Proyectos »

PROYECTO DE TP


Expediente 1074-D-2011
Sumario: SOLICITAR AL PODER EJECUTIVO DISPONGA LAS MEDIDAS CONDUCENTES PARA OPTIMIZAR EL USO DEL AGUA EN ACTIVIDADES AGROPECUARIAS A TRAVES DEL CALCULO DE LAS HUELLAS HIDRICAS INSUMIDAS..
Fecha: 21/03/2011
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 13
Proyecto
La Cámara de Diputados de la Nación
DECLARA:


Que vería con agrado que el Poder Ejecutivo, a través de los organismos competentes disponga acordar, en el marco de la Ley 25.688 de Gestión Ambiental de Aguas, sus modificatorias y/o complementarias, la implementación de estrategias regionales tendientes a optimizar el uso del agua en las actividades agropecuarias, a través del cálculo de las huellas hídricas insumidas.

FUNDAMENTOS

Proyecto
Señor presidente:


Cuando consumimos cualquier producto, sea de origen agrícola o industrial, estamos consumiendo miles de litros de agua que han sido necesarios para su producción. Para contabilizar la cantidad de agua necesaria para la producción, como para calcular el tráfico mundial de agua en forma de productos elaborados, se han desarrollado conceptos como el de agua virtual o el de huella hídrica.
Precisamente, la huella hídrica de una persona, empresa o país se define como el volumen total de agua dulce usada para producir los bienes y servicios consumidos por dicha persona, empresa o país. La huella hídrica se expresa por lo general en términos de volumen de agua utilizada por año.
Dado que no todos los bienes consumidos en un país son producidos en el mismo, la huella hídrica viene dada por el uso doméstico de los recursos hídricos locales y el uso de agua procedente del extranjero. La huella hídrica incluye tanto el agua superficial como la subterránea, sin olvidar el uso de la humedad del suelo para fines agrícolas. El agua virtual es el agua que "contienen" los productos.
Para producir bienes y servicios se necesita agua; el agua utilizada para producir productos agrícolas o industriales se denomina el agua virtual del producto. La huella hídrica, en inglés water footprint, indica el total de agua que consume una población, directa e indirectamente. Este indicador incluye el agua consumida, evaporada y contaminada en la producción, así como también lo que es absorbido por el suelo en las plantaciones y el agua que se consume para la cría de animales, y se calcula mediante la fórmula WFP=IWFP+EWFP; donde las siglas significan:
WFP: Huella hídrica (Water Footprint)
IWFP: Huella Hídrica Interna (Internal Water Footprint)
EWFP: Huella Hídrica Externa (External Water Footprint)
Para la huella hídrica interna se tienen en cuenta los usos agrícolas, industriales y domésticos del agua; mientras que la huella hídrica externa hace referencia al "agua importada", es decir la que fue usada en otros países para producir los bienes y servicios del que se hace el cálculo.
Este nuevo concepto, surgido en el año 2002, involucra para su cálculo a varios factores importantes como el volumen total del consumo, los patrones de consumo y el clima. Al respecto, existen cuatro factores principales que explican los valores de la huella hídrica:
1. Volumen total del consumo: que, por lo general, está directamente relacionado con el nivel de riqueza de un país, lo que explica -parcialmente, al menos- las altas huellas hídricas de Estados Unidos, Suiza o Italia
2. Patrones de consumo de agua: otro factor que puede explicar la existencia de una gran huella hídrica es que dichos patrones supongan un consumo elevado de agua. En particular, el elevado consumo de carne influirá de manera directa en un mayor consumo de agua, lo que se ve en los casos de Estados Unidos, Canadá, Francia, España, Portugal, Italia y Grecia.
3. Clima: en regiones con mayor demanda evaporativa, la necesidad de agua para los cultivos es mayor. Es el factor predominante para explicar los casos de muchos países africanos como Senegal, Mali, Sudán, Chad o Nigeria, o el caso de Siria.
4. Prácticas agrícolas poco eficientes: lo que significa que el rendimiento obtenido por unidad de medida de agua es menor.
A través de estos cálculos, se precisó que el volumen global de flujos de agua virtual relacionado con el comercio internacional de productos es de 1.600 de Km³/año. Cerca del 80% de estos flujos de agua virtual está relacionado con el comercio de productos agrícolas, mientras que el resto de los flujos se relacionan con el comercio de productos industriales.
