La Cámara de Diputados de la Nación

DECLARA:

Expresar su beneplácito por la celebración del segundo año del papado de Jorge Bergoglio.

Señor presidente:

El objetivo de este proyecto es destacar y celebrar los dos años que Jorge Bergoglio lleva en el papado revolucionando la Iglesia cumpliéndose los mismos el 13 de Marzo del corriente año, como así también, el comienzo de su tercer año de pontificado con su popularidad en lo más alto.

Francisco, convertido por vocación propia en el Papa de los pobres, adoptó ese nombre en honor a San Francisco de Asís, un rico comerciante que renunció a los bienes materiales para compartirlos con los pobres y vivir él mismo como uno de ellos. Para Bergoglio "La Iglesia debe llegar a todos, pero por sobre todo a los pobres y enfermos, a esos que suelen ser despreciados y olvidados".

Además de ser convincente en sus dichos, Francisco predica con el ejemplo. Ha renunciado desde el primer momento a los lujos tradicionales de los Papas para abrazar la austeridad, continúa vistiendo su hábito blanco con la cruz de plata sobre su pecho y sin la muceta de terciopelo rojo. Se desplaza en un coche utilitario y se ha negado a vivir en el apartamento pontificio, alegando su preferencia a estar en contacto con la gente.

Bergoglio, ha cambiado la Iglesia haciendo hincapié en ciertos puntos fundamentales. Para Francisco, los católicos deben ser personas contentas, que muestren a los demás con su comportamiento la alegría que supone llevar a Dios dentro.

Cree fervorosamente en la cultura del diálogo, insistiendo constantemente en la necesidad de tender puentes con los demás: ateos, agnósticos, aquellos que practican otras religiones, los propios fieles o quienes han dado la espalda a la Iglesia.

Esperanza, es una virtud que Francisco reivindica con frecuencia, siempre afirmando que cuando un cristiano la olvida o la pierde, su existencia deja de tener sentido. "Es como si su vida estuviera frente a un muro: nada. El Señor con su esperanza nos hace ir hacia adelante".

Jorge Bergoglio, es uno de los papas que más ha incentivado la participación de los jóvenes en la vida cristiana. A través de sus misas o actividades en diferentes partes del mundo, lleva a la congregación de los adolescentes, tanto a aquellos que tienen una intervención activa en la Iglesia, como así también ha logrado a través de sus palabras captar a quienes se encontraban alejados de la religión. En muchos de sus discursos, hace referencia a los jóvenes y a las terribles penalidades que sufren por la falta de un empleo. "Es necesaria la solidaridad en el mercado, hay que darle un trabajo a los jóvenes", "Los jóvenes desempleados son uno de los males del mundo".

Los ancianos constituyen otro de los colectivos a los que Francisco dedica más atención. El mismo, ha denunciado reiteradas veces la cultura del descarte que lleva a la sociedad actual a arrinconar a los mayores. Se lamenta afirmando "Vivimos una época en la que los ancianos no cuentan. Es feo decirlo pero se los descarta porque molestan".

Por último, desde su asunción como pontífice, Francisco no ha dejado de reivindicar la misericordia de Dios y su capacidad ilimitada de perdonar. Es así que afirma y a mi criterio todos los cristianos debemos tenerlo en cuenta: "Un poco de misericordia cambia el mundo, lo hace menos frio y más justo", "Jesús nunca se cansa de perdonarnos. El problema es que nosotros nos cansamos de pedir perdón".

Por todo ello y por los fundamentos que acompañan este proyecto es que solicito a mis pares legisladores la aprobación del presente proyecto de ley.