La Cámara de Diputados de la Nación

DECLARA:

Su repudio del golpe de Estado sufrido por la República Centroafricana, deplora los saqueos en su capital - Bangui- y exhorta a que los responsables político-sociales de ese país pacifiquen y regularicen la situación en beneficio de su pueblo y por ende de toda la humanidad.

Señor presidente:

Nada que acaezca en este mundo nos puede ni debe provocar hesitación acerca de si entra o no en la esfera de nuestras preocupaciones e intereses. Nada nos es lejano y ajeno, máxime si se trata de un deplorable acontecimiento en un país de nuestra vecina África.

No puede ni debe omitirse que el África entera respalda nuestro reclamo soberano por las Malvinas. Esto solo ya amerita que nosotros retribuyamos ese apoyo, sosteniendo desde acá la estabilidad y el orden en el continente cercano.

Este fin de semana se produjo otro golpe de Estado en un país africano, en este caso afectando - y sembrando el caos y los saqueos - a la República Centroafricana, antaño colonia de Francia.

Mucho ha sufrido África con el colonialismo. Y mucho padece con la absurda fragmentación política con cincuenta y cuatro (54) países, muchos de ellos con fronteras antojadizas, trazadas por las potencias coloniales a horcajadas de las diferencias tribales, pero con el irrefutable designios de dejar estados "independientes" débiles. Pensar el mapa político de África induce y conduce a probar y comprobar la irracionalidad que impera en el planeta ¡Cuánto mejor vivirían los pueblos con Estados unificados y fuertes, no para ejercer el autoritarismo interno, sino para tener capacidad negociadora en sus vínculos internacionales y así defender sus intereses legítimos!

La República Centroafricana es uno de los Estados más pobres entre los 187 que existen en el planeta. Ello no obstante poseer diamantes, madera, oro y uranio. Desde 1960 año en que se emancipó de Francia, ha reinado la inestabilidad política. La frecuencia de golpes y rebeliones es inusitada. Constituye una plaga socio-política para ese sufrido pueblo.

Los golpes de Estado rara y excepcionalmente han abierto camino a los cambios y transformaciones. Y a esta altura de la experiencia que acumulamos en todo el mundo, no caben hesitaciones: los golpes retrasan más allá y a pesar de sus alardes y promesas de magnas mutaciones y revolucionarias propuestas. La estabilidad atesora virtudes que incluyen que es a partir de ella y mediante los mecanismos institucionales establecidos, como se pueden y deben introducir las grandes reformas que todos los pueblos del mundo actual reclaman y hasta exigen.

No debemos ceder al espejismo que producen los golpes de Estado. Son unos falsarios descarados, fáciles de reconocer por sus falacias.

¿Por qué esta Cámara debe pronunciarse contra un golpe de Estado ocurrido en un país del que ignoramos demasiadas cosas? Porque -reiteramos - nada nos puede resultar lejano y ajeno y muchísimo menos si sucede en la vecina África.

La Argentina tiene un amplio horizonte de un arco muy amplio de intercambios e interacciones con toda el África, tanto la del Magreb como la subsahariana.

Necesitamos de un África estable, progresista de verdad - sin engaños, sin corrupción. La América del Sur y el África deben cooperar crecientemente.

Una primera muestra de cooperación es que nos preocupa sobremanera que un país africano sufra un caótico golpe de Estado.

Unámonos a la Unión Africana en la condena al golpe de Estado en la República Centroafricana.

Pido el respaldo de la Cámara este pronunciamiento.