La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Solicitar al Poder Ejecutivo Nacional que, a través de la Cancillería Argentina, exija al gobierno de Cuba la inmediata excarcelación de los presos políticos cubanos, aplicando especial celeridad en los casos en que éstos estén sufriendo alteraciones de su estado de salud.

Señor presidente:

El disidente cubano Guillermo Fariñas inició la huelga de hambre el 24 de febrero, en reclamo de la libertad de 26 presos políticos enfermos, una acción que se dio un día después de la muerte de otro opositor Orlando Zapata Tamayo.

Zapata había sido militante del Movimiento Alternativa Republicana y del Consejo Nacional de Resistencia Cívica, cuando en 2003 el gobierno cubano lo encarceló junto con otros 70 opositores. En aquella oportunidad fue condenado a la pena de 3 años y medio de reclusión por desacato pero luego, como consecuencia de sus permanentes denuncias de malos tratos y torturas en la cárcel, esa pena fue aumentada a 25 años.

Diversas organizaciones internacionales solicitaron a lo largo de todos estos años la liberación de Zapata y Amnistía Internacional lo consideraba un prisionero de conciencia. Durante los últimos 80 días, había iniciado una huelga de hambre cuestión que le provocó la muerte a pesar de la asistencia médica.

Una muerte humana por cuestiones políticas es una demostración clara del camino que aún le queda recorrer a la humanidad para convivir en paz. Es necesario, a los efectos de evitar este tipo de muertes para siempre, consolidar la democracia en todos los rincones del mundo y crear organismos supra-nacionales encargados de hacer cumplir la legislación internacional, con la convicción de que la defensa irrestricta de la causa los Derechos Humanos debe cumplirse en todos los casos y en todos los países.

Los Derechos Humanos son universales, sin ideologías de izquierda ni derecha, e independientes del ordenamiento jurídico de cada país. Son sustentados por acuerdos internacionales como la Declaración Universal de Derechos Humanos de 1948 adoptada y proclamada por la Asamblea de las Naciones Unidas, y los Pactos Internacionales de Derechos Humanos de 1966 (Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y Pacto Internacional de Derechos Económicos, sociales y Culturales).

Lo han entendido las organizaciones humanitarias como Human Rights Watch y Amnesty International, así como también las autoridades del Departamento de Estado de los Estados Unidos, el gobierno de Canadá, el presidente actual de la Unión Europea y España José Luis Rodríguez Zapatero.

El objetivo final de insistir en la condena de episodios como este, es que toda la humanidad pueda encontrar formas institucionales de canalizar los conflictos políticos y dirimir las diferencias políticas inherentes a toda sociedad.

En suma, este proyecto solicita la libertad de todos los presos políticos enfermos cubanos, para poner fin a esta situación y para que no se vuelva a repetir lo ocurrido días atrás con Orlando Zapata Tamayo.