La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Solicitar al Poder Ejecutivo para que a través del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto infor- me sobre las medidas adoptadas a fin de implementar a nivel nacional la Resolución 1325 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas "Mujeres, Paz y Seguridad".

Señor presidente:

El presente proyecto es re- producción del Expte Nº 1454-D-2010. Con las firmas de los siguientes legisladores: Margarita Stolbizer, Virginia Linares, Gerardo Milman, Roy Cortina, Daniel Katz, Liliana Fadul.

El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas aprobó unánimemente la Resolución 1325 el 31 de octubre de 2000. Se trató de una decisión histórica, ya que por primera vez se reconoció el rol de las mujeres en la prevención y resolución de conflictos, y en la reconstrucción postconflicto incluyendo las operacio- nes de paz.

Tengamos en cuenta que el enorme trabajo por la paz desarrollado por las mujeres no tiene su co- rrelato en el nivel de la adopción de la decisiones. El principal argumen- to para defender la participación de las mujeres en los procesos de paz continúa siendo la equidad, el derecho que tienen a participar, un dere- cho que es evidente, pero hay que reafirmar pues la tradición patriarcal de la mayoría de las culturas no lo ha reconocido en el pasado y aún en el presente existen resistencias a hacerlo. A lo dicho puede agregarse el hecho constatado de que las mujeres llevan a la mesa de negociación temas y asuntos que ningún otro actor suele llevar. Es necesario articu- lar agendas de consenso y una fuerza social y política que las respal- de.

Resulta relevante que las voces y el liderazgo de las mujeres guíen las tareas concernientes a la construcción y mantenimiento de la paz y la prevención del conflicto. En este sentido, debe tenerse en cuenta que la paz es un proceso que pertenece a las comunidades, no se circunscribe a los líderes y es im- prescindible que todo el conjunto social se involucre en las tres tareas a abordar luego de un conflicto armado: la reinserción de los combatien- tes, la reconstrucción y la reconciliación.

La Resolución 1325 llama al Consejo de Seguridad, al Secretario General de Naciones Unidas, a los Estados miembros y al resto de las partes (agencias humanitarias, mili- tares y sociedad civil) a emprender acciones en cuatro áreas diferentes, pero interrelacionadas:

1. El aumento de la partici- pación de las mujeres en los procesos de paz y la toma de decisio- nes.

2. El entrenamiento para el mantenimiento de la paz desde una perspectiva de género.

3. La protección de las mu- jeres en los conflictos armados y en las situaciones post- conflicto.

4. La introducción transver- sal del género en la corriente principal de recogida de datos y sistemas de información de Naciones Unidas, así como la puesta en práctica de los programas.

Si bien la Resolución 1325 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas ha sido histórica por la profundidad del cambio en materia de procedimientos, evaluación, aplicación y actitudes, aún quedan importantes desafíos. La violencia sexual es una táctica común de guerra y continúa con posterioridad al conflicto, debido a una insuficiente inversión en las estrategias de pro- tección y prevención y también debido a las débiles o destruidas insti- tuciones de justicia y de seguridad. Asimismo, las mujeres continúan enfrentando obstáculos para poder participar en las negociaciones de paz. Por tal motivo, estos desafíos requieren de parte de los gobiernos, un fuerte compromiso en la implementación de la Res. 1325.

De igual modo, y no obstan- te el incremento en los acuerdos de paz de abordar las cuestiones de género, sólo el 16 % de los acuerdos de paz contienen disposiciones es- pecíficas sobre los derechos y necesidades de las mujeres. Los progra- mas de generación de empleo para revitalizar las economías post - con- flicto aún tienden a privilegiar el empleo de los hombres.

Cabe destacar que varias organizaciones de distintos países del mundo han promovido la aplica- ción de la Resolución 1325.

En Argentina, el ex Canciller Jorge Taiana manifestó que "transversalizar la perspectiva de género tiene como objetivo garantizar los derechos civiles, económicos y socia- les para todas las ciudadanas y los ciudadanos. Para la política exterior, esa perspectiva - en el marco de las Resoluciones de la ONU- es un ele- mento importante para trabajar en forma permanente por el respeto a los derechos humanos, la cooperación para el desarrollo y la solución pacífica de controversias, ejes fundamentales de la convivencia mun- dial". Asimismo, añadió que la perspectiva de género no sólo debe "im- pulsarse a nivel nacional, sino regional e internacional".

Recordemos que en el caso de nuestro país, la implementación de la mencionada Resolución ha te- nido lugar en el ámbito de las operaciones de mantenimiento de la paz (Ministerio de Defensa), pero aún no contamos con un Plan de Acción Nacional.

No debe olvidarse que las subsiguientes resoluciones del Consejo de Seguridad: 1820 (2008), 1888 (2009) y 1889 (2009) han reforzado el llamado al liderazgo de las mujeres como agentes de construcción y mantenimiento de la paz.

Por último, deseo destacar las palabras del Secretario General de las Naciones Unidas, Ban Ki- moon, en relación a esta temática: "La paz sostenible sólo es posible con la total participación de las mujeres - sus perspectivas, su liderazgo, su presencia diaria y equitativa en aquellos lugares donde se busque que- rer y mantener la paz".

Por las razones expuestas, y teniendo en cuenta que en 2010 se celebró el décimo aniversario de la Resolución 1325, es que solicito Señor Presidente, la aprobación del presente Proyecto.