La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Solicitar al Poder Ejecutivo que, a través de sus autoridades competentes, dispongan de las medidas necesarias para garantizar la integridad física de los denominados "curas villeros", que vienen trabajando en los barrios de mayor vulnerabilidad social de la ciudad Autónoma de Buenos Aires, ante las amenazas sufridas por el padre José Maria Di Paola, hecho ocurrido el día lunes 20 del corriente mes.

Señor presidente:

El pasado día 20 de abril cerca de las 20 horas, el padre José Maria Di Paola regresaba a su casa desde la villa 21-14 de Barracas, de cuya parroquia está a cargo desde hace 12 años. En el trayecto fue interceptado por una persona quien lo amenazó de muerte. Según las declaraciones del padre: "un desconocido me dijo en la calle: `rajá de acá. Vas a ser boleta una vez que este tema deje de estar en la TV. Te la tengo jurada. "

José pertenece a un grupo de curas que realiza su trabajo comunitario, religioso y social en la parroquia Nuestra Señora de Caacupé en la villa 21-14 de Barracas de la Ciudad de Buenos Aires.

Días atrás el Equipo de Sacerdotes para las villas de Emergencia -del cual Di Paola es coordinador- denunció públicamente mediante un comunicado, "entre nosotros la droga está despenalizada de hecho. Habitualmente ni la fuerza pública, ni ningún organismo que represente al Estado se mete en la vida de estos chicos que tiene veneno en sus manos."

Por las características de la agresión, el momento en que ocurrieron las amenazas y el destinatario de la misma, podemos advertir que existe una vinculación directa entre el hecho de violencia y el documento en donde los curas villeros denunciaron la situación de injusticia que padecen los habitantes de los barrios de mayor vulnerabilidad social.

Lamentablemente hechos como estos dejan una vez más al desnudo una realidad social que afecta a miles de familias enteras y a jóvenes que conviven cotidianamente con el

hambre, el desempleo y la pobreza. Una deuda social de la cual hoy el Estado no se hace responsable. Hablamos de un estado ausente en la solución de los problemas y al mismo tiempo de una zona liberada para el funcionamiento del narcotráfico.

Como bien dice el documento antes mencionado "ante la confusión que se genera en la opinión publica con la prensa amarilla que responsabiliza a la Villa del problema de la droga y de la delincuencia, decimos claramente: el problema no es la Villa sino el Narcotráfico. La mayoría de los que se enriquecen con el narcotráfico no viven en las villas, en estos barrios donde se corta la luz, donde una ambulancia tarda en entrar, donde es común ver cloacas rebalsadas. Otra cosa distinta es que el espacio de la Villa - como zona liberadas- resulte funcional a esta situación."

No solo resulta alarmante la presencia del negocio de las drogas en detrimento de la vida de los más pobres, siendo ellas las principales víctimas; sino que además percibimos un Estado retraído que omite garantizar los derechos más elementales de las personas, como son el acceso a la educación, a la salud, a una vivienda digna y a la protección a la vida.

Una vez más, hacemos expresa ante esta Honorable Cámara nuestra preocupación respecto a los continuos y reiterados agravios que sufren personas relacionadas a organizaciones que participan en proyectos sociales genuinos destinados a la atención de niños y jóvenes que se encuentran en situación de pobreza y abandono. Personas comprometidas, como es el caso de Di Paolo y otros curas que trabajan en diferentes villas de la ciudad y que también atienden a los jóvenes sumidos en el consumo de las drogas, generando de esta manera un espacio donde la solidaridad se hace presente en los sectores más vulnerables de nuestra sociedad.

Por todas las razones expuestas, nos solidarizamos con José y con todos aquellos que día a día luchan en el anonimato y silencio contra las desigualdades sociales, pensando y creyendo en un país más justo y mejor. Como también, le exigimos al gobierno nacional que dispongas de las medidas necesarias para garantizar la integridad físicas de aquellas personas comprometidas en proyectos sociales y comunitarios que tienen como destinatarios a los sectores más pobres, excluidos y marginados de la sociedad.

Es por ello, que solicito a mis pares a que me acompañen en el presente proyecto de resolución.