A nivel global, se ahorra agua al exportar productos agrícolas de regiones con alta productividad de agua hacia regiones con baja productividad de agua. En la actualidad, si los países importadores produjeran domésticamente todos los productos agrícolas, necesitarían 1.600 Km³ de agua al año, sin embargo, los países exportadores están produciendo estos productos con sólo 1.200 Km³/año, ahorrando a nivel global alrededor de unos 400 km³ de agua al año. El consumo per cápita de agua virtual contenido en nuestras alimentación varía según el tipo de dieta alimenticia, desde 1 m³/día para una dieta de supervivencia, hasta 2,6 m³/día para una dieta vegetariana y más de 5 m³ para una dieta a base de carne como la de los Estados Unidos. Tan sólo un 7% de la huella hídrica de China, que es de 700 m³ de agua per cápita al año (m³/cap./año), es externa al país, mientras que el 65% de la huella hídrica total de Japón, que es de 1150 m³/cap./año, es externa. Se estima que el promedio de la huella hídrica de los Estados Unidos es de 2.480 m³/cap./año, mientras que el promedio mundial de la huella hídrica es de 1.240 m³/cap./año.(*)
(*) Fuente: Boletín de noticias del portal del Agua de la Unesco
Nuestro país debe considerar que los incrementos de la población y el desarrollo económico imprimen una gran presión al recurso hídrico que ya es escaso en muchas regiones del planeta. Además, debe tenerse en cuenta que la agricultura es el gran consumidor de agua dulce de este planeta, ya que utiliza el 70% del total. Y el área bajo riego alcanza el 18% del total cultivado.
Efectivamente, en el ámbito local la utilización más eficiente del agua es la gran preocupación de los productores de punta de hoy que ven venir un futuro complicado por el cambio climático. Según los especialistas, el cambio climático no sólo significará un aumento de la temperatura sino que tendrá como consecuencia una menor oferta de agua dulce y un cambio de los patrones de comportamiento de las lluvias. Estas serán cada vez más intensas pero menos frecuentes. La única respuesta posible a este desafío climático es aumentar la eficiencia en la utilización del agua.
En tal sentido, una estrategia adecuada sería el trabajo mancomunado entre las autoridades competentes junto a los productores, profesionales y toda entidad vinculada a la producción agropecuaria tendiente a establecer una estrategia específica para cada ambiente, desde cada establecimiento en particular hasta el nivel de cuenca y región. De esta forma, se podrá enfrentar la variabilidad del clima, tanto en los excesos de agua que hacen daño en el suelo como en las graves sequías.
Asimismo, es conveniente reducir la huella hídrica de varias maneras. Una primera opción es desvincular el crecimiento económico y el uso del agua, adoptando sistemas de producción que requieran menor cantidad de agua por unidad de producto (por ejemplo, la productividad del agua en la agricultura puede mejorarse aplicando técnicas de cosecha de agua de lluvia y riego suplementario). Una segunda alternativa es optar por patrones de consumo que requieran menos agua (p. e., reduciendo el consumo de los productos que consumen una gran cantidad del líquido en su producción). La tercera alternativa para reducir la huella hídrica es desplazar las zonas de producción hacia áreas de mayor productividad, aumentando la eficiencia global de uso del agua.
Se podrá apreciar que gestionar el agua es decididamente una tarea compleja que involucra todo el arsenal de prácticas agrícolas entre las que se destacan la siembra directa, el manejo de la cobertura del suelo y las rotaciones, más los nuevos híbridos y variedades resistentes al stress hídrico, considerando también la implantación de cultivos de cobertura. Así, se aprovecha agua que con una práctica tradicional se perdería y se aporta biomasa al sistema. Este manejo se vuelve imprescindible en años de bajas precipitaciones.
El especialista en suelos del INTA-Castelar, Ing. Agr. Rodolfo Gil comprobó que en ambientes semiáridos y sub-húmedos de las provincias de Chaco, Formosa y Corrientes fue posible generar una estrategia productiva exitosa a pesar de tener suelos con una gran heterogeneidad y cultivos que están sometidos a una gran demanda hídrica por las altas temperaturas, gracias a un eficiente manejo de los rastrojos.
En definitiva, la gestión del agua útil permitirá a los productores establecer la secuencia de cultivos y la oportunidad en la aplicación de tecnología aún en regiones marginales, donde el cálculo de las huellas hídricas permitirá establecer a priori la viabilidad de un esquema agropecuario.
Por las razones expuestas, señor Presidente, y por considerar como medida estratégica establecer la trazabilidad del agua en los procesos productivos a través del cálculo de la huella hídrica, solicito al acompañamiento de mis pares para la aprobación del presente proyecto.
Proyecto
Firmantes
Firmante Distrito Bloque
VILARIÑO, JOSE ANTONIO SALTA FRENTE PARA LA VICTORIA - PJ
Giro a comisiones en Diputados
Comisión
INTERESES MARITIMOS, FLUVIALES, PESQUEROS Y PORTUARIOS (Primera Competencia)