La Cámara de Diputados de la Nación

DECLARA:

De interés de la Honarable Cámara de Diputados de la Nación la Guía de orientación y recursos sobre Abuso Sexual en la Infancia, desarrollada por la Fundación para Estudio e Investigación de la Mujer, FEIM.

Señor presidente:

En la República Argentina, se estima que 1 de cada 5 niños son abusados por un familiar antes de los 18 años. La edad media de inicio del abuso es de 8 años (Bringiotti, Maria Ines y Raffo, Pablo "Abuso Sexual Infanto Juvenil Revista el derecho de familia Nro 46, julio/ Agosto 2010) y el 55% de los abusos sucedieron en los lugares que deberían indicarse como protectores, como la propia casa y/o la de los abuelos.

La Dra. Virginia Berlinerblau, en su artículo en EL ´BACKLASH´ Y EL ABUSO SEXUAL INFANTIL coincide con estos datos y añade que el estudio que realizó el Cuerpo Médico Forense de la Corte Suprema de Justicia de la Nación sólo el 0,25% de los casos el agresor era un desconocido. En el 27,3% el perpetrador era alguien conocido y el 72,45% un familiar del menor. Por otra parte, el 62% de los niños abusados no pidió ayuda, el 22% la pidió y no la recibió o fue inadecuada. Un escaso 16% pidió ayuda y fue creído. La dificultad de develar se relaciona con la dificultad de denunciar; especialmente cuando se trata del progenitor o familiar cercano.

En noviembre del año 2013, el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) presentó un informe sobre embarazo adolescente, alertando que su incidencia había aumentado en la Argentina en la última década. Algunas de las cifras indican que en 2012, 114.292 niñas y adolescentes fueron madres en Argentina, representando esos niños el 15,5% de nacimientos del país. Particularmente, es preocupante el hecho de que de esos nacimientos, más de 3000 sean hijos de madres menores de 15 años, pudiendo identificar que muchas de las situaciones de embarazo se dan como resultado del Abuso Sexual Infantil (ASI).

Según estadística de la Ciudad, de la totalidad de los niños y niñas atendidos en los Centro Integrales de la Mujer, el 26,5% fue por situaciones de ASI. De igual manera, la Linea Te Ayudo atendió 839 llamados relacionados con casos de maltrato y abuso sexual infanto juvenil (Fuente: Anuario Estadístico 2013).

Los objetivos de esta guía son, por un lado el de proporcionar una guía de recursos a los adultos protectores para que puedan proteger adecuadamente a los niños víctimas de abuso. Las dificultades que atraviesa un adulto protector y un/a niño/a en una situación de violencia y abuso intrafamiliar son múltiples: El primer obstáculo es que ese adulto pueda detectar las señales de alarma a tiempo, escuche al niño y le crea. Creer en el relato del niño implica asumir el rol de protector y, al mismo tiempo, develar el abuso, trae aparejado el desmoronamiento de la unidad familiar; que queda expuesta como centro del abuso y maltrato y no de protección y cuidado. Frente a esta realidad muchos adultos se sienten juzgados, expuestos y vulnerables, lo cual sin la adecuada orientación y contención resulta casi imposible poder sostener y contener adecuadamente al niño/a y menos aún instar la denuncia judicial necesaria para protegerlo del perpetrador que habita en el seno de su hogar.

También nos encontramos casi concomitantemente con el segundo mayor obstáculo: la inexistencia de organismos que aborden específicamente la problemática. Los adultos protectores muchas veces se pierden en una burocracia que no se explica suficientemente y en la que no encuentran más que un vacío de recursos en lo legal y asistencial.

El tercer obstáculo es el acceso a la justicia, el cual es complejo y donde la víctima se encuentra inmediatamente expuesta a un sistema que generalmente no le cree ni lo protege, re victimizándolo una y otra vez. El sistema judicial se desdobla en un proceso penal -que investiga con el objeto de condenar al ofensor- y un proceso civil - que presume inocente al supuesto ofensor pero que a su vez debe proteger al niño/a frente a la posible comisión de un delito-. Generalmente nos encontramos que esta fractura entre procesos civiles y penales redunda en daños irreparables, como por los/las niños/as son revinculados en sede civil con quien en este fuero es el padre y en el otro su ofensor sexual.

Por ello, como segundo objetivo, La Guía menciona exhaustivamente cada uno de los problemas que enfrentan los adultos protectores en su paso por la Justicia. Una hoja de ruta que proporciona recursos prácticos y efectivos de protección a los niños y de un mejor acceso a la justicia.

A partir de esta guía se espera:

• Que los adultos conozcan los síntomas y señales de alerta, y que a partir de ellos puedan identificarlos para proteger al niño/a, acompañándolos en generar un clima de escucha para que pueda superar el temor por la amenaza, la vergüenza, la culpa que genera el incesto y puedan pedir ayuda.

• Informar sobre los pasos a seguir, tendiendo a minimizar la re victimización y permitiendo un mejor acceso a la justicia.

• Informar sobre los recursos con los que disponen y cómo contactarlos.

• Informar acerca de los derechos que los asisten a nivel nacional e internacional.

• Especificar cuáles son los recursos mínimos necesarios: asesoramiento psicológico, legal, etc., para iniciar un proceso judicial y cómo obtener las medidas de protección para los niños/as afectados.

• Que tenga un gran impacto en la opinión pública, no sólo en los usuarios de la Justicia Nacional; ya que sería la primera guía de recursos sobre ASI para víctimas. Es una realidad masiva que aún se silencia, se oculta y no se denuncia.

Es importante mencionar que la idea de organizar una guía surge luego de las dos jornadas de abuso sexual infantil que se organizaron en esta Cámara durante el año 2014, a partir del interés que surge en la Comisión de Mujer, Infancia, Familia y Adolescencia de hacer visible la problemática. En esas dos jornadas se invitó a participar a ONG´s, personalidades, legisladores y familiares afectados, por lo que ésta es también el resultado visible de ese trabajo colaborativo entre sistema político, organizaciones de la sociedad civil y ciudadanía.

Entendemos el trabajo legislativo en función de brindar herramientas concretas a la Sociedad, que permitan una mirada integral sobre las problemáticas, disponiendo lugares de escucha, análisis y decisión conjuntos entre los diferentes espacios institucionales que trabajan sobre la misma. Trabajar con otros -disciplinas, instituciones-, actuar responsable y colaborativamente, de manera tal que el cuidado que le brindamos a nuestros/as niños/as sea efectivo, concreto y acorde al paradigma de protección de derechos de infancia que nos rige y a la singularidad de cada situación.

Así lo expuesto, entendemos que ésta Honorable Cámara debe reconocer la importancia de contar con este recurso, por lo que pido a mis pares el acompañamiento en el presente proyecto.