PROYECTO DE TP


Expediente 1723-D-2015
Sumario: EXPRESAR BENEPLACITO POR LA LABOR QUE DESARROLLA LA ASOCIACION CIVIL PROYECTO PULPERIA QUE PROMUEVE EL REPOBLAMIENTO DE ALDEAS RURALES.
Fecha: 13/04/2015
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 27
Proyecto
La Cámara de Diputados de la Nación
RESUELVE:


Expresar su beneplácito por la labor desarrollada por la Asociación Civil Proyecto Pulpería, que promueve el repoblamiento de aldeas rurales y en particular por la concreción del proyecto implementado en la localidad de Esteban Agustín Gascón, partido de Adolfo Alsina, Provincia de Buenos Aires, dónde ya comenzaron a radicarse nuevos habitantes.

FUNDAMENTOS

Proyecto
Señor presidente:


Cuentan que Daniel Rolón pasó más de un año buscando trabajo de casero lejos de la ciudad. Retirado de la policía después de dos décadas de servicio y con pericia para los oficios, proyectaba una jubilación junto a su familia en un ambiente menos hostil y más natural. En ese afán se cruzó con el Proyecto Pulpería, una ONG que hablaba de un tal Esteban Agustín Gascón, pueblo de cinco cuadras por dos y no más de 110 habitantes en el sudoeste de la provincia de Buenos Aires. El proyecto daba facilidades para la llegada de nuevos pobladores con ganas de trabajar y anhelos de una vida segura y apacible.
Rolón entendió que Gascón los buscaba a ellos. Ya lejos de Florencio Varela, él y su familia comprobaron que en el pueblo se duerme de un tirón, sin despertarse alertas ante cada ruido extraño. Que los vecinos los saludan como si los conocieran de toda la vida y que lo único que ocupa su mente ahora es poner a punto la casa que les cedieron en comodato por diez años.
Gascón quiere servir de caso testigo, de ejemplo multiplicador para torcer esa tendencia que impera en el país: la de esos pueblos abandonados por sus habitantes hasta que se convierten en fantasmas de escombros a la vera de la ruta.
Quien moviliza este sueño de recuperar la identidad de aldeas rurales y evitar su desaparición es Leandro Vesco, fundador de la asociación civil Proyecto Pulpería. Su idea es incentivar la vuelta a la vida en comunidad, resaltando el atractivo de esos valores que los pueblos aún conservan: amistad, solidaridad y tranquilidad. Pero la base para revertir ese drenaje poblacional, según Vesco, es la cultura y la educación.
Por eso su primer paso es la creación de una biblioteca en el pueblo. El segundo da nombre al proyecto: recuperar la pulpería, el centro social. En Gascón, como ambos ya se concretaron, comenzó el proceso de repoblación. "Con muy poco la economía se empieza a mover -dice Vesco-. Con diez turistas por semana que pasen por Gascón, ya está. Lo que queremos también es que quien se quede lo haga por convicción, porque en ese lugar ve un futuro."
Gregorio Aberásturi vendría a ser el mecenas del proyecto Gascón. Productor agricolo-ganadero nacido en ese pueblo y que ahora vive en Carhué, cabecera del distrito de Adolfo Alsina, cedió en comodato por diez años algunas de sus propiedades en el pueblo: el viejo hotel, que ahora ostenta en sus distintas salas la biblioteca, la pulpería y el almacén de ramos generales; y casas de una planta, cerradas desde hace décadas, para que habiten los nuevos pobladores gratuitamente con el único requerimiento de que ellos las acondicionen. "Es una lucha contra la adversidad y el escepticismo -dice Aberásturi-. Lo importante es ver el cambio de tendencia, construir de abajo para arriba. Patear el hormiguero y procurar que después se pueda plasmar en políticas públicas."
Lo dice porque conoce la historia de Gascón. Sabe que el pueblo donde nació supo tener cerca de 2000 habitantes hasta los años 40, pero que la muerte del ferrocarril con pasajeros (hoy sólo pasan los cargueros) y los cambios en la agricultura fueron mermando a esa población que hace más de una centuria fundó una colonia de alemanes del Volga.
Los Rolón recorren cada rincón de su casa: muestran sus planes de recuperar el piso de pinotea, de dejar a nuevo los vidrios biselados, de mantener la estructura de ladrillos y reciclar esos techos de más de cuatros metros de alto. De armar un quincho con parrilla, arrancar una huerta y juntar leña para pasar el invierno. Planes impensados allá, en la casa de Florencio Varela.
Daniel Rolón trajo su propio valor agregado: su destreza en los oficios. Plomería, herrería, pintura. Mano de obra que hace falta en el pueblo. Claro, es que ahí la mayoría está abocada a las tareas rurales. Por eso, una condición que exige Proyecto Pulpería para todos aquellos que se quieran radicar allí es traer un proyecto laboral vinculado con el turismo rural, la agricultura ecológica o, como Rolón, dedicarse a un oficio.
La actitud receptiva del pueblo se manifiesta apenas los Rolón se conocen con uno de los habitantes del pueblo, Horacio Ventimiglia, que en sus galpones frente a la recién reciclada estación de tren atesora a La Australiana, una cosechadora del '29 que todavía funciona. "¡El vecino nuevo, que lo tiró! Bienvenido, correligionario", le dice Ventimiglia a Rolón, que a su vez le promete que ya lo visitará para tomar unos mates.
