La Cámara de Diputados de la Nación

DECLARA:

Expresar su repudio y condena del uso de fuerza contra los civiles, y de las violaciones al derecho internacional humanitario en la Gran Yamahiría Árabe Libia Popular Socialista;

y encomiar realizar acciones utilizando todas las vías diplomáticas posibles que converjan en un inmediato cese del fuego y comienzo de negociaciones en pos de prevenir un desastre humanitario en dicho país.

Señor presidente:

Una serie de revueltas populares y violentas se ha apoderado del mundo árabe desde mediados de Enero del corriente año.

La chispa inicial se desencadenó primeramente en la República de Túnez donde acaecieron motines a raíz de la deplorable situación económica y el gobierno represivo del destituido Presidente Zine al-Abidine Ben Ali el pasado 14 de Enero. Por otro lado, protestas masivas en la República Árabe de Egipto, las cuales perduraron por un periplo de tres semanas, eventualmente culminaron en la caída del Presidente Hosni Mubarak, y por ende, el país está actualmente incurriendo en una transición democrática bajo el mando de un Consejo Militar. Finalmente, más protestas se desparramaron a otros países de la región tales como la República de Yemen, la Sultanía de Oman, el Reino de Baréin, y notoriamente, en la Gran Yamahiría Árabe Libia Popular Socialista. En particular, en éste último país, enfrentamientos sangrientos entre el gobierno represivo liderado por el Coronel Muammar Khadafi quien ha permanecido 41 años en el poder, y las fuerzas opositoras, aglutinadas en el Consejo Nacional de Transición, se han cobrado las vidas de cientos de civiles. Asimismo, Khadafi está resistiendo intensamente las presiones internacionales en pos de su dimisión.

La rápida expansión y escalada del descontento subrayaron la magnitud de dichos eventos totalmente desafortunados, pero su ritmo hace que el rumbo de los cambios sea totalmente incierto. Los hechos se están desarrollando precipitadamente y con suma violencia. El régimen autoritario de Khadafi se está jugando en los combates que se libran, a estas horas, en cada metro de territorio.

Las noticias del sufrimiento humanitario y las atrocidades efectuadas en Libia llevan indefectiblemente a una condena del uso de la fuerza contra la sociedad civil, y de las violaciones del derecho internacional humanitario; a una proclama de un cese del fuego inmediato por razones humanitarias; y a un comienzo de las negociaciones entre las partes en pos de la obtención de la paz y el bienestar del pueblo libio. En otras palabras, consideraciones inmediatas de tenor humanitario y políticas requieren necesariamente de un fin del uso de la violencia a través de un pronto cese del fuego y negociaciones directas entre ambas partes en conflicto.

Teniendo en cuenta lo expuesto precedentemente solicito el apoyo de mis pares para que me acompañen en el presente proyecto de Declaración.