La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Dirigirse al Poder Ejecutivo Nacional para que, a través de los organismos pertinentes y, en virtud del "Estado de Alerta" ante la aparición del brote de fiebre amarilla en los países vecinos y la aparición del primer caso confirmado en nuestro territorio, informe:

1) ¿Qué control realiza el Estado Nacional sobre el cumplimiento del calendario de vacunas?.

2) Ante el aumento constante de brotes de patologías estacionales con aumento de casos en cada ciclo, como ser el Dengue y la Fiebre Amarilla: ¿cuáles son las medidas permanentes que adopta el Estado para su prevención teniendo en cuenta que el mosquito Aedes aegypti es el vector que transmite ambas patologías tanto en las zonas urbanas como rurales?.

3) ¿Qué medidas han sido tomadas en las zonas de "riesgo" tales como Misiones, Formosa, Chaco, Corrientes, Salta, Jujuy y, en aquellos países limítrofes en los que se han dado a conocer casos de esa enfermedad infecciosa, tales como Bolivia, Paraguay y Brasil?.

4) Si se registró una mortandad de monos por fiebre amarilla selvática en el Parque Provincial Piñalito, de Misiones. En caso afirmativo: ¿cuáles fueron las medidas adoptadas, teniendo en cuenta las recomendaciones de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) con relación a la vacunación de los habitantes de zonas aledañas?.

5) Atento al comienzo del ciclo lectivo. Indique si se han planificado actividades conjuntas entre los Ministerios de Salud y Educación a efectos de difundir, en las escuelas ubicadas en zona de riesgo, las medidas de prevención relacionadas con la fiebre amarilla.

6) Si hay stock suficiente de vacunas Antiamarilica que satisfaga la demanda local y permita llevar adelante la vacunación en las zonas consideradas de riesgo. Informe además si se recibieron partidas provenientes de la República de Bolivia de la vacuna mencionada.

7) Debido a las inundaciones que padecen las poblaciones del norte de la provincia de Salta por las crecidas de los ríos Pilcomayo y Bermejo en las que persisten alrededor de 10000 personas incomunicadas. Indique si se han tomado medidas especiales a fin de evitar la propagación de las enfermedades antes mencionadas.

Señor presidente:

Fiebre amarilla, dengue, tos convulsa, al oído del ciudadano común suenan a enfermedades que el tiempo y la ciencia se encargaron de desterrar. No obstante, esas patologías están resurgiendo, esto se debe a varios factores: el cambio climático, la resistencia que algunos microorganismos van desarrollando frente a los medicamentos y al a menudo tibio control del Estado sobre el cumplimiento del calendario de vacunas.

Esos factores sumados dibujan un cuadro de situación en el que nuestro país aparece vulnerable frente a posibles brotes epidémicos. Las enfermedades como el dengue o la fiebre amarilla son estacionales; es decir que surgen en el verano, cuando la temperatura predispone al aumento de mosquitos del tipo Aedes aegypti , que son los vectores para que éstas se difundan, ya que el contagio no se da de persona a persona.

La Fiebre Amarilla se trata de una enfermedad tropical trasmitida por la picadura de algunos mosquitos, Haemagogus spegazzinii en la selva y Aedes aegypti (el mismo que trasmite el Dengue) en las zonas urbanas. Más allá de los casos aislados que pudieran producirse, el verdadero problema -una epidemia- podría ocurrir si los enfermos diseminaran el virus en sus ciudades de origen.

Sin embargo, es sabido que tomando los debidos recaudos, principalmente a través de la vacunación, este peligro latente está muy lejos de suceder, es por ello que la acción del Estado es fundamental en la prevención.

La fiebre amarilla que se registra en algunas zonas de Brasil y Paraguay es del tipo selvático, ya que el portador es el mono aullador, que va migrando debido a que su hábitat es modificado, si bien en la Argentina no se habian registrado casos en humanos, como en las hermanas Repúblicas de Brasil, Paraguay y Bolivia, en los últimos días de enero se registró una mortandad de monos por fiebre amarilla selvática en el Parque Provincial Piñalito, de la provincia de Misiones. Hoy, lamentablemente debemos hablar del primer caso confirmado (de entre tres sospechosos) en la hermana provincia desde 1961. Ante esta situación es preciso que se sigan las recomendaciones de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) vacunando a toda la población aledaña a las zonas de infección.

El brote de fiebre amarilla que comenzó el mes último en Brasil pasando también a Paraguay y Bolivia, este es un ejemplo temible de cómo se propagan hoy las enfermedades infecciosas en todo el planeta.

