La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Dirigirse al Poder Ejecutivo Nacional en los términos del artículo 100, inciso 11 de la Constitución Nacional con el fin de que por intermedio del Ministerio de Defensa se informe lo siguiente a propósito de la reparación del Rompehielos Almirante Irízar:

1.- Cuánto ha irrogado hasta el 31 de marzo de 2015 la reparación del Rompehielos Alte. Irízar desde que se incendiase en 2007. En este aspecto, informe si hasta ahora ese costo alcanza los 254 millones de dólares.

2.- Desglosar y consigna año por año los costos del alquiler de naves sustitutas para cumplir con los objetivos de las campañas antárticas desde 2007.

3.- Si es cierto que el cableado eléctrico - verdadero sistema 'nervioso' para la propulsión del Rompehielos - será levantado y vuelto a hacer ya que la empresa a cargo de esa tarea fue sustituida cuando había construido el 28% de ella.

4.- Si se ha contemplado que una normativa adoptada en el marco del Tratado Antártico que se aplicará a partir de 2016 impedirá el ingreso a la zona antártica de buques cuyos cascos tengan más de veinte años; en este plano, se informe si la reparación del navío implica que su edad se cuenta a nueva o este extremo no ha sido analizado y/o consultado.

5.- Explique el motivo por el cual se terceriza a través de las firmas Trade Baires International y Transport & Series - ambas argentinas - la contratación, vía arriendo, de las naves que realizan las campañas antárticas; si esa tercerización no implica un sobrecosto a raíz del pago de comisiones a las firmas intermediarias.

6.- Comunique si es cierto que el país vecino de Chile ha comprado un Rompehielos nuevo por 120 millones de dólares, es decir menos de la mitad de lo que ha demandado hasta ahora la inconclusa reparación del Rompehielos Irízar.

7.- Meritúe si un país con presencia, jurisdicción y antecedentes de más de un siglo en la Antártida - como lo es la Argentina - puede cumplir cabalmente su misión en el continente blanco sin contar con los buques apropiados y, asimismo - atento la situación de nuestros Hércules - sin los aviones indispensables.

Señor presidente:

Breves serán los motivos o fundamentos de este Pedido de Informes. Sintetizaría con una aseveración simple, pero que encierra verdadera angustia: un país antártico no puede carecer de un Rompehielos.

Asimismo, la reparación de nuestro buque Alte. Irízar se ha demorado en exceso y el costo de ella se ha elevado dramáticamente. Si Chile puede comprar uno nuevo por menos de la mitad de lo que lleva consumida la refacción del Almirante Irízar, algo no cierra en la ecuación geopolítica y técnico-económica de esta cuestión.

El periodista Gabriel Levinas - nota en un matutino porteño del 30 de marzo de 2015 - expone sucinta, pero certeramente la honda inquietud que nos suscita este cuadro de situación. Es una de las tantísimas expresiones de la vasta preocupación que embarga a todos quienes pensamos el país del futuro.

Lo cierto es que estamos sin Rompehielos, sin buques polares, sin aviones - los Hércules están a límite de su vida útil y de hecho están todos averiados, con excepción de uno de ellos que aún transita orgullosamente para representar a las alas argentinas- estamos en falta con uno de los objetivos nacionales más fundamentales como lo es asegurar la Antártida Argentina como parte de nuestra jurisdicción. Política de Estado como pocas, se comenzó antes que con Julio A. Roca- que adoptó una decisión genial en 1904 -, se continuó con Figueroa Alcorta, Roque Sáenz Peña, Hipólito Yrigoyen, Alvear, los presidentes Perón, Frondizi e Illia hasta llegar a nuestros días.

La democracia argentina restaurada en 1983 está adoleciendo de un fallo enorme a partir del incendio en 2007 del Irízar. Nos hemos quedado sin logística para ejecutar nuestras campañas anuales en el continente helado. Es una situación inadmisible que debe cesar lo más rápidamente que sea posible y exige una decisión política, obviamente adoptada por el consenso nacional. En este plano no caben ni se prevén disidencias porque están involucrados los intereses permanentes y vitales del país.

Por lo expuesto, solicito el respaldo de la Cámara para esta iniciativa.