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PROYECTO DE TP


Expediente 1962-D-2011
Sumario: EXPRESAR REPUDIO POR LAS EXPRESIONES DISCRIMINATORIAS DEL SEÑOR DIPUTADO NACIONAL FERNANDO EZEQUIEL SOLANAS, LAS CUALES AGRAVIAN A LOS CIUDADANOS DE LAS PROVINCIAS DEL INTERIOR DEL PAIS.
Fecha: 20/04/2011
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 33
Proyecto
La Cámara de Diputados de la Nación
RESUELVE:


Expresar repudio a las expresiones discriminatorias del señor diputado nacional Fernando Ezequiel Solanas, que agravian a los ciudadanos de las provincias del interior de nuestro país.

FUNDAMENTOS

Proyecto
Señor presidente:


El lunes 11 de abril pasado, en el programa Textuales que emite la cadena C5N, respondía el candidato a presidente y diputado nacional Fernando Solanas una pregunta sobre el notable triunfo obtenido por el gobernador de Salta Juan Manuel Urtubey en los comicios de la respectiva provincia. Solanas manifestó que ello se explicaba por el clientelismo "y también" por tratarse de "poblaciones con muy poco nivel cultural". Luego agregó "las provincias más pobres no se caracterizan por tener la mejor calidad del voto". Ante el silencio de los periodistas del programa, que no atinaban qué decir ante semejante declaración, el candidato del partido de izquierda sentenció "Es así"
Nuestra Constitución Nacional en su artículo 16 afirma que no se admiten en nuestra Nación "prerrogativas de sangre, ni de nacimiento: no hay en ella fueros personales ni títulos de nobleza. Todos sus habitantes son iguales ante la ley...".
No obstante ello, bien sabemos que la igualdad es un horizonte que siempre se persigue, un objetivo por el cual se ha luchado a lo largo de nuestra historia intensamente, y con seguridad que se trata de una lucha que continuará desarrollándose. No puede suceder de otra manera, siempre se presentan desigualdades que deben suprimirse, prácticas inequitativas, injustas modalidades o condicionamientos para ejercer determinados derechos o acceder a determinados servicios o recursos.
La lucha por el sufragio universal, secreto y obligatorio representa un capítulo fundamental en la historia democrática de nuestro país en pos de la igualdad en el ejercicio de los derechos políticos, tanto para obtener su consagración como, una vez obtenido el derecho, para recuperarlo sea porque lo impidieran prácticas de fraude generalizadas, sea por la interrupción lisa y llana de gobiernos democráticos.
Es por ello que el pronunciamiento del diputado Solanas no puede ser pasado por alto. Como representante de la provincia de Jujuy, poseedora de indicadores socio económicos similares a la de Salta, siento que los ciudadanos a los que represento fueron aludidos por Solanas, y denigrados por él como población de bajo nivel cultural y sufragantes de votos de baja calidad. ¿En relación a quienes son de baja calidad? ¿Qué población argentina entiende Solanas que emite votos de mayor calidad?
El sólo hecho de asociar la condición humana a estándares de calidad espanta. Bien conocemos historias de tragedias inconcebibles cuando aparecen líderes políticos que proponen distinciones de ese tenor. La memoria nos lleva a pensar en los acontecimientos más terribles de la historia humana. En el caso de nuestro país, el surgimiento de ideas como la sostenida por el diputado justificó, como ya indicamos, desde fraudes hasta golpes de estado.
El proyecto de un gobierno elitista, divorciado de los "instintos populares", no es novedoso y encuentra adherentes en numerosos referentes de nuestra historia. Nicolás Shumway destaca las siguientes expresiones de Sarmiento "Cuando decimos pueblo entendemos los notables, activos, inteligentes: clase gobernante. Somos gentes decentes. Patricios a cuya clase pertenecemos nosotros, pues no ha de verse en nuestra Cámara ni gauchos, ni negros, ni pobres. Somos la gente decente, es decir patriota."
