La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Dirigirse al Poder Ejecutivo Nacional para que de manera perentoria se coordine con el gobierno la Provincia de Buenos Aires, la pronta e inmediata reparación de la siguientes carreteras, las cuales se encuentran en estado deplorable o directamente intransitable, a fin incrementar la seguridad vial, evitar los siniestros de tránsito y los permanentes decesos o incapacidades de viajeros, fomentar el desarrollo turístico y mejorar el transporte regional e internacional de personas, ganado, productos y mercaderías:

a) Ruta N° 21 Ciudad Evita - Pontevedra - Libertad y San Antonio de Padua a Castelar, con un kilómetro aún sin pavimentar.

b) Ruta N° 25 desde Pilar a Escobar, especialmente en la zona de El Cazador hacia el Paraná de las Palmas;

c) Ruta N° 30 desde Lobería - Rauch - Roque Pérez a Rafael Obligado (Partido de Rojas);

d) Ruta N° 31 desde Arbolito (Partido de Colón) a Escalada (Partido de Zárate);

e) Ruta N° 33 desde Bahía Blanca a Tornquist;

f) Ruta N° 53 desde Camino General Belgrano a Etcheverry -Brandsen y Ringuelet

g) Ruta N° 67, que une General Lamadrid - Coronel Suárez - Pigüé - Puan;

h) Ruta N° 85 que una Coronel Pringles con Coronel Suárez;

i) Ruta N° 65 que va desde Bolivar a Daireaux:

j) Ruta N° 60 desde Carhué hasta Rivera;

k) Ruta N° 80 desde Juan Nepomuceno Fernández - Barker - María Ignacia, hasta Pablo Acosta - Arsenal Naval Azopardo;

l) Ruta N° 51 que conduce de Bahía Blanca - Saladillo - Chivilcoy - Arrecifes - Ramallo;

m) Ruta N° 86 de Laprida a Benito Juárez;

n) Ruta N° 88 Mar del Plata - Otamendi - Mechongué - Lobería - Quequén;

o) Ruta N° 191 desde San Pedro - Doyle - Arrecifes - Salto a Chacabuco;

p) Ruta 1001 Río Tala - San Pedro a Arrecifes;

Señor presidente:

Con el sólo hecho de transitar, cualquier ciudadano puede comprobar el grave estado en el que se halla la Ruta 85 que una Pringles con Suárez, la ruta 67 en su tramo de Coronel Suárez hasta Pigüé, la Ruta 65 que va de Bolivar a Daireaux, la 60 desde Carhué hasta Rivera, la Ruta 80 hasta Pablo Acosta y la 51 que conduce a Pringles, entre otras tantas vías en pésimo estado, esto sin incluir a los caminos rurales, en su peor estado en años.

Es que el estado de las rutas bonaerenses es muy malo, eso lo sabe cualquiera que anda los caminos. Porque muchos tramos son intransitables se producen accidentes mortales. Esto, unido a las recientes lluvias, ha producido un deterioro mayor. Diversos tipos de reclamos se llevarán adelante estos días y todos con un mismo objetivo: generar conciencia por el mal estado de las rutas de la provincia de Buenos Aires, especialmente las ubicadas en el sudoeste del mapa provincial.

Comunidades enteras se hallan afectadas por esta situación de gravedad social seria. Como si fuera un paciente en estado terminal, lo poco que se hace son mini bacheos y pequeños arreglos que se rompen a los pocos días.

El escaso presupuesto de Vialidad Provincial, de donde debieran surgir los fondos para las reparaciones, pone límites a los trabajos, pero no a las manifestaciones de los numerosos usuarios que, a diario, recorren las rutas de la región. Días pasados, un productor agropecuario de la zona de San Eloy advirtió un enorme pozo en la ruta 76, desde la rotonda hacia Sierra de la Ventana. "Se trata de un terrible cráter en el medio de la ruta que abarca la totalidad de la mano que viene de Sierra a San Eloy. En el peor de los lugares, en el medio de un abra que es sinuoso, con subida y bajada", dijo Mario Méndez, presidente del Foro de Seguridad Rural.

Se puede ver u oír al gobernador bonaerense Daniel Scioli haciendo una publicidad procurando convencernos de lo bien manejada que está la provincia de Buenos Aires. Creo que se equivocó con el ejemplo que tomó con tal fin. En efecto, hizo hincapié en la mejora de ciertas rutas del distrito. Todos los que circulamos por ellas, que somos muchos, sabemos de su estado deplorable.

