El Senado y Cámara de Diputados...

Artículo 1: Facultase a las entidades religiosas, deportivas y de bien público que colecten comprobantes de ventas de bienes y servicios emitidos a consumidores finales, a tramitar y obtener un reintegro equivalente al 3 % del monto del IVA expresado en los mismos.

Artículo 2: Dé forma.

Señor presidente:

El impuesto tipo valor agregado es la forma predominante de impuesto general a las ventas aplicado en América Latina. En nuestro país el IVA genera alrededor del 6% del PBI y representa más del 30% del total de los ingresos tributario y, si bien en los últimos años la recaudación ha ido mejorando, todavía los márgenes de evasión son elevados y es especialmente significativa entre pequeños y medianos contribuyentes.

En los estados modernos se hacen constantes esfuerzos por mejorar la eficacia de la administración tributaria. La implantación de una cultura fiscal es consecuencia de un esfuerzo persistente y prolongado por parte de las autoridades. Las campañas educativas, la información sobre el destino de lo recaudado, son elementos importantes a la hora de formar buenas conciencias, pero es necesario imaginar nuevos incentivos para generar una nueva cultura tributaria.

Son los consumidores desaprensivos los que abren en muchos casos las puertas a la evasión fiscal. Así los comerciantes se aprovechan del desinterés del comprador y se instala la costumbre de no pedir y de no otorgar tickets o facturas por las operaciones comerciales que se realizan. Este mal hábito genera importante pérdidas al fisco y en el caso del Impuesto al Valor Agregado (IVA), que es un tributo al consumo y que lo paga el último de la cadena productiva, su evasión es al mismo tiempo un despojo al consumidor y al Estado. Al no entregar las facturas el comerciante evade prácticamente todos los impuestos porque se pierde el control sobre sus ingresos que constituyen la base para el cálculo de tributos nacionales como IVA y Ganancias, y provinciales como Ingresos Brutos.

Con esta sencilla norma pretendemos crear un incentivo más para que los consumidores finales pidan los comprobantes por las compras realizadas toda vez que con los mismos podrán beneficiar a las instituciones religiosas, deportivas o de bien público en las que participen. El porcentaje de reintegro establecido es igual al que se efectuaban por compras realizadas con tarjetas de crédito hasta el año 2007 y que perseguía fines similares a los que se busca alcanzar con esta ley.

La presente normativa redundará sin duda en un incremento de la recaudación fiscal producto de la mayor emisión de comprobantes en la etapa de venta a consumidor final, contribuyendo a fiscalizar a los comerciantes y a las entidades reconocidas como exentas.