subcomisaria 20º, cercana al lugar en el cual fuera asesinado Pocho, se adulteró un acta y el libro de guardia para endilgarle a Claudio Lepratti una falsa resistencia a la autoridad. También allí le efectuaron dos disparos al móvil policial en cuestión para justificar una supuesta reacción de Velázquez y favorecerlo en la causa.

No obstante, la condena fue apelada y la Cámara Penal, integrada por Ramón Ríos, Rubén Jukic y Juvencio Mestres, hizo lugar a las defensas de los policías.

Luego del fallo absolutorio, Carmen Maidagan, abogada de la familia Lepratti, aseveró que "no hay duda alguna" de que existió una actitud de encubrir y falsear documentación pública, y que "existen elementos" para peticionar un recurso de inconstitucionalidad ante la Corte. En la misma dirección se expresaron desde la Comisión Investigadora No Gubernamental del Diciembre Trágico al señalar que la Cámara Penal desliga a los policías con argumentos endebles y llamativas omisiones. La condena hacia ellos había sido sustentada en una serie de elementos que daban cuenta de un accionar por parte de los policías destinado a proteger a Esteban Velázquez, autor del disparo y sentenciado a 14 años de prisión.

A su vez, desde la mencionada organización civil (en un texto que suscriben Carmen Maidagan, Lilian Echegoy, Federico Garat, Gustavo Martínez y Celeste Lepratti) plantean que se apelará a la Legislatura para confirmar las anomalías de todo el trámite de las causas relativas al Diciembre Trágico "que llevaron a la impunidad" y "falta de esclarecimiento" de los incidentes que en Rosario terminaron con siete muertos civiles.

Consideramos a este fallo una medida judicial lamentable, consagratoria de la impunidad más repudiable y poco digna de quienes tienen la responsabilidad de administrar justicia en democracia. Solo "será justicia", cuando los asesinos de Pocho Lepratti y sus encubridores de distintos niveles, purguen condenas ejemplares.

Por todo lo precedente, solicito a mis pares que acompañen el presente proyecto con su voto afirmativo.