La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Su solidaridad y apoyo a los trabajadores del subterráneo de la Ciudad de Buenos Aires, empresa Metrovías, que están reclamando por las condiciones de salubridad de más de un millón de usuarios diarios y en la que ellos mismos realizan su trabajo cotidianamente ante la revelación de que el material rodante CAF 5000 comprados en España contienen asbesto, un producto cancerígeno altamente contaminante.

Su apoyo al pedido del sindicato AGTSyP para que la Subsecretaría de Trabajo del gobierno, la SBASE (empresa del gobierno de la Ciudad que es la propietaria formal de la red de subtes) y la concesionaria Metrovías, realicen los análisis necesarios para determinar sobre la posible existencia de asbesto en otras formaciones. Y acompañar el reclamo porque se garantice atención médica y análisis a los trabajadores para determinar eventuales contaminaciones con asbesto y la formación de una comisión obrera de seguridad e higiene con facultades para interrumpir tareas potencialmente peligrosas.

Su repudio a la negligencia gravísima de la empresa y el gobierno de la Ciudad que además de haber realizado la compra de material contaminado –con altísimos costos económicos- se niegan a cumplir protocolos de seguridad eléctrica, cuya inobservancia costó la vida de cinco compañeros.

Su adhesión al proyecto presentado en la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, (Expte. 1850-D-2017; Autor: Gabriel Solano) para que el ministro de Transporte Franco Moccia concurra a dicha Cámara para explicar la situación y contestar las preguntas de los diputados y trabajadores.

Señor presidente:

El hallazgo de asbesto en las formaciones CAF 5000 del metro de Madrid -los mismos modelos de trenes que Macri, cuando se desempeñaba como Jefe del gobierno porteño, compró allí como material de rezago en 2011- constituye un atentado gravísimo contra la salud de trabajadores y usuarios de la línea B de subterráneos. A ello se suma la sospecha respecto de los CAF 6000, a partir de que en España detectaron ejemplares de estos contaminados por reparación con piezas de formaciones más viejas. Y recientemente los trabajadores han informado sobre la posible existencia de asbesto en formaciones de otras líneas y de posibles otras sustancias (líquidos) tan peligrosas como ese mineral.

El asbesto es un material prohibido, cancerígeno, detectado en el metro de Madrid, en los mismos modelos de trenes que el gobierno de Macri en la Ciudad compró allí como material de rezago. La denuncia española incluyó 80 casos de asbestosis y varios de cáncer vinculados a dicha sustancia. El gobierno de Macri y Larreta es responsable de la compra de estos trenes a España, que fueron adquiridos sin licitación a un precio elevadísimo cuando esas formaciones -CAF 5000 y CAF 6000- eran consideradas chatarra en Madrid, y requirieron reformas millonarias para su adaptación al subte de Buenos Aires.

La contaminación del material rodante no sólo coloca en riesgo sanitario a los trabajadores que se desempeñan en el subterráneo, sino también a una gran cantidad de usuarios que utilizan este transporte diariamente. Según informa el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, “cada día, más de 1.200.000 usuarios utilizan el subte para moverse en la Ciudad” (http://www.buenosaires.gob.ar/compromisos/10000-camaras-en-colectivos-subtes-y-publica?utm_source=GoogleSearch&utm_medium=CPC&utm_campaign=CamarasSubte&utm_content=SubteD).

El plenario de delegados de la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y Premetro (AGTSyP) realizó medidas de fuerza exigiendo que se elimine toda pieza con asbesto de aquellas formaciones que lo contienen y reclamando por la salubridad de los trabajadores y usuarios expuestos al material contaminado.

No es sólo la contaminación del material lo que debe ser investigado, sino también las transacciones turbias de los funcionarios y el gobierno que las realizó.

Como primera medida, todo el material rodante sospechado debe ser inactivado hasta su revisión y reforma. Al mismo tiempo, ya que de seguridad se habla, acompañamos el reclamo por la implementación de los protocolos de seguridad eléctrica cuyo incumplimiento costó la vida de cinco trabajadores y que tanto Metrovías como su controlante Sbase, se han negado a implementar. Por ello este proyecto acompaña el reclamo porque se constituyan comisiones obreras de seguridad e higiene por línea, con derecho a interrumpir toda tarea riesgosa o situación potencialmente insegura en el servicio.

El asbesto en el subte es un problema sanitario de primer orden para el más de millón de trabajadores de la Ciudad y la Provincia de Buenos Aires que, además de viajar en condiciones de hacinamiento, están expuestos a la contaminación. Este Congreso Nacional no puede mirar para otro lado ante una crítica situación que involucra a una masa tan numerosa de trabajadores argentinos.

Por estos motivos, solicitamos a los diputados el acompañamiento de este proyecto.