En la Argentina, la proximidad de un brote de fiebre amarilla despierta en nosotros no sólo temores, como es lógico, sino muy tristes recuerdos. Resulta imposible olvidar la famosa epidemia que asoló Buenos Aires en 1871 y que en seis meses causó la muerte de 14.000 personas sobre una población de alrededor de 200.000 habitantes. Justamente, en ese momento la ciudad avanzaba hacia una mayor urbanización y el hacinamiento de personas y la poca limpieza fueron, como recuerdan hoy los especialistas, la perfecta combinación para que el mosquito transmisor se reprodujera y contagiara la enfermedad a la población.

Conviene recordar que, el año último, asistíamos para esta misma época a la aparición de casos de dengue en el norte del país y en la provincia de Buenos Aires, un reflejo de lo que estaba sucediendo en Paraguay, donde se hallaba el foco principal. Ahora es el momento de la fiebre amarilla.

Sobre estos fenómenos había advertido meses atrás la Organización Mundial de la Salud (OMS): las enfermedades infecciosas están surgiendo más rápido en todo el planeta; se propagan con mayor velocidad incide en ello, sobre todo, la propagación transfronteriza.

Para el 2001, la OMS (Organización Mundial de la Salud), estimó que la Fiebre Amarilla causaba 200.000 enfermedades y alrededor de 30.000 muertes anuales, en poblaciones no vacunadas. También la OPS (Organización Panamericana de la Salud), llama a incrementar en forma urgente los controles por Fiebre Amarilla. Como siempre suele ocurrir, las personas de los países más empobrecidos siguen siendo las principales víctimas de estas enfermedades mortales en caso de que exista propagación, esto es producto de la falta de políticas de prevención, de la deficiente cobertura sanitaria (que incluye la carencia de vacunas) y de adecuada información a los pobladores, pero por sobre todas las cosas la falta de conciencia ambiental. La Fiebre Amarilla, el Dengue y la Malaria son ejemplos de enfermedades que reaparecen como consecuencia de desequilibrios en los ecosistemas producidos por la actividad humana.

Es cierto, por otro lado, que la inmunización contra la fiebre amarilla está incorporada, desde el año 2003, al esquema regular de vacunación en las provincias consideradas de riesgo como ser Salta, Jujuy, Corrientes y Misiones, sin embargo el control del Estado sobre el cumplimiento de del calendario resulta débil. Por ello resulta imprescindible la coordinación de los Ministerios de Educación y Salud quienes deberían concentrar el esfuerzo en las escuelas en la tareas de prevención ya que la experiencia demuestra que los alumnos, guiados por sus maestros, han sido siempre un factor fundamental en la adquisición de conductas correctas frente a situaciones sanitarias y sociales extremas. Estando la sociedad en su conjunto en posesión de un conocimiento cierto de estas enfermedades y de sus formas de propagación tanto más eficazmente se las podrá prevenir y tratar.

También en Bolivia, según informó el diario Los Tiempos, una persona murió con dengue hemorrágico en el municipio de Puerto Villarroel, mientras que en el resto del trópico de Cochabamba ya se reportaron más de 150 casos de enfermos con dengue clásico durante esta época de lluvias, según datos del Servicio Departamental de Salud (Sedes). El dengue constituye uno de los mayores problemas de salud pública ocasionados por enfermedades trasmisibles en todo el continente americano. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que 80 millones de personas se infectan anualmente en 100 países de todos los continentes, excepto Europa. Cerca de 550 mil enfermos deben ser hospitalizados y unos 20 mil mueren por año a causa de esta enfermedad.

El número de casos de dengue en las Américas ha pasado de 66 mil en 1980 a más de 700 mil en la ultima década, y en la actualidad 23 países de la región americana registran brotes de dengue y en 15 de ellos de su variedad mas agresiva y mortal: el dengue hemorrágico, cuya tasa de letalidad es del 5% al 15% de las personas que contraen el mal.

La situación desatada en Brasil constituye un claro riesgo para la Argentina donde existen altos niveles de infestación del mosquito transmisor (superiores al 10 por ciento de las viviendas, en algunas regiones del norte y noroeste) y unos 4 millones de personas que viven en áreas de alto o muy alto riesgo concentradas en las provincias de Formosa, Misiones, Chaco, Corrientes, Salta, Jujuy y Tucumán.

Es por todo lo antes dicho que solicito a mis pares la aprobación del presente pedido de informes.