La Cámara de Diputados de la Nación

DECLARA:

Que insta al Poder Ejecutivo Nacional a tomar las medidas necesarias para reactivar la producción en la fábrica de autopartes Mahle de la ciudad de Rosario; cuidando de preservar, al tiempo, los puestos de trabajo, tanto directos como indirectos, que de ella dependen.

Señor presidente:

El día 27 de abril del corriente año, la empresa autopartista Mahle oficializó el cierre definitivo de su planta de Rosario, dedicada a la producción de aros de pistón para motores. Paralelamente a la solicitud de crisis preventiva elevada al Ministerio de Trabajo de Santa Fe, la empresa comunicó a los trabajadores el cese definitivo de la producción. En el caso de la planta de Rosario, la misma emplea 460 trabajadores en forma directa, 150 en forma indirecta y un taller para jóvenes con habilidades especiales.

La empresa, de origen alemán, había desembarcado en Santa Fe en 2007, mediante la compra de las plantas de Dana en Rosario y Edival en Rafaela. Dedicadas, éstas, a la producción de autopartes, siendo proveedoras de grandes automotrices como Volkswagen, Audi, Toyota, General Motors, Ford, entre otras; destinando un 50% de la producción al mercado europeo y al norteamericano.

A partir de 2008, la casa matriz de Mahle en Alemania, comenzó un plan de reestructuración y reducción a nivel global, motivado, según la empresa, por la evolución de la crisis financiera internacional. Dicha estrategia, trajo aparejado el despido de 2500 trabajadores en Brasil, y significó, en el caso de Argentina, el cierre de las plantas de San Juan y Pérez (Santa Fe).

Siguiendo esta lógica de "adaptación" a una demanda decreciente de autopartes a nivel mundial, retracción ponderada por directivos de la empresa en un cuarenta y cinco por ciento, la empresa decidió el cierre de la planta de Rosario. Decisión que supuso la culminación de un proceso "preanunciado" en los últimos meses con medidas tales como el adelanto de vacaciones, en diciembre de 2008, o la instrumentación de un régimen de suspensiones, a partir de febrero último pasado. En respuesta al cierre de la planta, los trabajadores decidieron tomar las instalaciones de la misma, a fin de reclamar por los puestos de trabajo y evitar el "vaciamiento" de los medios de producción por parte de los empresarios.

El día 28 de abril, en declaraciones a medios gráficos, Gabriel Maldonado, delegado gremial de Mahle Rosario, expresó que: "Nos enteramos que hoy el Ministerio recibió el pedido de crisis preventiva para cerrar de manera definitiva la fábrica, así que decidimos tomar la planta".

En el mismo sentido, en expresiones vertidas al diario Página 12, Maldonado denunció que los dueños de la empresa ingresaron a la planta tres días antes de anunciar los despidos para llevarse toda la documentación de orden técnico, administrativo y legal: "Se llevaron en los últimos tiempos documentación sobre procesos de producción y, aunque existe el saber de los trabajadores, está claro que (los dueños) no quieren seguir produciendo aquí".

Cabe señalar que, inmediatamente después de hacerse público el cierre de la planta en Rosario, el Ministerio de Trabajo de la provincia de Santa Fe dictó la conciliación obligatoria a fin de evitar los despidos. No obstante, las propias autoridades del ministerio, reconocieron lo dificultoso de la situación, debido a que, si bien la empresa, recibió varios ofrecimientos del gobierno provincial para continuar trabajando, la misma mantuvo firme su decisión de no continuar produciendo en Rosario.

En este sentido, el Ministro de Trabajo de Santa Fe, Carlos Rodríguez, manifestó: "Cuando los gerentes de Mahle intentaron explicarme el porqué del cierre, un directivo me dijo que la empresa no funcionó nunca, que ya la habían adquirido sin que fuera competitiva. Lo que pasa es que la compraron en un paquete de diez empresas de la quiebra de Dana. Me dijeron que habían invertido 16 millones, y nosotros hicimos una recorrida y no vimos maquinarias ni un comedor para los trabajadores ni una guardería para los hijos de las trabajadoras. Entonces o bien no hubo inversiones o bien se la robaron".

Al día 4 de mayo, los trabajadores de Mahle seguían custodiando la planta rosarina para evitar su "vaciamiento", al tiempo que reclamaban a los gobiernos nacional y provincial, proseguir la búsqueda de nuevos inversores, a fin de reactivar la producción de la misma.

Los trabajadores sostienen que el accionar de la empresa alemana respecto de la planta en Rosario no persiguió otra lógica que la del saqueo y que resulta imprescindible que la búsqueda de nuevos inversores se oriente a "gente que sepa del mercado" y no "a capitales golondrinas". En este sentido, los trabajadores reclaman un rol activo del Estado, así como en la asignación de un cupo de mercado para todo aquello que se produzca en el futuro, de reactivarse la planta.

Por todo lo precedente, y entendiendo que resulta imprescindible instrumentar todas las medidas necesarias para preservar los puestos de trabajo, tanto directos como indirectos, vinculados a la planta fabril " Mahle Rosario", es que solicito a mis pares que acompañen esta iniciativa con su voto afirmativo.