La Cámara de Diputados de la Nación

DECLARA:

Su profunda preocupación por la privación de libertad arbitraria de los señores Antonio Guerrero Rodríguez, Fernando González Llort, Gerardo Hernández Nordelo, Ramón Labañino Salazar, y por la prohibición del regreso a su país de René González Sehwerert, quien cumplió trece años de injusta condena y fue liberado el pasado mes de octubre bajo libertad supervisada, que le impide regresar a Cuba para reencontrarse con su esposa Olga Salanueva, después de más de trece años sin poderse ver debido a la reiterada negativa de visado a esta última, idéntica situación a la de Adriana Pérez, esposa de Gerardo Hernández, a quien no ve desde 1998. Las condenas a los cinco luchadores antiterroristas cubanos encarcelados en los Estados Unidos, han sido reiteradamente denunciadas ante los organismos internacionales por ser violatorias de las garantías procesales y de los más elementales principios consagrados por el derecho moderno y los instrumentos internacionales en materia de derechos humanos. Asimismo, vería con agrado que el Poder Ejecutivo, a través de los organismos que correspondan, exprese su preocupación al gobierno de los Estados Unidos por este caso.

Señor presidente:

El próximo 12 de septiembre se cumplirán 14 años del injusto y arbitrario encarcelamiento de Gerardo Hernández, Ramón Labañino, Antonio Guerrero y Fernando González, y de la prohibición de viajar a Cuba de René González, quien el pasado mes de octubre cumplió trece años de cruel encierro y fue liberado bajo libertad supervisada.

Estos cinco luchadores contra el terrorismo evitaron con su accionar más de ciento setenta atentados contra su pueblo, salvando también vidas de ciudadanos norteamericanos.

Los Cinco, como se les conoce mundialmente, fueron detenidos en Miami, Florida, el 12 de septiembre de 1998. El gobierno estadounidense los acusó de conspiración para cometer delito contra Estados Unidos, conspiración para cometer espionaje, entre otros cargos que aún no han sido probados en ninguno de los casos. Después de la detención, fueron sometidos a confinamiento solitario en celdas de castigo durante 17 meses.

El proceso comenzó en la ciudad de Miami, en el otoño del 2000 y terminó siete meses después, en junio del 2001. Comparecieron más de 70 testigos. Este juicio fue el más largo en la historia de los Estados Unidos en el momento en que tuvo lugar. Los detenidos pasaron casi tres años encarcelados entre su detención y el comienzo del juicio. Las solicitudes de la defensa para trasladar el juicio fuera de Miami fueron denegadas y no hubo un jurado imparcial. Asimismo, se violó el derecho fundamental conocido como "el debido proceso legal", según el cual no podrá privarse a persona alguna de la vida, la libertad o la propiedad. Los cinco fueron condenados en diciembre del 2001.

El 9 de agosto de 2005 el 11º Circuito de Apelaciones de Atlanta -en una sentencia unánime- revocó sus condenas y ordenó un nuevo juicio, pero los cinco continuaron en prisión. En noviembre de 2005, sin embargo, esta decisión de llevar a cabo un nuevo juicio fue revertida por el plenario de la Corte de Apelaciones del 11º Circuito.

Dos miembros del panel con derecho a participar en la votación, Byrch y Kravitch, se opusieron a dicha decisión y reiteraron que "este era un caso excepcional en el que se impone un cambio de sede debido al prejuicio latente en la comunidad que hace imposible conformar un jurado imparcial". Y con este fallo el 11º Circuito ratifica la decisión de la Corte de Miami de negar las mociones presentadas por la defensa para cambiar la sede y realizar un nuevo juicio. Así permanecen confinados en cárceles de máxima seguridad limitados y en algunos casos privados del contacto de sus familias.

El principal acusado, Gerardo Hernández, fue condenado a dos cadenas perpetuas y 15 años de privación de libertad, acusado de conspiración para cometer asesinato en primer grado, cargo que no se le ha podido probar.

Con una clara intencionalidad, la verdad sobre el caso de los Cinco ha estado bajo un manto de silencio por parte de los grandes medios de comunicación. Sin embargo, desde la condena, ha habido una creciente campaña internacional para lograr la liberación de estos luchadores antiterroristas.

Expresamos que el presidente de los Estados Unidos, Barak Obama, tiene las facultades para poner en libertad a los Cinco.

Debemos repudiar y denunciar todo acto tendiente a violar los derechos humanos y resguardar el derecho de justicia e igualdad.

Por ello, solicito a mis pares me acompañen y aprueben el presente proyecto.