El Senado y Cámara de Diputados...

DIA DE LA MASACRE DE RINCON BOMBA

Artículo 1º.-Institúyase el día 10 de octubre como el "DIA DE LA MASACRE DE RINCON BOMBA" en todo el territorio nacional, en conmemoración de los hechos ocurridos en el paraje conocido como Rincón Bomba, Provincia de Formosa, año 1947.

Artículo 2º.- El Poder Ejecutivo Nacional, en consulta con el Pueblo Pilagá, dispondrá los medios necesarios para impulsar en las distintas regiones del país, actividades destinadas a la visibilización y conocimiento de dicha masacre.

Asimismo, en el lugar en que se desarrollaron los acontecimientos, se colocará dentro de los seis primeros meses de vigencia de la presente ley, una placa recordatoria de la población indígena reprimida y asesinada en esa fecha.

Se promoverá la participación del Pueblo Pilagá en la organización y realización de estas actividades.

Artículo 3º. - Inclúyase el "DIA DE LA MASACRE DE RINCON BOMBA" en el calendario Nacional.

Artículo 4º. - Invítase a las provincias y a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires a adherir a lo establecido por la presente ley.

Artículo 5º. - Comuníquese al Poder Ejecutivo Nacional.

Señor presidente:

Este proyecto se sustenta en el 3390-D-15 presentado a esta honorable Cámara. Incorpora, además, las modificaciones sugeridas en la comisión de Población y Desarrollo Humano y en la de Derechos Humanos en el momento de dictaminar favorablemente y por unanimidad por la sanción de la Ley que propone. En la presente versión se anexan a estos fundamentos, resúmenes actualizados de las denuncias civil y penal que se siguen en el poder judicial, aunque sin encontrar aun justicia ni resarcimiento. Cumpliéndose este año 70 años de aquellos terribles acontecimientos, la aprobación de la presente Ley colaborará con una reparación históricamente postergada y por la que el pueblo Pilagá y la Federación que hoy los representa, vienen luchando de manera paciente, pero incansable.

En el año 1947 en un paraje llamado La Bomba a dos kilómetros del pueblo Las Lomitas, en la actual provincia de Formosa, cientos de personas pertenecientes al Pueblo Pilagá fueron fusilados por la Gendarmería Nacional.

Los sobrevivientes del primer ataque iniciado el 10 de octubre por la tarde, fueron perseguidos por gendarmes en camiones o a caballo, armados con fusiles y guiados por perros rastreadores mientras huían en distintas direcciones procurando salvar sus vidas y las de sus familias. El 16 de octubre un avión despegó del aeródromo militar El Palomar en Buenos Aires para sumarse a la represión y por lo menos hasta el día 18 continuaron los fusilamientos en diversos parajes, los heridos murieron mientras los contingentes escapaban y el hambre y la sed causaron estragos en niños y ancianos.

Después de casi 10 semanas, sobrevivieron sólo los más fuertes, pero ya no estaban en condiciones de continuar escapando. No tenían a dónde ir. El rastrillaje del territorio acorraló a las familias que fueron capturadas y trasladadas en trenes y camiones a su destino final en las colonias indígenas de Bartolomé de las Casas y Francisco Javier Muñiz convertidas en campos de concentración de prisioneros.

La masacre de La Bomba dio como resultado un número indeterminado de muertos y desaparecidos de todas las edades, la reducción de cientos de personas en colonias indígenas y más de medio siglo de silencio que extendió las consecuencias del genocidio hasta nuestros días. A pesar del tiempo transcurrido, los hombres y mujeres que sobrevivieron guardaron en su memoria los detalles de lo sucedido. Sus recuerdos, único medio para combatir no sólo el silencio impuesto, sino sus propios terrores, son la prueba más fehaciente de lo acontecido. Distanciados de los hechos más traumáticos de sus vidas, aquéllos niños, hoy ancianos, luchan contra poderes superiores que imponen otra historia: la oficial, la autorizada, que conlleva a sí misma la intimidación y los desfigura como víctimas. Luchan también contra el olvido y como lo señalara Paul Ricoeur, en su libro Memoria, historia y olvido: "contra la complicidad secreta de los que no quieren saber del tema, o los que saben, pero prefieren ignorarlo".

El Pueblo Pilagá, los ancianos y ancianas esperan un reconocimiento que no han recibido aún .

Es por ello, que el presente proyecto de ley, instituyendo el 10 de octubre como "DIA DE LA MASACRE DE RINCON BOMBA", se constituye como una acción más, tendiente a promover la MEMORIA, la VERDAD y la JUSTICIA en los casos de violaciones masivas de Derechos Humanos, en este caso de nuestros pueblos originarios, víctimas de un genocidio continuado que lleva más de 500 años.

Es por todo lo expuesto, que solicito a mis colegas que acompañen este proyecto de ley.