La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Declarar de Interés de esta H. Cámara de Diputados de la Nación al "III CONGRESO PROVINCIAL DE HISTORIA: JOSÉ DE SAN MARTIN Y SU ACCIONAR EN VÍSPERAS DE LA INDEPENDENCIA. BICENTENARIO DE SU VISITA A SUELO SANJUANINO 1815-2015" organizado por la Junta de Estudios Históricos de San Juan y la Asociación Cultural Sanmartiniana de San Juan a llevarse a cabo en la Ciudad de San Juan, provincia de San Juan, los días, 2 y 3 de Julio de 2015.

Señor presidente:

Consideramos que no hacen falta fundamentaciones mayores, para resaltar la importancia de la conmemoración del Bicentenario de la Independencia Nacional que, por otra parte, ya ha sido tratado y aprobado su celebración por el Honorable Congreso de la Nación. Sí, en cambio, fundamos nuestra propuesta de declarar de Interés el "III CONGRESO PROVINCIAL DE HISTORIA: JOSÉ DE SAN MARTIN Y SU ACCIONAR EN VÍSPERAS DE LA INDEPENDENCIA. BICENTENARIO DE SU VISITA A SUELO SANJUANINO 1815-2015" en la posibilidad que se presenta de destacar a partir de su realización la importancia de la misión de nuestros padres fundadores que sostuvieron la idea de crear la patria a partir de la reunión de un congreso de ciudadanos libres y, particularmente, el accionar del Libertador en vísperas de la Declaración que finalmente se efectuó el 9 de julio de 1816 en la ciudad de San Miguel de Tucumán.

La convocatoria de la Junta de Estudios Históricos de la Provincia de San Juan y la Asociación Cultural Sanmartiniana de San Juan se hace en el marco del Bicentenario de la Independencia patria y con motivo de conmemorarse también los 200 años de la visita del Gral. San Martin a nuestra provincia de San Juan.

La guerra de la Independencia, la creación del Ejército de los Andes y el cruce de la cordillera marcaron a fuego nuestra historia provincial, a título ilustrativo incluimos en estos fundamentos al proyecto de resolución un breve repaso de los acontecimientos históricos que abordará el Congreso.

Antes de la creación del Virreinato de Río de la Plata, los territorios de las actuales provincias de Mendoza, San Juan y San Luis dependían de la Capitanía General de Chile, pasando después a formar parte de la Intendencia de Córdoba; pero las circunstancias políticas y el relativo aislamiento geográfico en que vivía Cuyo exigía para estos territorios mayores grado de autonomía para su mejor desempeño. De allí que la Junta de Gobierno de Buenos Aires puso fin a esta situación creando por Decreto del 29 de noviembre de 1813 la Intendencia de Cuyo, fijando por Capital la Ciudad de Mendoza.

En enero de 1814, San Martín tomó el mando del Ejército del Norte, de manos de Manuel Belgrano que regresaba del Alto Perú. El nuevo Comandante en Jefe llegó a la conclusión de que la obra revolucionaria no se consolidaría por el Norte, sino a través de los Andes para asegurar la libertad de Chile y, luego, por el Océano Pacífico, poder lanzarse sobre Lima, lugar estratégico para derrotar al enemigo. Conocía el peligro de dejar que los españoles se afirmaran del otro lado de los Andes y propuso a Antonio González Balcarce, al Congreso y a Juan Martin de Pueyrredón, sucesivamente y por gestiones de Guido y de Godoy Cruz, un plan concreto para atacar a Chile: se trataba de amenazar con una invasión que obligara a los españoles a dispersar sus fuerzas, para caer sobre ellas y destruirlas en detalle. Logrado ello se abría la puerta para una invasión marítima al Perú en vez de la azarosa ruta del Alto Perú.

El 12 de abril de 1814, el General José de San Martín le escribiría a su amigo Nicolás Rodríguez Peña: "La patria no hará camino por este lado del Norte, como no sea en una guerra puramente defensiva. Ya le he dicho a usted mi secreto. Un ejército pequeño y bien disciplinado en Mendoza para pasar a Chile y acabar allí con los godos, apoyando un gobierno de amigos sólidos para acabar con la anarquía que en todo el país reina. Aliando las fuerzas pasaremos por el mar a tomar Lima. Ese es el camino y no este que ahora se sigue, mi amigo. Convénzase usted de que, hasta que no estemos sobre Lima, la guerra no acabará".

El 10 de agosto de 1814 fue nombrado Gobernador de Cuyo dedicándole tiempo a la construcción de un cuerpo de ejército con asiento en Cuyo, con el objeto primario de defender esa región de un ataque español desde Chile y con el propósito de pasar luego a la ofensiva. Su notable capacidad le permitió tener en octubre de ese año 2.800 hombres, y al reunirse el Congreso en Tucumán, calculaba que le harían falta 1.600 más para estar en condiciones de invadir a Chile en el verano siguiente. Sabía el peligro de dejar que los españoles se afirmaran del otro lado de los Andes y propuso al Director Supremo Antonio Gonzalez Balcarce, al Congreso y a Juan Martin de Pueyrredón, sucesivamente y por gestiones de Tomás Guido y de Tomás Godoy Cruz, un plan concreto para atacar a Chile: se trataba de amenazar con una invasión que obligara a los españoles a dispersar sus fuerzas, para caer sobre ellas y destruirlas en detalle. Logrado ello se abría la puerta para una invasión marítima al Perú en vez de la azarosa ruta del Alto Perú.

