El Senado y Cámara de Diputados...

DEBER DE REALIZAR CONFERENCIAS DE PRENSA, POR PARTE DEL PRESIDENTE DE LA NACION ARGENTINA.

Artículo 1º - El Presidente de la Nación, tiene el deber inexcusable de prestarse a dar al menos una conferencia de prensa mensual, en el Territorio Nacional, mientras dure su mandato constitucional.

Artículo 2º- Los medios masivos de comunicación tienen el derecho de presenciar, realizar preguntas y repreguntas en las conferencias de prensa, determinadas en el artículo anterior.

Artículo 3º- El cuestionario que lleve a cabo cada periodista, representativo de su medio grafico radial, televisivo o virtual, deberá ser respondido por el mandatario, sin excepción, ni discriminación alguna.

Artículo 4º -El orden de prelación del interrogatorio, la cantidad de preguntas periodistas y el tiempo de duración de la rueda de prensa, será establecido por la Secretaria de Comunicación Pública de la Presidencia de la Nación. Absteniéndose de realizar diferencias de trato, evitando la exclusión o el aislamiento entre corresponsales de distinta concepción ideológica.

Artículo 5º - Comuníquese al Poder Ejecutivo Nacional.

Señor presidente:

Señor Presidente, cuando en el ámbito de la política se recurre al uso de agravios, insultos o descalificaciones es porque se carece o se esconden las propuestas y las expresiones programáticas desvirtuando el debate y el intercambio de ideas. Al igual que el tero, se grita en un lado pero el huevo se pone en otro. A diario vemos como sectores del oficialismo y cierta oposición se ofenden pero nada dicen sobre los problemas que afectan a las grandes mayorías.

No se trata aquí, de hostigamiento de un sector sobre otro sino de fuerzas sociales que ocultando sus intereses políticos y económicos recurren a una discusión insustancial y distraccionista. El distraccionismo es una estratagema geopolítica de control ciudadano, que nos sustrae del derecho a la información pública. Sin ella, los ciudadanos no cuentan con los datos necesarios para poder evaluar una acción de gobierno.

Por lo tanto, cuando un mandatario se niega a ofrecer conferencias de prensa, está ejecutando una manera silenciosa de censura.

Un gobernante realmente democrático, un candidato sinceramente republicano, jamás arremetería contra los medios de comunicación sino que, en todo caso, defenderá sus punto de vista frente a la ciudadanía. Es entonces, que los gobernantes poseen la responsabilidad de informar a la opinión pública acerca de sus políticas y de responder preguntas. Cuando faltan las conferencias de prensa y sobran las cadenas nacionales, lo que se ejerce es una mera campaña de publicidad política. Si no se proporciona ningún tipo de rueda de prensa, la traba no es otra que negar a la opinión pública la información necesaria para evaluar las políticas del gobierno.

Por otro lado, cuando se dan reportajes únicamente a periodistas en los que el poder confía, la distorsión es doble, ya que por un lado, la información llega a través de esos voceros poco objetivos y, por otro, se les da a estos medios amigos una posición indebidamente privilegiada en el debate público.

Más sugestivo aun, es cuando desde el Poder, no se otorguen conferencias o solo se brinden reportajes a periodistas amigos y al mismo tiempo se cuestione a la prensa tan duramente. Fenómeno bastante frecuente en nuestro País y en América Latina, donde los medios son monopólicos o están en manos del Estado y son usados por el poder político de turno.

Mi opinión, es que se buscan chivos expiatorios, y a través del mencionado distraccionismo se intenta dirigir a voluntad la atención de individuos y colectivos hacia una verdad parcial, sustentada en ideales nobles y objetivos equitativos, pero que en realidad no son tales.

La confusión, a veces es intencionada otras producto de nuestro propio impresionismo, que salta a la luz, con imágenes descontextualizadas y que a través de las mismas, definen sucesos sin siquiera detenernos a interpelarlos en su complejidad.

Esta penosa situación, solo puede ser superada enalteciendo los niveles de información veraz y publica de la población. Un nivel cultural más elevado y mejor distribuido no sólo creará un público exigente, sino que también ubicará a dirigentes mejor capacitados, que a su vez tendrán más altas cualidades para enfrentar los problemas y necesidades que aquejan a nuestra Nación.

En ese sentido, han surgido actividades y movimientos que promueven áreas de intercambio de información. Frente a los reclamos de la prensa por el deterioro del acceso a las fuentes y a la ausencia de conferencias periodísticas. Así es que en el 2006 se integró un grupo de profesionales que bajo la iniciativa "Preguntar al Poder", con el apoyo institucional de la Fundación Konrad Adenauer, organizan actividades de capacitación y discusión sobre la particular problemática de la información pública en la Argentina, con charlas y debates abiertos a periodistas, funcionarios, políticos y estudiantes.

Desde la convicción personal, que el debate público sobre los temas de importancia, tiene necesariamente que ser amplio, abierto, robusto y que la ciudadanía debe contar con todas las prerrogativas necesarias para acceder a ese debate. Considero entonces, inexcusable promover el presente proyecto de ley, instituyendo la obligatoriedad de brindar conferencias de prensa, por parte de la cabeza del Poder Ejecutivo Nacional, solicitando a mis pares el apoyo del mismo.