La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Convocar, en el ámbito de la Comisión de Obras Públicas de esta Honorable Cámara de Diputados, a la conformación de una "Unidad coordinadora de la cooperación argentina en la reconstrucción de Chile", a fin de unificar esfuerzos en la generación y provisión de los insumos y servicios de construcción que necesita la República de Chile, como consecuencia del sismo que afectó a gran parte de las viviendas e infraestructura de este país hermano. Este espacio será de carácter abierto y se invitará a participar y cooperar, entre otros, a la Embajada de Chile en la Argentina, al Poder Ejecutivo Nacional, y a empresarios y representantes gremiales vinculados al rubro de la construcción.

Señor presidente:

En la madrugada del pasado 27 de febrero, un intenso sismo con una magnitud aproximada de 8,8 Mw, sacudió a la República de Chile, siendo las regiones mas afectadas Valparaíso, Metropolitana de Santiago, O´Higgins, Maule, Biobío y la Araucaria, donde residen más de 13 millones de personas, representando aproximadamente el 80% de la población chilena.

El movimiento fue de tal dimensión que ciudades enteras como Constitución y Concepción (una de las más pobladas de ese país) han quedado en ruinas. El sismo fue tal que se pudo percibir en gran parte del Cono Sur, como en edificios altos de Buenos Aires y San Pablo, con diversa intensidad.

Este fenómeno se trato de un terremoto submarino, que se ubicó a 47,4 km de profundidad bajo el océano Pacífico, por lo cual la consecuencia inmediata fue un fuerte tsunami que impacto con altísimo poder de destrucción sobre la costa chilena e islas cercanas al epicentro, devastando aun más las zonas afectadas por el movimiento telúrico. Como ejemplo podemos citar al archipiélago de Juan Fernández, que pese a no sentir fuertemente el sismo, las marejadas del tsunami arrasaron completamente su único poblado.

Este sismo es considerado como el segundo más fuerte en la historia de Chile, y uno de los cinco de mayor intensidad registrado por la humanidad.

Inmediatamente después del sismo de la madrugada del 27 de febrero y hasta el día 11 de marzo se registraron 283 réplicas de distintas intensidad (algunas marcaron una magnitud de 7,2 Mw) Como consecuencias de estas repetidas y fuertes réplicas, muchas de las casas y edificios que habían quedado dañados colapsaron definitivamente.

Si bien aun no se pudieron evaluar todos los daños y perdidas, se estima que aproximadamente 800 personas perdieron la vida, medio millón de viviendas fueron destruidas, y al menos un millón y medio de hogares dañados con perdidas materiales importantes, datos que nos indican que hay más de 2 millones de damnificados.

A lo largo de toda la geografía chilena se pueden apreciar los daños y destrucción en centros de salud, escuelas, carreteras, puertos, puentes, sistemas de comunicación, energía y transporte, edificios públicos, aeropuertos, redes hídricas.

Pero sin duda, la primer urgencia es proveer de viviendas a aquellos que han quedado sin techo, en el escaso tiempo que queda antes del crudo invierno que habitualmente azota las zonas mas afectadas. Esto va a requerir de una potencia de producción y oferta de insumos y mano de obra superior a la que normalmente satisface la demanda ordinaria.

La Argentina, por proximidad y tamaño, debiera tener la capacidad productiva de los servicios de construcción que permitan satisfacer las necesidades imperiosas de nuestro país vecino.

Pero, para tales fines, es imprescindible que se canalicen estas demandas, y se coordine la logística, la puesta en marcha de procesos productivos adicionales, la provisión de insumos, la ingeniería de procesos y construcción. Esto exige un fuerte compromiso solidario y de esfuerzos, asignando prioridades y funciones.

Por ello, se propone la conformación de una "Unidad especial de coordinación de la ayuda argentina para la reconstrucción de Chile" a fin de que se genere un espacio en donde se canalice la cooperación y satisfacción de las demandas del país trasandino en materia de provisión de insumos y servicios de construcción.

Entre otras, las tareas a las que se debe abocar este espacio para viabilizar y efectivizar la cooperación son las siguientes:

- La eliminación de los derechos arancelarios de los materiales e insumos de la construcción por nuestra parte y por Chile.

- La articulación de cuales y que tipo de materiales entrarían, de acuerdo a las necesidades del país vecino, en la premisa anterior

- Privilegiar la construcción de viviendas premoldeadas o prefabricadas.

- Asegurar el libre tránsito de estos materiales en camiones con patente argentina

- Ampliación de las visas de trabajo temporario para los trabajadores de la construcción

- Permitir, mientras dure la emergencia chilena, que los trabajadores argentinos se puedan encuadrar en los convenios colectivos de trabajo

- Propones articular y calificar previamente, y categorizar desde la Comisión de Obras Públicas de la Cámara de Diputados de la Nación, a las empresas, previo a que coticen en Chile.

Como diputados nacionales de un país vecino y hermano, no podemos menos que conmovernos y estrechar en un abrazo fraternal al pueblo chileno, pero también considero que es necesario demostrar la solidaridad con hechos.

Es por ello, que propongo la conformación de este espacio plural, a fin de que logremos canalizar en forma eficiente toda la cooperación y aportes en materia de producción y provisión de insumos y servicios de construcción, que nuestro hermano pueblo de Chile necesita en estos momentos tan difícil que le toca transitar.

Por lo expuesto, es que solicito a los señores diputados, la aprobación del presente Proyecto de Resolución.