En particular, puso énfasis en la autopista a La Plata. De más está señalar la frecuencia con que hay cortes por diversos motivos y que se está instalando una enorme red para evitar las piedras que los vecinos de los asentamientos instalados a la vera del trazado tiran a los automovilistas. ¿Será esto una autopista segura? También mencionó la ruta 6 que utilizamos con frecuencia en el tramo entre la ruta 8 y el Acceso Oeste. No recuerdo ya las veces que vi cómo se reparaba la ruta y a los pocos días volvía a deteriorarse, pese al enorme costo que tuvieron esas obras. Si bien es una Ruta Nacional, la N° 7, en la provincia de Buenos Aires es de una sola mano. Tanto en San Luis como en Mendoza es de dos. ¿Tendrá algo que ver la provincia? No deseo extenderme en la fundamentación respecto de las muchas otras cuyo estado es lamentable y se identifican una a una en la parte resolutiva de este proyecto, que no tiene pretensiones de exhaustividad ni completud, porque a diario se recibe en el Despacho legislativo quejas y pedidos de vecinos afectados por la falta de conservación de variadas carreteras.

Si el gobernador ha elegido este tema para demostrar su eficiencia, no quiero imaginarme si analizamos aquellos que él mismo acepte que no han sido exitosos.

Pero quien ha dado la nota al respecto en las últimas horas fue el alcalde de Salto, Oscar Brasca, quien expresó con dureza que "le tengo prohibida la entrada al gobernador" al Palacio Municipal hasta que no empiece la obra de la ruta 191, la cual refleja un pésimo estado, mayormente en el tramo que une a la mencionada ciudad con Arrecifes. Esta postura cobra aún mayor fuerza si se tiene en cuenta que Brasca forma parte del Frente para la Victoria: "Yo le mande una carta documento y es del palo mío", aseguró sin ruborizarse el mandatario municipal en alusión al ex motonauta.

Vale recordar que días atrás, el gobernador estuvo en Salto para recorrer la Planta de galletitas Bagley que el Grupo Arcor tiene en ese distrito. En esa oportunidad también se hizo presente Brasca, aunque a posteriori el jefe comunal destacó que fue allí invitado por Luís Pagani, gerente de la mencionada empresa, dejando en claro así que nada quiere saber con el precandidato presidencial naranja hasta que no concrete la repavimentación de la ruta 191.

Necesitamos respuestas y soluciones urgentes. No alcanzan los comentarios ni los relatos. El gobierno nacional gobierna desde mayo de 2003 y el del señor Scioli desde diciembre de 2007. Tampoco es una cuestión de jurisdicciones, sino de sentido común para evitar que a diario 21 argentinos sigan muriendo en accidentes de tránsito. Una estadística escabrosa y espeluznante.

El último informe de la asociación civil Luchemos por la Vida es contundente. El año pasado murieron por accidentes viales 7.613 personas en todo el territorio argentino, lo que da un promedio escalofriante de 634 personas al mes y 21 todos los días. Para graficar de algún modo la brutalidad del dato, acaso baste con decir que, en materia de accidentes de tránsito, en Argentina se produce cerca de un Cromañón cada ocho, nueve o diez días. Casi tres tragedias como la del boliche de Once cada mes.

El dato, que como se dijo se desprende del último informe publicado por Luchemos por la Vida -con cifras provisorias al 6 de enero pasado-, es una cifra que se hace título de diario e impresiona, alarma. Aterra. Porque detrás de ese número se esconden decenas de historias distintas pero unidas por un drama que no discrimina edades, lugares o clase social.

Vistos desde lejos, alguien dijo una vez que somos como moscas que vamos y venimos cada vez más rápido, más torpes. Un día cae una. O dos. O cinco. Al día siguiente otra. Y otra. Y varias más. Es una epidemia en la que nos volvemos más chiquitos y vulnerables y a la que, como si fuésemos seres sin conciencia ni protección, Luchemos por la Vida le adjudicó en los últimos 15 años un total de 112.276 muertos en el país. El promedio es contundente: 21 muertos por día en accidentes de tránsito. Y asusta.

Vistos desde cerca, alguien dijo también que dejamos de ser moscas o simples números de una estadística escalofriante y nos convertimos en historias o voces que conmueven e impresionan.

A la hora de intentar entender el incremento de accidentes y de muertos en el tránsito, los expertos y quienes entienden en la problemática enumeran una serie de causas que van desde el crecimiento del parque automotor, el ritmo de vida precipitado que impone la sociedad actual y hasta las nuevas formas de manejar o conducirse por la calle. Lo que sea, no para de crecer, y asusta.

El estado deplorable de las rutas bonaerenses sale a la luz en cada accidente con víctimas fatales pero a diario miles de vehículos las transitan sin banquinas y a veces con obstáculos insalvables. Por dónde pasan y cuál era el plan de reparaciones para el año 2015 que culminará sin que la mayoría esté concluida.

Poca señalización y control, salvo en la Costa Atlántica son el denominador común. El desafío de gobernar la provincia sin tránsito y plan vial posible es una asignatura pendiente para todas las gestiones.

El nuevo presupuesto de este ejercicio fiscal las contempla pero los plazos y sus trazados siguen siendo escasos para quienes circulan arriesgando la vida y transportando la producción o los insumos. Los intendentes, con escasos recursos para accionar, son los primeros en recibir los reclamos.

Pido el acompañamiento de mis pares a fin de aprobar el presente proyecto de resolución.