PROYECTO DE TP
Expediente 1354-D-2006
Sumario: PEDIDO DE INFORMES AL PODER EJECUTIVO SOBRE LA REALIZACION DE DESMONTES DE BOSQUES NATIVOS EN FORMA INDISCRIMINADA COMO CONSECUENCIA DEL AVANCE DE LA FRONTERA AGRICOLA.
Fecha: 03/04/2006
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 23
La Cámara de Diputados de la Nación
RESUELVE:
Dirigirse al Poder Ejecutivo para que, por intermedio de los organismos que corresponda, informe:
a) Si tiene conocimiento de que en varias provincias de nuestro país se vienen realizando desmontes de bosques nativos en forma indiscriminada como consecuencia del avance de la frontera agrícola.
b) Si tiene conocimiento acerca del impacto negativo que ello acarrea en cuanto a cuestiones ecológicas.
c) En qué medida se han implementado mecanismos de control a los efectos de poner fin a las acciones ilegales que tienden a eliminar los bosques nativos.
d) Cuáles son las medidas adoptadas con el objeto de revertir el desmonte indiscriminado e ilegal de los bosques nativos del país.
e) Si existen estudios de suelos en aquellas zonas en las cuales se ha producido el desmonte de bosques nativos con el objeto llevar a cabo plantaciones de soja u otros cultivos.
f) Si se han elaborado estudios acerca de las consecuencias en el medio ambiente producidas por el desmonte de bosques nativos en los últimos años, y cuáles son sus proyecciones a corto y mediano plazo.
g) Cuáles son las medidas adoptadas con relación a la problemática de la migración rural e indígena de las zonas afectadas por el desmonte de bosques nativos.
h) Si se han adoptado acciones, a través de los organismos estatales con competencia en la materia, en coordinación con las jurisdicciones provinciales correspondientes, destinadas a detener el desmonte irracional de bosques y selvas naturales en el país.
i) Cuál es el grado de avance en la ejecución del Proyecto Bosques Nativos y Áreas Protegidas a cargo de la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable.
j) Si ha habido alguna actualización del Primer Inventario Nacional de Bosques Nativos, realizado en el año 2002.
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
El daño irreversible que se produce en los bosques y su devastación, ocasionada en su mayor parte por el avance de las fronteras agrícolas, persiste y amenaza con poner fin a la riqueza de nuestros bosques nativos, que hoy cubren una superficie significativamente menor que la superficie original.
Según el Primer Inventario Nacional de Bosques Nativos, dado a conocer por la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación en el año 2002, los argentinos hemos perdido ya las dos terceras partes de nuestro patrimonio forestal originario, con lo que hoy solamente un doce por ciento de nuestro territorio continental puede ser llamado bosque, cuando supimos tener más del treinta por ciento.
Especialistas en temas forestales afirman que en tiempos coloniales había 160 millones de hectáreas de bosques, montes y selvas originales en la Argentina. De ellas, 42.500.000 ha. correspondían a bosques y 127.500.000 a arbustales y sabanas.
El primer censo forestal, que data de 1914, reveló que quedaban 105.888.400 ha. En 1956, esta superficie se redujo a 59.240.000 ha. (perdiendo en dicho período 46.648.400 ha., a un ritmo promedio de 1.110.676 ha/año).
En la actualidad, como consecuencia de la destrucción sistemática del bosque a través de la tala y el desmonte indiscriminado, quedan sólo 33.190.442 hectáreas de bosques nativos en pie.
Entre los agentes directos de la deforestación se pueden distinguir dos grupos sociales bien diferenciados: a) los campesinos sin tierra y pequeños colonos, y b) los empresarios agropecuarios y forestales.
En el primero de los casos, los pequeños colonos y campesinos priorizan el desmonte de superficies reducidas -las que pueden trabajar con el escaso capital que disponen-para la producción de alimentos para autoconsumo y algunos excedentes para el mercado. En una segunda etapa, procuran ampliar la superficie desmontada para incorporar algunos cultivos destinados al mercado
Los empresarios agropecuarios y forestales, en cambio, encaran el desmonte como una actividad de capital intensivo, cuyo objetivo principal es, generalmente, habilitar tierras para la agricultura de granos u oleaginosas con destino al mercado internacional.
La actividad desarrollada por estos grupos en materia forestal es eminentemente extractiva, de tipo minera, sin ningún tipo de planificación ni criterio conservacionista.
Así es como, en los últimos años, la principal causa de pérdida de superficie de bosques nativos en nuestro país ha sido el avance de la frontera agropecuaria, es decir el desmonte para agricultura y en menor medida para ganadería. Desde hace más de una década el cultivo de soja es la mayor causa de eliminación de bosques nativos, debido a los precios internacionales favorables, la infraestructura de transporte y portuaria, y nuevas semillas mejoradas junto con un paquete de insumos intensivos.