En la pulpería se juntó una veintena de vecinos para un asado. Pero Sebastián Ermantraut se mantiene firme en su posición: es el hombre detrás de la barra, el pulpero de sólo 29 años. Sebastián volvió a su pueblo desde Bahía Blanca. Lo trajo la salud de su abuelo y su madre. Ambos fallecieron. Pero lo que se apagó de un lado se encendió en otro: su mujer quedó embarazada y decidieron que Gascón sería el lugar ideal para criar a sus hijos. Ahora son dos. El más grande es uno de los dos alumnos del jardín de infantes del pueblo. En la primaria, la impecable escuela Merceditas, hay 12. Pero les gustaría que haya más.
"Acá tenés seguridad y tranquilidad, algo que hoy vale más que el gas natural o la ruta." Lo dice Néstor Martin, más conocido como "Rulo", delegado municipal. Recuerda con orgullo el día en que consiguieron la antena para la telefonía celular, cuando bajó la palanca y la raya de la señal estaba llena. Es que cuanto más chico es el pueblo, dice, más cuesta conseguir esas cosas. Y suelta una frase que suele repetir: "Dios vio que estábamos haciendo bien las cosas porque nos mandó un ángel que se llama Leandro Vesco".
Pero esa identidad en el pueblo se mantuvo gracias a quienes se quedaron. Y a los que llegaron desde la vecina Villa Margarita cuando esa aldea fue arrasada por el agua, al igual que la cercana Epecuén. Entre ellos, Rosa Kletzel, con sus 90 años. De Colonia San Antonio, otra localidad vecina, queda un sólo habitante: Anselmo Kloster, que aún vive en la casa donde nació. Dice que moverse ahora sería como arrancar una planta vieja y plantarla en otro lugar: no agarra más.
Gascón está a 60 km por camino de tierra desde Carhué. Allí los antiguos y los nuevos habitantes esperan la llegada en los próximos meses de otras cinco familias: de Rosario, Tierra del Fuego, Avellaneda, San Martín y Capital Federal. Inscriptas en el proyecto hay al menos doscientas, cuenta Vesco.
Mientras tanto, él y Aberásturi hablan de esta utopía de refundar un pueblo. De reconectar ese sistema neuronal con estaciones y aldeas a pocos kilómetros de distancia. Pequeñas luces en el mapa provincial que se ven al costado de la ruta. Que sigan siendo pequeñas, pero que no se apaguen (Fuente: Fernando Massa, diario La Nación).
Recordemos que Al no haber constancia de la fundación del pueblo, por decreto N° 5847 del gobierno provincial del 31 de diciembre de 1976 se estableció como fecha de fundación el 15 de abril de 1907, fecha de habilitación del tramo ferroviario, de la Empresa Ferrocarril Buenos Aires al Pacífico, cuya estación, con el nombre de Gascón, fue erigida sobre tierras que eran de propiedad de Esteban Louge. El Señor Antonio Koller inmigrante procedente de la región del Volga (Rusia) junto con el Señor Jorge Kloster, realizó el primer fraccionamiento de tierras en el año 1908, con la donación de varios predios en el lugar que hoy ocupan Villa Margarita y Colonia San Antonio, donde se construyó la Iglesia en 1923. Ello promovió el asentamiento de más familias y su organización comunitaria.
Su toponimia es en honor al político argentino y doctor en Derecho, representante de Buenos Aires en el Congreso de Tucumán, Esteban Agustín Gascón (1764-1824), quien también se desempeñó como presidente de la Audiencia de Charcas, gobernador intendente de Salta, gobernador de Charcas, auditor general de guerra, autor de la iniciativa que oficializó la bandera creada por el General Manuel Belgrano, ministro de Hacienda del Director Supremo General Juan Martín de Pueyrredón, juez, diputado provincial, secretario de la Junta de Representantes de Buenos Aires y camarista del Tribunal de Justicia de la Provincia.
Este proyecto complementa al expediente de mi autoría 667-D-2015 y lo descripto más arriba amerita, sin lugar a dudas, la declaración de beneplácito de esta H. Cámara. Hoy como ayer, sigue vigente el dictum "gobernar es poblar" y se defiende la soberanía, se hace la Patria, se afirma la Nación cuando argentinos o inmigrantes se asientan latitudes deshabitadas, con la noble finalidad de cimentar un proyecto de vida en paz y con ilusiones de un futuro mejor.
Como se publicara en la revista El Federal: Gascón, es un pueblo feliz donde viven 110 personas, un paraíso perdido de Buenos Aires, que está a 20 kilómetros de La Pampa, donde se disfrutan hermosos silencios y niños jugando en la calle. No sólo las grandes urbes deben ser motivo de interés de los legisladores, sino estas historias de "pago chico" donde también cotidianamente se construye la Argentina.
Pido el acompañamiento de mis pares a fin de aprobar el presente proyecto.
Proyecto
Firmantes
Firmante Distrito Bloque
ASSEFF, ALBERTO BUENOS AIRES UNIR
Giro a comisiones en Diputados
Comisión
POBLACION Y DESARROLLO HUMANO (Primera Competencia)