El Senado y Cámara de Diputados...

Artículo 1°: Institúyase el 2.007 como Año de la Educación y el Respeto Vial.

Artículo 2°: El Poder Ejecutivo incrementará las políticas que tiendan a la disminución de los accidentes de tránsito durante el año 2.007, entre otras deberá:

1) Realizar una campaña masiva sobre Seguridad Vial en todo el territorio nacional;

2) Convocar a partidos políticos, entidades gremiales, profesionales, educativas, religiosas, empresariales y organizaciones no gubernamentales para que colaboren en la creación de conciencia social en educación vial y el diseño de estrategias para modificar los comportamientos riesgosos en el tránsito.

3) Organizar un programa nacional donde participen las áreas gubernamentales con competencia en los diferentes aspectos de la seguridad y educación vial.

4) Optimizar los controles sobre el cumplimiento de las normas viales vigentes en rutas y accesos de jurisdicción nacional.

5) Convocar a las concesionarias de rutas nacionales para que aporten información, sugerencias y asuman un compromiso de calidad sobre el control preventivo y asistencia a la víctima de accidentes en sus áreas.

6) Proveer asistencia técnica a provincias y municipios, en especial para la elaboración de sistemas de información geográfica, que les permita identificar los sitios de mayor ocurrencia de accidentes, para luego poder hacer prevención.

Artículo 3°: Invítase a las provincias y municipios a adherir a la presente ley.

Señor presidente:

Venimos a reproducir el Expediente 5852-D-04, con la lógica modificación del año a instituir como Año de la Educación y el Respeto Vial, ya que el proyecto de referencia caducó.

La presente iniciativa está orientada a instalar como política de Estado la disminución de los accidentes de tránsito en la República Argentina.

Los índices de mortalidad por esta causa son directamente vergonzosos para el país y es necesario que entre todos pongamos fin a esta matanza absurda que enlutece a tantas familias.

La responsabilidad no puede delegarse solamente a los particulares, ya que la conducción de vehículos es materia regulada por el Estado, el que además tiene obligación de control, con competencias específicas nacionales, provinciales y municipales, y establece sanciones para los incumplimientos.

En el año 2004, la Organización Mundial de la Salud dedicó el día de la salud a la seguridad vial bajo el lema LA SEGURIDAD VIAL NO ES ACCIDENTAL. El Dr. Lee Jong-wook, Director General de la OMS decía: "Demasiado a menudo, la seguridad vial se considera un asunto de política de transporte, no un problema de salud pública, y los traumatismos causados por el tránsito se califican sólo de "accidente", aunque la mayoría de ellos se podrían prevenir. En consecuencia, muchos países se esfuerzan mucho menos en comprender y prevenir los traumatismos causados por el tránsito que en comprender y prevenir enfermedades que son menos dañinas."

La licenciada María Cristina Isoba, Directora de Investigación y Educación Vial de la organización no gubernamental Luchemos por la Vida, presentó en el Décimo séptimo Congreso Internacional de la Asociación Internacional de Medicina del Tránsito y Accidentes, realizado en Suecia, en el año 2.000, una investigación sobre la Relación entre el conocimiento teórico y el comportamiento en el tránsito, plantea en sus conclusiones que "No existe correspondencia, sino contradicción entre el "saber" teórico y el comportamiento concreto en el moverse cotidianamente como usuarios de la vía. Esta incoherencia nos indica un manejo de información superficial, de conocimientos "no significativos" en el sentido profundo, pedagógico constructivista del término, que deben conformar conocimientos "funcionales" ,es decir, que sean utilizados o influyan en los comportamientos, en las circunstancias que lo hagan posible, y con diversas conexiones internas entre lo aprendido y lo anteriormente conocido por historia y experiencias personales."

A estas mismas conclusiones llega un estudio realizado por el Comité de Docencia e Investigación del Hospital de Niños Dr. Orlando Alassia de la ciudad de Santa Fe, publicado en el diario El Litoral de dicha localidad el 25 de agosto de 2004, donde se dicía que "no es falta de información lo que hace que los conductores no usen cinturón de seguridad o casco y sugiere que se deben aplicar sanciones efectivas a los infractores para evitar accidentes viales". "Incumplir las normas de tránsito parece ser una mala costumbre que tenemos los automovilistas, ciclistas y transeúntes, aunque sin pensar en las trágicas consecuencias que esa rebeldía o desconocimiento de la normativa puede traernos."

Por esta razón es que proponemos que sea el Año de la Educación y el Respeto Vial, la educación es necesaria pero no suficiente, no basta, es imprescindible que se empiecen a respetar las normas y se aplique lo aprendido.

En nuestro país mueren todos los años aproximadamente unas 7.000 personas en accidentes de tránsito, en una proporción de 1.200 muertos por cada millón de vehículos circulantes, con más de 120.000 heridos cada año por esta causa. Los datos que brinda Luchemos por la Vida, en base a las estadísticas provinciales, de muertes acaecidas, son los siguientes:

* Las cifras del presente son proyección de los datos habidos hasta el presente, aplicados al nuevo lapso, e incluyendo fallecidos en el hecho o como consecuencia de él, hasta dentro de los 30 días posteriores, según el criterio internacional más generalizado. Las cifras utilizadas son las últimas disponibles (oficiales, de origen policial o municipal, la mayoría), actualizadas. Como la gran mayoría de las cifras originales sólo computan los muertos en el momento del accidente, las mismas también han sido corregidas según índices internacionalmentes aceptados, a fin de permitir una apreciación, estudio y comparación seria de la mortalidad en la accidentología vial argentina. Fuente: Luchemos por la Vida - Asociación Civil

Sumando solamente los datos totales de fallecimientos en accidentes de tránsito de los últimos siete años en el país, se llega a la trágica cifra de 49.902 (cuarenta y nueve mil novecientas dos) PERSONAS. Si sumamos los heridos, personas que han quedado con discapacidades, las secuelas no sólo físicas sino psicológicas de las víctimas, sus familiares y amigos, tendríamos que multiplicar varias veces ese número. Cualquier enfermedad, epidemia o catástrofe que afecte a tantas personas recibe mayor atención que la problemática del tráfico.

En esta materia las normas ya existen, lo impostergable es que se apliquen los controles y las sanciones, que se asuma como política de Estado por los diferentes actores de la política, la economía, la sociedad civil; es una gran obra colectiva que debemos emprender y que redundará en beneficio de todos.

Por todo lo expuesto solicito a mis pares me acompañen en la aprobación de este proyecto.