La Cámara de Diputados de la Nación

DECLARA:

Su beneplácito por el aumento de la contribución económica anual dispuesta por el Gobierno nacional a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y el acompañamiento al llamamiento para que todos los países de la región que aún no han ratificado los instrumentos internacionales constitutivos del Sistema Interamericano de Derechos Humanos, lo hagan a la mayor brevedad y reconozcan la competencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos.

Señor presidente:

En el marco del proceso de fortalecimiento del Sistema Interamericano de Derechos Humanos (SIDH) de la Organización de Estados Americanos (OEA), el Gobierno argentino decidió elevar su contribución voluntaria anual a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) a 400.000 dólares, transformándose así la República Argentina en el mayor contribuyente latinoamericano a la CIDH.

La tarea de la CIDH resultó imprescindible y resultó invalorable el trabajo realizado por la misma durante los años que se padeció el horror genocida de la dictadura cívico-militar. Hoy, en democracia, su trabajo acompaña y se asocia al principio fundamental de que la defensa de los derechos humanos es responsabilidad primaria del Estado.

Desde la perspectiva del fortalecimiento del Sistema Interamericano de Derechos Humanos, la Argentina considera vital que los Estados Miembros asuman la responsabilidad del financiamiento del Sistema como forma efectiva de asegurar su fortalecimiento e independencia de funcionamiento.

En la actualidad el mismo se sostiene, en gran medida de contribuciones "voluntarias" que provienen principalmente de países y entidades que no son miembros de la Organización de Estados Americanos, especialmente de Europa.

Resulta imperioso que el resto de los Estados Miembros, dentro de sus posibilidades, acompañen esta iniciativa para dar estabilidad al Sistema Interamericano de Derechos Humanos y que así, sea éste el que pueda definir sin condicionamientos la asignación de sus recursos de la manera que sea más eficaz para el desempeño de sus funciones en protección de los derechos humanos de todos los habitantes de las Américas.

Concomitantemente, es necesario para el fortalecimiento y renovación del Sistema que todos los países de la región que aún no lo han hecho, ratifiquen los instrumentos constitutivos del mismo y reconozcan la competencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, dado que resulta insostenible que Estados Unidos y Canadá, países que figuran como dos de los mayores donantes de la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos (CIDH) de la Organización de Estados Americanos (OEA) en el año 2010, no estén suscritos al Pacto de San José, que reconoce la competencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos para juzgar los casos denunciados por la entidad.

El proceso de revitalización y fortalecimiento democrático que vive América Latina impone la necesidad de readecuar y promover nuevas formas de financiamiento y funcionamiento de organismos supranacionales que custodian el plexo normativo protectorio de los derechos humanos.

Por lo expuesto precedentemente, se solicita a los Señores Diputados el acompañamiento y aprobación del presente proyecto.