Resulta curiosa la identificación entre patria y decencia, por parte del autor del Facundo, pero no es casual. En todo caso Sarmiento pensaba un país en el que debían introducirse reformas sustantivas, que serían resistidas por importantes sectores de la población. Formaba parte de una élite que anhelaba intensamente integrar la joven República al "concierto de las naciones" y al circuito económico internacional. Para ello estimaban que resultaba determinante acabar con todo foco de oposición, que a su entender con demandas anacrónicas anclaban y paralizaban a todo el país, y lo distanciaban de su "destino manifiesto".
Es muy preciso Ezequiel Adamovsky cuando explica "El incremento de la carga racista y antipopular estuvo relacionado con la necesidad de organizar y hacer legítimos los cambios traumáticos que requería la adopción del nuevo proyecto de país. Como era evidente que las poblaciones indias y criollas no colaborarían de buena gana con los cambios previstos fue conveniente presentar aquel proyecto político como una lucha entre "civilización" y "barbarie". Al bárbaro se le negaba así la autoridad moral e intelectual como para resistirse (¿quién podría estar en contra de la "civilización"?), al tiempo que la élite presentaba sus propios intereses políticos y económicos como una empresa "desinteresada" por el bien de toda la nación"
Llama la atención la propuesta de Solanas de resucitar la disyuntiva sarmientina de civilización central contra barbarie provinciana. Tal vez Solanas quedó atrapado en una representación colectiva que en algunos sectores perdura al día de hoy y que se vincula con la idea de argentinidad y ciudadanía que se postulaba a mediados del siglo XIX, que como bien aclara Adamovsky no coincidía con la de todos los argentinos realmente existentes. Cabe citarlo nuevamente: "De lo que estamos hablando aquí es de la formación de una peculiar identidad nacional que sostenía que "el ser argentino" tenía que ver con determinada cultura (ser "civilizado", "europeo"), e implícitamente se asociaba a un determinado origen étnico (blanco) y a una región (la pampeana, particularmente la ciudad de Buenos Aires)...De lo que se trataba era que a cada cual le quedara claro cuál era el modo "correcto" de comportarse: como los ciudadanos "cultos" -que, no hacía falta decirlo, eran también blancos- de Buenos Aires y no como un provinciano inculto o poco laborioso o como un "negro".
Corresponde interrogarnos ¿de qué sirven estos modelos que fueron postulados siglos atrás, y que ya en esa época no eran compartidos por todos? ¿A qué viene la sugerencia excluyente y discriminatoria expuesta por una figura política nada menor que aspira a obtener la presidencia del país?
Resulta sorprendente que alguien que pretenda conducir a este país manifieste un discriminatorio juicio sobre el ejercicio del derecho al voto por parte de los ciudadanos del interior. Atenta contra el más elemental consenso que creímos se había alcanzado.
Finalmente, deseo llamar la atención sobre otro aspecto. Tiene que ver con ciertas reglas no escritas de la representación política, vinculadas a la confrontación de ideas entre dirigentes políticos, a la posibilidad de cuestionar o directamente rechazar las ideas que postulamos. Todo esto en el marco de debates y planteos más o menos intensos. Pero en todo caso dirigidos al contradictor de turno.
Lo que escapa a esas reglas, lo que sorprende por lo inusual es la dirección de este agravio. Solanas no cuestionó a gobernante o legislador alguno, no atacó una determinada política administrativa o medida legislativa. Eligió otros destinatarios, decidió la denigración de los ciudadanos de las "poblaciones de las provincias pobres", sin mas.
No tiene mayor sentido hacer mención a las normas vulneradas, a la ley 23 592 contra actos discriminatorios, a lo previsto en numerosas disposiciones de tratados internacionales de derechos humanos. Las expresiones de Solanas hieren cualquier sensibilidad. A él corresponde pedir perdón a los sectores agredidos. A nosotros, como representantes de estos últimos expresar nuestro repudio.
Es por lo expuesto que solicito a mis pares me acompañen en este proyecto de Resolución.
Proyecto
Firmantes
Firmante Distrito Bloque
MARTIARENA, MARIO HUMBERTO JUJUY PERONISMO JUJEÑO
Giro a comisiones en Diputados
Comisión
DERECHOS HUMANOS Y GARANTIAS (Primera Competencia)