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PROYECTO DE TP


Expediente 1807-D-2008
Sumario: DECLARAR A LOS AÑOS 2010 Y 2016 "AÑO DEL BICENTENARIO DE LA REVOLUCION DE MAYO" Y "AÑO DEL BICENTENARIO DE LA INDEPENDENCIA ARGENTINA", RESPECTIVAMENTE.
Fecha: 25/04/2008
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 32
Proyecto
El Senado y Cámara de Diputados...


Artículo 1º.- Declárase a los años 2010 y 2016 como "AÑO DEL BICENTENARIO DE LA REVOLUCION DE MAYO", y "AÑO DEL BICENTENARIO DE LA INDEPENDENCIA ARGENTINA", respectivamente.
Art. 2ª.- La correspondencia y papeles oficiales del gobierno nacional, deberán llevar la siguiente inscripción: "2010 Año del Bicentenario de la Revolución de Mayo", "2016 Año del Bicentenario de la Declaración de la Independencia Argentina".
Art. 3º.- El gobierno nacional promoverá y auspiciará, a través de sus distintas dependencias, actividades pedagógicas, culturales, y el debate histórico y político sobre la importancia y vigencia de dichas fechas patrias.
Art. 4º.- En las escuelas, en todos sus niveles, colegios, instituciones de educación terciaria o superior y en las universidades, deberán, después de escribir año 2010 y 2016, agregar la inscripción referida en el artículo segundo de la presente ley.
Art. 5º.-Dispónese la acuñación de monedas que reproduzcan las autorizadas en la época de la Revolución de Mayo de 1810 y de la Declaración de la Independencia de 1816, y su posterior puesta en circulación.
Art. 6º.- El Banco Central y la Casa de la Moneda, adoptarán las medidas necesarias para dar cumplimiento con el artículo precedente.
Art. 7º.- Se invita a todas las provincias de la República Argentina a realizar idénticas actividades a las previstas en el art. 3º, a fin de fortalecer el espíritu patrio.
Art. 8º.- Los gastos que demande el cumplimiento de la presente ley, serán imputados a la partida presupuestaria en vigencia.
Art. 9º.- Comuníquese.-

FUNDAMENTOS

Proyecto
Señor presidente:


Treinta años después del comienzo de los movimientos libertadores, América Latina no había encontrado aún su rumbo.
La destrucción del viejo mundo colonial, iniciado en 1810, culminó con la derrota total de los realistas en la Batalla de Ayacucho en 1824. Esta fecha marcó el fin del imperio español en América; sin embargo, la vasta crisis que se desencadenó tras la independencia, subsistió durante varias décadas y demoró la construcción de un nuevo orden social y político. Recién hacia 1880 los puebles americanos, después de largas y crueles guerras civiles, lograron organizar sus estados y con ello, garantizar jurídica y políticamente su existencia independiente, en un mundo dividido en naciones-estados.
A comienzos de nuestro siglo, en el vasto continente americano, coexistían veinte países independientes que ya habían creado sus símbolos patrios: bandera, escudo e himno. Pero este proceso había resultado muy conflictivo. En el caso de nuestro país, cuando se festejo el primer centenario de la Revolución de Mayo de 1910, aunque su territorio era ya conocido en el mundo entero como argentina, el acontecimiento histórico que se celebraba no llevaba el mismo nombre. El grito de libertad proclamado por el cabildo de Buenos Aires en 1810 había sido en nombre de las Provincias del Río de la Plata. Había comenzado concretamente el proceso independentista.
Debieron transcurrir 6 años para que se proclamara la independencia, y muchos años más para que la voz argentina se transformara en la denominación actual de nuestro territorio.
El año 1810 marco el inicio de la ruptura - primero pacífica y luego violenta - de las colonias americanas con la metrópoli. La primera etapa de la revolución se fraguó en la vieja Europa; la segunda tuvo como escenarios las ciudades y los cabildos coloniales.
En abril de 1808, el emperador francés Napoleón I, separó del trono de España al Rey Carlos IV y a su heredero Fernando VII. Este episodio fue llamado "La farsa de Bayona", pues disimulaba la usurpación del trono a través de la cesión que se hacia en beneficio de José, hermano de Napoleón.
Durante dos años, paralelamente a la guerra regular, se libro una guerra de guerrillas que hostigó a los invasores. Sin embargo, a comienzos de 1810 cayo la Junta Central de Cádiz, último foco de resistencia. La noticia de la caída de la Junta y de su reemplazo por el Consejo de Regencia poco representativos, dejó a las colonias americanas libradas a sus propias fuerzas.
Una a una, las capitales virreinales y las principales ciudades formaron Juntas de Gobierno que deshicieron el viejo Pacto Colonial con la metrópoli. Este cambio no fue rápido. Un clima febril de agitación y rumores revolucionarios fue creciendo a medida que llegaban las noticias del avance francés a España. El 25 de mayo de 1809, el fuego de la sedición estaba en todas partes; y los revolucionarios mantenían estrecho contacto a pesar de las distancias.
El primer estallido fue en Caracas el 19 de abril de 1810, siguió el 25 de mayo en Buenos Aires. En ninguna de estas jornadas hubo derramamiento de sangre. Los vecinos, es decir los miembros de las elites urbanas, criollos y españoles, ocuparon el vacío de autoridad en nombre del Rey Fernando VII, prisionero de Napoleón.
La segunda guerra de Independencia comenzó en 1816, en el norte del continente, Simón Bolívar expulsó a los realistas de Venezuela, Colombia y Quito, y creó con la unión de estos territorios, la gran Colombia. En el Río de la Plata, San Martín exigió con éxito la declaración de la Independencia al Congreso reunido en Tucumán en 1816, cruzó Los Andes y libero a Chile y se impuso a continuación la campaña del Perú, último bastión realista de América.
Por todos los hechos realizados por estos jefes de movimientos emancipadores, que defendieron la unidad continental, murieron sin siquiera sospechar que 50 años después serían venerados como héroes. San Martín, Bolívar, O´Higgins, Sucre, Artigas, Monteagudo, Moreno, Belgrano, y tantos otros, se transformaron en próceres patrios. En vida fueron amados y odiados por sus contemporáneos. Sufrieron atentados, persecuciones y privaciones de todo tipo; cometieron errores militares y políticos e indudablemente tuvieron grandes aciertos.
Por otra parte, este proyecto tiene antecedentes en lo que hace a los agregados después de poner el año; En el año 1950 en todas partes incluso en las escuelas, cuando se ponía el año se ponía año del Bicentenario del General San Martín.
Por todo lo expuesto, solicito a mis pares me acompañen con su voto positivo para la aprobación del presente proyecto de ley.
Proyecto
Firmantes
Firmante Distrito Bloque
ALFARO, GERMAN ENRIQUE TUCUMAN FRENTE PARA LA VICTORIA - PJ
Giro a comisiones en Diputados
Comisión
LEGISLACION GENERAL (Primera Competencia)
CULTURA
PRESUPUESTO Y HACIENDA