La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Solicitar al Poder Ejecutivo Nacional, considere la pertinencia de iniciar estudios de factibilidad tendientes a elaborar un régimen de regulación y promoción para la producción y uso sustentable de combustibles líquidos derivados del gas y del carbón mineral.

Señor presidente:

En los últimos años ha tomado gran impulso la explotación industrial de nuevos métodos que, partiendo del gas natural y del carbón mineral, mediante procesos químicos y nuevas tecnologías, permiten obtener combustibles líquidos, denominados genéricamente combustibles GTL o combustibles CTL, según sean derivados del gas natural o del carbón mineral respectivamente.

Estos combustibles además de sus grandes cualidades energéticas, tienen una combustión limpia en emisiones de monóxido de carbono, y sobre todo en emisión de partículas que los combustibles tradicionales existentes en el mercado.

Por medio del Proyecto de Resolución Nº 1526-D-2008 hemos expresado nuestro beneplácito por el proyecto de investigación que desarrolla la doctora Ana Esther Bohé, miembro de la Comisión Nacional de Energía Atómica e investigadora del Conicet, en conjunto con la empresa Fomicruz S.E. (Fomento Minero Santa Cruz Sociedad del Estado), la Universidad Nacional de la Patagonia Austral (UNPA) y Yacimientos Carboníferos Río Turbio (YCRT), relacionado con la obtención de combustibles líquidos, a partir de la gasificación del carbón de Río Turbio

Este proyecto se ha centrado en estudios que indiquen si es factible la aplicación de la gasificación del carbón de Río Turbio, para obtener productos de mayor valor agregado, como por ejemplo combustibles líquidos, metanol o algún hidrocarburo.

Los combustibles líquidos obtenidos a través de este proceso tienen la gran ventaja de tener un alto grado de pureza, lo que hace que se puedan utilizar para la producción de otras sustancias químicas y no solamente como combustibles.

En la gasificación superficial del carbón, se extrae el recurso de la mina, se "adereza" y se traslada hasta plantas gasificadoras donde se introduce el recurso para quemarlo. Lo que se obtiene es un "gas sintético", previamente filtrado para sacarle azufre, material particulado y mercurio. Dicho gas resultante es esencialmente hidrógeno y monóxido carbono. En términos de eficiencia, un kilogramo de carbón produce 3 a 5 m3 de gas natural.

La República Argentina posee probadas reservas de gas natural y de carbón mineral, por lo que resulta claro que debemos iniciar estudios de factibilidad que generen un régimen de promoción, producción y uso sustentable de combustibles líquidos derivados del gas y del carbón mineral.

Este tipo de tecnología de producción de combustibles líquidos sintéticos en base a gas natural y carbón mineral está siendo implementado en diversos lugares del mundo, como China, que produce combustibles líquidos derivados del carbón utilizando tecnología de licuefacción.

Los expertos estiman que en 2020 la industria hullera de China producirá 50 millones de toneladas de combustible líquidos cada año, lo que reducirá las importaciones de petróleo del país del actual 60 al 45 por ciento.

Este tipo de tecnología de licuefacción se desarrolló hace más de 70 años, el proceso CTL fue inventado por los científicos alemanes, Franz Fischer y Hans Tropsch en los años veinte del siglo pasado.

Según el Departamento de Energía de EEUU, más del 92% de la gasolina utilizada por la aviación alemana y la mitad del petróleo utilizado por el país durante la Segunda Guerra Mundial provenía del carbón.

La tecnología Fischer-Tropsch fue perfeccionándose durante los años posteriores con la llegada de científicos alemanes a EEUU, pero se abandonó con la expansión de la industria del petróleo.

La política energética llevada adelante por el Poder Ejecutivo Nacional a partir del año 2003, promoviendo el desarrollo de fuentes alternativas de energía, donde se ha considerado principalmente a aquellas que puedan generar un consumo limpio y sustentable, ha dado lugar a la sanción de la ley Nº 26.093, que estableció un régimen de regulación y promoción para la producción y uso sustentables de biocombustibles, cuyo marco de promoción, producción y uso es adecuado también para la promoción de combustibles líquidos sintéticos en base a gas natural y carbón mineral.

En la actualidad, ante un escenario de crisis internacional, con continuos aumentos de los precios del crudo y el decrecimiento de recursos naturales no renovables es necesario iniciar el camino de la investigación y el análisis de factores que desarrollen fuentes de producción alternativas a las ya existentes en torno a la energía.

En virtud a lo expuesto y sobre la base de la importancia del mismo es que solicito a mis pares acompañen el presente proyecto de resolución.