La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Rendir homenaje a Fray Mamerto Esquiú, al cumplirse el 11 de Mayo de 2011, 185 años de su natalicio.

Señor presidente:

Fray Mamerto de la Ascensión Esquiú nació el 11 de mayo de1826 en la localidad de Piedra Blanca en la provincia de Catamarca, hijo de Santiago Esquiú y María de las Nieves Medina.

Desde los cinco años comenzó a usar el hábito franciscano que no lo abandonó en toda su vida. Ingresó al noviciado del convento franciscano catamarqueño en 1836, y al cumplir 17 años se ordenó sacerdote, celebrando su primera misa en1849. De joven dictó cátedra de filosofía y teología en la escuela del convento; también fue maestro de niños, a lo cual dedicó mucho entusiasmo.

Emitió su discurso más conocido, favorable a la jura de la Constitución de 1853, distinguido como Sermón de la Constitución: donde recordó la historia de desuniones y de guerras civiles argentinas y manifestó lo importante de que llegara la paz. Pero para que esa paz durara, era necesario que el texto de la Constitución quedara fijo e inmutable por un largo tiempo, que no fuera discutida por cada ciudadano, que no se le hiciera oposición por causas menores, y que el pueblo argentino se sometiera al poder de la ley:

Sus palabras alcanzaron trascendencia nacional y fueron publicadas en la prensa de todas las provincias; la resistencia que se le podía haber hecho a la Constitución en otras provincias quedó vencida por la elocuencia de un fraile desconocido de una provincia pequeña.

Participó en la discusión sobre la constitución provincial, presidió la junta electora de convencionales y fue el vicepresidente de la convención que sancionó la constitución provincial de 1855. Escribió decenas de notas en El Ambato, primer periódico de su provincia, del cual fue editor e inspirador. Otra de sus reconocidas frases fue: "No escribir ni publicar aquello que no se pueda sostener como caballero."

Se trasladó al convento franciscano de Tarija, en Bolivia donde residió 5 años, y fue llamado por el arzobispo de Sucre para ser su colaborador en esa ciudad, donde residió otros cinco años. Publicó un periódico dirigido a resistir las presiones de los intelectuales anticlericales, El Cruzado.

Posteriormente Sarmiento, el entonces presidente, lo eligió como Arzobispo de Buenos Aires, proposición que Esquiú declino debido a diferencias políticas.

A fines de 1878 fue nombrado candidato a Obispo de Córdoba por el presidente Avellaneda. Renunció al cargo, pero a los pocos días le llegó la orden del papa León XIII de aceptar la candidatura. Su respuesta fue: "Si lo quiere el Papa, dios lo quiere"

El 10 de enero de 1883 falleció en la posta catamarqueña de El Suncho, en viaje de regreso desde La Rioja a su sede obispal de Córdoba.

Por los argumentos expuestos es que solicito a mis pares me acompañen con el presente proyecto.