El Libertador visitó la provincia de San Juan en dos oportunidades: la primera en mayo de 1815, con el propósito de disuadir a quienes intentaban alcanzar su autonomía. La segunda, el 9 de julio del mismo año, para inspeccionar los pasos cordilleranos ante el peligro de una invasión realista desde Chile y para asegurarse el apoyo de la provincia a la campaña libertadora. En esta segunda visita se alojó en el Convento de Santo Domingo y se prolongó hasta el 27 de julio, en ambas ocasiones desarrolló actividades concernientes a mantener controlado el territorio por leales patriotas y reconocer el terreno por el que habría de cumplir su plan de cruzar los Andes para asegurar la Libertad de América no solo con las armas sino también en el plano institucional interviniendo en la declaración de la Independencia.

A comienzos de 1816, marchó a recorrer los caminos de la Cordillera adyacente a Mendoza. Meses después, el Congreso de Tucumán declaró solemnemente la independencia de las Provincias Unidas del Sud, en cuya declaración influyó decisivamente San Martín.

Veintiocho meses fueron los que llevó la preparación del Ejército de los Andes. Contó para ello con el apoyo de la población, utilizando los recursos que le proporcionaban e incorporando a sus hombres, fundamentalmente de las provincias de San juan, Mendoza y San Luis en número de 5000 de los más de 5400 que conformaron la fuerza militar que emprendió la gesta. San Martin ordenó y supervisó personalmente la estricta instrucción pensando en que el Cruce de los Andes sería una proeza militar que la historia recordaría por siglos.

Hasta ese momento ningún ejército americano había logrado tal grado de instrucción de tropas y mandos.

Según reseña Leopoldo Ornstein a comienzos de 1817 la composición era la siguiente: Las unidades de línea, el cuartel general, el estado mayor, los servicios y las tropas auxiliares, daban cuenta que el Ejercito de los Andes estaba formado por 3778 soldados combatientes y 1392 auxiliares, un total de 5423 efectivos, al mando de 3 generales, 28 jefes, 207 oficiales, entre los que se destacaron: Comandante en jefe: general José de San Martín; comandante del cuartel general: general Bernardo O'Higgins; secretario de guerra: teniente coronel José I. Zenteno; secretario particular: capitán Salvador Iglesias; auditor de guerra: Dr. Bernardo Vera; capellán general castrense: Lorenzo Güiraldes; edecanes: coronel Hilarión de la Quintana, teniente coronel Diego Paroissien, sargento mayor Álvarez Condarco; ayudantes: Juan O'Brien, Manuel Acosta, José M. de la Cruz y Domingo Urrutia. Jefe del estado mayor: general Miguel Estanislao Soler; segundo jefe, coronel Antonio Luis Beruti; ayudante: sargento mayor Antonio Arcos, capitán José M. Aguirre, teniente Vicente Ramos; oficiales ordenanzas: Manuel Mariño, Manuel Saavedra, Francisco Meneses y Félix a. Nova; comisario de guerra Juan Gregorio Lemos; oficial primero: Valeriano García; proveedor general Domingo Pérez; agregados al estado mayor: tenientes coroneles A. Martínez, Ramón Freire, José Samaniego y sargentos mayores Enrique Martínez y Lucio Mansilla.

En enero de 1817 comenzó el cruce de la Cordillera. El 12 de febrero de 1817, pocos días después del pasar a territorio chileno, el Ejército de los Andes derrotó a los realistas en la batalla de Chacabuco y a los pocos días el Libertador realizó la entrada triunfal a la ciudad de Santiago. El Cabildo designó a San Martín como Director Supremo, honor que declinó, designándose entonces al general O'Higgins.

El 5 de abril se derrotó definitivamente a los realistas en la batalla de Maipú, victoria que puso fin a los esfuerzos españoles para dominar el país.

Como señalamos más arriba los organizadores del Congreso proponen abordaje de la labor de San Martin y el análisis de las ideas sanmartinianas en vísperas del Cruce y en el contexto del proceso independentista americano y hace hincapié en las visitas del Gobernador de Cuyo y Comandante del Ejército de los Andes a nuestra provincia recordando su valentía, su genio militar y su amor por la Patria.

El Congreso tiene como propósitos: 1) Generar una convocatoria plural y federal que permita a la comunidad conocer y valorizar la importancia de la contribución sanjuanina a la Gesta Sanmartiniana; 2) Constituir un ámbito de discusión, reflexión y análisis, entre la comunidad educativa de la Provincia, sobre temas históricos vinculados al Gral. José de San Martín en la historia regional, especialmente en el Bicentenario del accionar del Libertador en San Juan; 3) Propiciar entre la comunidad un espacio y un tiempo de rescate del accionar de la población de San Juan para la concreción del ideario y el Plan Sanmartiniano; 4) Proporcionar un espacio de intercambio y comunicación de trabajos realizados y/o propuestas áulicas innovadoras, desarrolladas por docentes, investigadores y la comunidad organizada, como aporte al conocimiento del accionar de San Martin en territorio sanjuanino; y 5) Posibilitar la divulgación de los resultados de trabajos realizados por investigadores nóveles

La figura del gran Libertador crece día a día, fue un actor con rol protagónico en la gesta de la emancipación hispanoamericana, un soldado por antonomasia y, a la vez, ciudadano y gobernante ejemplar, subordinando en todo momento su conducta y su prestigio personal al supremo interés colectivo. El congreso cuya declaración de Interés proponemos por el presente significará una ocasión más para rendirle el homenaje que merece.

Por todas estas razones, es que solicitamos a nuestros pares, la aprobación del presente Proyecto de Resolución.