Cabe reiterar en esta ocasión argumentos expuestos oportunamente en anteriores proyectos de mi autoría: "Si en nombre de un producto que hoy el mercado quiere y mañana quizás deseche, destruimos el patrimonio natural tendremos dos problemas a futuro. En tanto que, si preservamos nuestro medio ambiente sano y buscamos alternativas a la siembra no sólo de soja sino de varios productos con valor agregado, tendremos a futuro, un medio ambiente sano, bosques para nuestro ecosistema y desarrollo rural sostenido y medido con alto grado de independencia de los caprichos del mercado.
Tenemos que tener en cuenta, el costo que nos puede deparar a presente y futuro llegar al extremo de vender nuestras tierras y el patrimonio natural el cual, debe ser, a futuro el mayor patrimonio de la humanidad según la comunidad científica internacional."
Sabido es que la diversidad biológica forestal comprende no solamente a los árboles, sino también a todas las especies de plantas y animales presentes en el bosque, puesto que todos ellos son constitutivos del ecosistema.
Los sistemas naturales tardan siglos en desarrollarse y, sin embargo, la mano del hombre puede destruirlos en muy poco tiempo. La eliminación del bosque reduce en gran forma la retención de agua de lluvia y aumenta la evaporación y los procesos erosivos, se acentúa la amplitud térmica del ambiente y se interrumpe el desarrollo de los suelos.
El impacto que provoca el desmonte tiene carácter irreversible: Si continúa la destrucción de los bosques nativos irremediablemente se extenderán los desiertos en el territorio de la República Argentina, donde las zonas áridas y semiáridas ocupan ya el 75 % del mismo y amenazan con expandirse debido a la reducción de la superficie forestal natural.
Las especies arbóreas están íntimamente relacionadas con la problemática del "calentamiento global", proceso provocado por la emanación de gases que generan el efecto invernadero. El más nocivo de los gases es el dióxido de carbono, por lo que la propiedad que poseen los bosques de captarlo de la atmósfera se denomina "captura de carbono".
Los bosques protegen las cuencas al actuar como reguladores, como si fueran gigantescas "esponjas" que absorben las aguas de las lluvias, impidiendo inundaciones, y liberándolas en momentos de sequía.
El perjuicio causado por el desmonte indiscriminado en este aspecto no es percibido como tal por la sociedad, siendo luego ésta la que debe afrontar esa pérdida, de modo indirecto, a través de impuestos para financiar obras de infraestructura para evitar inundaciones originadas como consecuencia de la pérdida de grandes masas boscosas.
Esta práctica depredatoria de los bosques implica, además, la expulsión de pobladores y trabajadores rurales hacia los cordones de pobreza de los centros urbanos. Esta situación es particularmente grave en el caso de las poblaciones indígenas, las que ven devastado su hábitat natural, lo que constituye una violación a los derechos consagrados en el artículo 75 inciso 17 de la Constitución Nacional.
"Con cada árbol que cae, se acaba con las especies que lo rodean y viven de él" .... El futuro de los bosques naturales dependerá de la integridad y estabilidad de los recursos forestales en general, tanto desde el punto de vista de su extensión como de su diversidad para beneficio de las comunidades que viven allí y para la sociedad en su conjunto.
La Constitución Nacional incorporó en la reforma de 1994 la protección de un derecho humano fundamental: el derecho al medio ambiente, dentro del marco del desarrollo sustentable, razón por la que obliga a todos en general y al Estado en particular a preservarlo.
Ante el grave impacto ambiental que sufre el territorio nacional ante el desmonte irracional e indiscriminado de los bosques nativos, entiendo que este Honorable Congreso tiene el deber de pronunciarse sobre esta materia, cumpliendo así con el mandato que le fuera conferido en la Carta Magna.
Por los motivos aquí expuestos es que solicito a mis colegas legisladores, apoyar, con su voto, este proyecto y requerir su pronta respuesta.
| Firmante | Distrito | Bloque |
|---|---|---|
| ATANASOF, ALFREDO NESTOR | BUENOS AIRES | PERONISTA FEDERAL |
Giro a comisiones en Diputados
| Comisión |
|---|
| RECURSOS NATURALES Y CONSERVACION DEL AMBIENTE HUMANO (Primera Competencia) |
Trámite en comisión (Cámara de Diputados)
| Fecha | Movimiento | Resultado |
|---|---|---|
| 09/05/2006 | DICTAMEN | Aprobado por unanimidad con modificaciones |
Dictamen
| Cámara | Dictamen | Texto | Fecha |
|---|---|---|---|
| Diputados | Orden del Dia 0291/2006 | CON MODIFICACIONES | 22/05/2006 |
Trámite
| Cámara | Movimiento | Fecha | Resultado |
|---|---|---|---|
| Diputados | CONSIDERACION Y APROBACION | 07/06/2006 | APROBADO |
| Diputados | CONTESTACION DEL PODER EJECUTIVO NACIONAL - JEFE DE GABINETE DE MINISTROS - GIRADO A LA COMISION RESPECTIVA | 29/11/2006 |